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Proteger los ecosistemas y la biodiversidad cobró auge durante la Administración Federal 2012-2018, que dio grandes zancadas para preservar y/o restaurar las zonas del territorio nacional –acuáticas, terrestres e insulares— conocidas como áreas naturales protegidas (ANP), sobre las cuales la nación ejerce su soberanía y jurisdicción con fines de conservación.

    Fue condición necesaria, en diciembre de 2012, dar solidez a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), institución rectora de las ANP, así como justipreciar su capital humano, por lo cual, a los 747 osados guardaparques que constituyen el personal técnico y científico de las ANP se les otorgó certeza laboral después de varios años de labores, al modificar su estatus de trabajadores eventuales e integrarlos al personal de estructura.

48 nuevos planes de manejo

Al principio del sexenio, distintas ANP carecían de estrategias de conservación y uso. Por lo tanto, fue necesario elaborar 48 programas de manejo que cubren 50.2 millones de hectáreas y que, al ser instrumentos rectores de planeación y regulación, establecen hoy las actividades, acciones y lineamientos básicos para su manejo y administración. El aumento de estas herramientas sobre el total acumulado en gobiernos anteriores es de 390 por ciento.

Como es bien sabido, México posee la mayoría de los ecosistemas terrestres, marinos e insulares; la casi totalidad de las especies vegetales que existen, la mitad de ellas endémicas; una superficie forestal de 138 millones de hectáreas, cerca de la mitad arbolada; tanto el 50 por ciento de los reptiles como de los mamíferos habidos, y de estos últimos el 32 por ciento es exclusivo del país.

Por esa megadiversidad que abriga una amplia variedad de ecosistemas, México figura entre los países más reconocidos globalmente, lo que implica una enorme responsabilidad irrenunciable que asumió, con todas sus implicaciones, el gobierno de la República, y que redundó en mantener en alto la valoración internacional.

Hoy suman 182 ANP

Esta riqueza no solo ha sido salvaguardada, sino que se triplicó la superficie de ANP al ser decretadas como tales el Áreas de Protección de Flora y Fauna Cerro Mohinora, las reservas de la Biósfera Caribe Mexicano, Islas del Pacífico de la Península de Baja California, Pacífico Mexicano Profundo y Sierra Tamaulipas, así como el Parque Nacional Revillagigedo, con las cuales suman 182 las ANP federales.

Los decretos de creación de las nuevas ANP protegen 65.8 millones de hectáreas y marcan un hito en la política pública ambiental de México, al aumentar el gobierno de Enrique Peña Nieto, 71.8%, la superficie total salvaguardada en 100 años de historia de la conservación de nuestro país.

Parque Nacional Revillagigedo, totalmente protegido

Por si fuera poco, el decreto del Parque Nacional Revillagigedo (PNR) entraña importancia trascendental, ya que conforma la zona marina totalmente protegida más grande de América del Norte donde quedó prohibida toda actividad extractiva, los asentamientos humanos y la construcción de cualquier infraestructura en una extensión de 14.8 millones de hectáreas que son hábitat de 983 especies, 88 de ellas endémicas.

Con ello, la superficie natural protegida del país abarca hoy 91 millones de hectáreas: 70 millones marinas y 21 millones terrestres, tal como se anunció en la Conferencia de las Partes 2016 (COP13), con lo cual México no solo cumplió anticipadamente la Meta 11 de Aichi sobre protección de los mares al salvaguardar con no solo el 10 por ciento de las zonas marinas, según el compromiso mundial, sino duplicarlo, con más de 22 por ciento.

Para garantizar la protección del Parque Nacional Revillagigedo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) mantiene una alianza estratégica con las fuerzas armadas que incluye la participación de la Secretaría de Marina (SEMAR), una inversión de más de 100 millones de pesos para cuidado y protección del Parque y la construcción de dos estaciones navales, una en Isla Socorro y otra en Isla Clarión, donde habrá presencia permanente de la Marina con lanchas rápidas y sistemas de video-vigilancia.

