Todas las mañanas una embarcación a cargo del Museo de la Ballena zarpa desde la marina de San Felipe, Baja California, para localizar y extraer las redes fantasmas en las que se enmallan ejemplares del cetáceo más pequeño del mundo.

“Narval” es un buque tripulado que surca el Mar de Cortés con un solo propósito: retirar las redes que tan solo este año suman 38 mil kgs y que fueron colocadas y abandonadas por pescadores furtivos para convertirse en una trampa mortal para la vaquita marina.

Diego Ruiz, oriundo de Coyoacán, biólogo y ambientalista de corazón, a través del estudio y rescate de mamíferos marinos, nos cuenta que “Narval”, al igual que otros barcos del Museo de la Ballena, está dedicado cien por ciento al esfuerzo internacional más importante para salvar a la marsopa endémica de México.

A “Narval” le acompañan otras doce embarcaciones más pequeñas. Una de la Secretaría de Marina para seguridad de la tripulación y otras que, cuando encuentran una red, la señalizan con una boya para su posterior extracción. Además, con un sistema de localización profunda, “Narval” identifica en un radar las redes de pesca ilegal, tanto activas como inactivas.

“Limpiamos el camino para que los científicos realicen las operaciones de búsqueda de la vaquita marina, con la ayuda de delfines… Soy fanático de los mamíferos marinos, entrego mi vida completa por ellos, mi lana completa, y mi familia me ha apoyado muchísimo para dedicarnos a esto… si no cuidamos lo que hay a nuestro alrededor no habrá manera de que la libremos como especie humana”, narra con gran emoción nuestro amigo Diego.

Además, el Museo de la Ballena no está solo en esta tarea. Entre otras instituciones y organizaciones que se suman a la extracción de redes fantasma se encuentran SEMARNAT, CONANP, PROFEPA, INECC, La Armada, El Ejército, Sea Shepherd, WWF México y Pesca ABC.