Ricardo Rebolledo, oficial de conservación de la National Marine Mammal Foundation, es el administrador de las instalaciones terrestres del santuario de la vaquita marina, en coordinación con el Gobierno de la República.

Más de 23 años ha dedicado su talento como entrenador de delfines, enfocado al rescate animal. También como instructor en talleres organizados por la Comisión Ballenera Internacional así como de otras organizaciones nacionales e internacionales ha colaborado en acciones para liberar grandes mamíferos marinos de las redes de enmalle, así como regresarlos al mar en situación de varamiento.

Atender a las ballenas que terminan atrapadas en redes de las costas del Pacífico y del Atlántico ha sido su misión de vida y en este momento, en San Felipe, Baja California, su principal aportación es aplicar todos sus conocimientos en cuidado animal para la conservación, protección y recuperación de la vaquita marina.

“Estamos aquí por nuestra convicción de querer de salvar una especie al borde la extinción. Aunque nos encontramos en una posición en la que nadie quería llegar, al final, todos los que estamos aquí tenemos la convicción de que únicamente como equipo podemos sacar esto adelante”.

Y subraya: “Nadie está aquí para ponerse la medallita, para un gol personal. Estamos aquí porque creemos en la conservación, porque queremos ayudar y porque nuestro compromiso existe”.

Ricky, como cariñosamente todos le llaman, advierte: “Muchas personas van a decir ¿por qué no lo hicieron antes? Van a fracasar. Lo único que me gustaría es que todos estén conscientes que las personas que están aquí son las mejores del mundo y que están dando lo mejor de sí, mental, física y emocionalmente, para que las cosas pasen.”

Como ambientalista y mexicano, Ricky concluye con un llamado a la acción. Agradece la buena vibra, pero sobre todo nos pide ayuda en difusión: “Si tenemos educación en la niñez, en el Estado, en el mundo, vamos a tener mejores resultados en las áreas protegidas. La mejor manera en que nos pueden apoyar es educándose y educando. Si hay buena voluntad, aportemos en la vida real, no solo con like”.

 

 

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Conservación a perpetuidad