Y más allá de lo anterior, en la Lista de Bienes de Patrimonio Mundial de la UNESCO se inscribieron cuatro nuevas ANP. Hoy México cuenta con 35 sitios inscritos en la lista, de los cuales 2 son mixtos, por su valor natural y cultural: La Reserva de la Biósfera Calakmul, en Campeche, y la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, en Oaxaca y Puebla. Además, dos ANP ingresaron a la Red Mundial de Reservas de la Biosfera MAB-UNESCO y ocho nuevos humedales se integraron a los sitios.

Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación

Complemento de gran importancia en el Sistema de ANP han sido las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC). A las existentes en 2012 se sumaron durante la actual Administración 94, que cubren una superficie total de 163 mil hectáreas, lo que representa un aumento de 37 por ciento sobre lo acumulado en las administraciones anteriores.

Adicionalmente se obtuvo el destino para conservación de más de 2,500 km de la Zona Federal Marítimo Terrestre de México tanto en el Pacífico como en el Atlántico, equivalente a la suma de la línea costera que abarca desde Sinaloa hasta Guerrero y la mitad de la costa de Oaxaca.

Dentro de las ANP, entre 2012 y 2018 se avanzó notablemente en la recuperación de distintas especies en peligro de extinción, incluyendo al jaguar, la guacamaya roja, la ballena gris, el flamenco rosado, el cóndor de California, el lobo gris mexicano, el bisonte, el berrendo y el águila real, entre muchas otras. Además, 254 millones de crías de tortugas marinas fueron liberadas al mar.

Vaquita marina, un hito de la conservación

En torno a la vaquita marina, especie emblemática de México, a convocatoria y con el impulso del Gobierno de la República se logró una sinergia nunca antes vista entre científicos, gobiernos y sociedad civil por la conservación de especie alguna. El foco de atención internacional se centró en el pequeño cetáceo mexicano que habita la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y que se convirtió en ícono de la conservación mundial, al dar certeza sobre la posible recuperación de una especie listada en crítico peligro de extinción.

Por otra parte, se impulsaron en las ANP 15 proyectos de asistencia técnica y financiera por un monto aproximado de 140 millones de dólares provenientes de la cooperación internacional. Y, mediante los programas de subsidio para favorecer el desarrollo de las comunidades en las ANP, se desarrollaron más de 14 mil proyectos que beneficiaron a más de 200,000 personas en 8,400 localidades de todo el país.

Vigilancia de las ANP

La delicada, exigente y profesional labor de nuestros guardaparques de la CONANP en regiones aisladas debió ser blindada. Con ese propósito, y para reforzar la vigilancia en las ANP que son auténticos reservorios de joyas naturales, mediante un convenio con la Comisión Nacional de Seguridad se creó, en 2016, la División Ambiental de la Gendarmería, un cuerpo policiaco de 1,380 efectivos debidamente capacitados.

Con presencia en 21 ANP, en dos años la corporación ambiental ha logrado reducir en 94 por ciento la tala clandestina en la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca como parte del Programa de Combate a la Tala Clandestina de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (PROFEPA), y ha asegurado un 88.2 por ciento más de metros cúbicos de madera con un menor número de inspecciones respecto de la administración anterior.

La PROFEPA protege nuestros mares en alianza estratégica con la SEMAR y, recientemente, con la participación de la Gendarmería Ambiental. Vigila especialmente el polígono de protección de la vaquita marina en el Alto Golfo de California, compleja tarea frente a una delincuencia organizada que persiste.

Sello de resultados contundentes

En diciembre de 2012 el presidente Enrique Peña Nieto aceptó con gran ánimo el complejo desafío ambiental, y desde entonces y hasta el cierre de su Administración se emprendieron tareas cada vez más ambiciosas que dieron resultados fidedignos, certificados incluso por instancias nacionales e internacionales de sobrado reconocimiento.

La intensa labor desarrollada en nuestras ANP sella con resultados contundentes la Administración 2012-2018, y estos sitios donde la naturaleza se conserva en estado prístino, son motivo de orgullo para todos los mexicanos, pero también una responsabilidad mayúscula que debemos asumir juntos gobierno y sociedad, porque constituyen un bien común de la humanidad.

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