Crear un arrecife coralino artificial mediante el hundimiento de un barco que ha concluido su vida útil, o bien, estructuras de concreto y otros materiales dispuestos de tal forma que ofrezcan hábitat y refugio a peces, crustáceos, moluscos, caracoles y esponjas, entre otros organismos, es una opción viable para conservar y/o recuperar ecosistemas marinos naturales de este tipo, ya que:

  • Reducen la presión sobre los arrecifes naturales expuestos a la sobreexplotación por buceo turístico o para obtener sus recursos, que se vuelven prácticas destructivas.

  • Generan espacios para dar cabida a determinada cantidad y variedad de especies de flora y fauna submarina, según las proporciones que ofrezcan.

  • Dan impulso al turismo sostenible: desarrollo económico de las comunidades locales en armonía con la naturaleza.

  • A la investigación y la academia le brindan la oportunidad de desarrollar trabajos científicos sobre la colonización de organismos y monitoreo de la evolución del arrecife.

  • Disminuyen la pesca ilegal al dificultar el uso de redes de arrastre, pesca que viola las leyes ambientales y arrasa con especies de todo tipo.

Un ejemplo exitoso se produjo tras el hundimiento del cañonero C-50 General Vicente Rivapalacio, el 26 de julio del 2001, en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano. Actualmente ahí se practica 40% del buceo deportivo de esa zona y el sitio es hábitat y refugio de una gran diversidad biológica.

También en Veracruz, este 6 de noviembre, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, encabezó el hundimiento del buque ARM “Comodoro Manuel Azueta” D-111, en el que que también se creará un arrecife artificial para contribuir a la conservación de uno de los parques nacionales considerado como único en el Golfo de México por su tamaño, número de especies y por la resiliencia de las colonias coralinas.

 

 

/cms/uploads/image/file/339824/post_03Nov_PARTICULAS_2_1_.jpg
Inicia temporada de partículas, toma precauciones