Es posible participar en la conservación de manglares, bosques, selvas, desiertos y vida silvestre que habita en ellos, si el o los propietarios o poseedores legales de una extensión territorial deciden que algún predio sea Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC) y se comprometen a preservar los recursos naturales que existen en la misma.

Este mecanismo de conservación ha sido bien aceptado por la sociedad civil desde 2002, aun cuando las reformas a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente sobre las ADVC datan del 16 de mayo de 2008. Los avances registran que:

·        Estas superficies son consideradas Áreas Naturales Protegidas de competencia federal.

·        Entre junio de 2002 y agosto de 2017 se certificaron 388 áreas en  20 estados del país que representan más de 417,562 has.

·        Entre otros, participan 11 grupos étnicos que involucran a cerca de 85,998 personas

·        Los propietarios de las ADVC establecen, administran y manejan sus propias áreas naturales protegidas.

·        Mediante esta figura, la ciudadanía ofrece imponentes paisajes y asombrosos fenómenos naturales que ocurren dentro de las ADVC.

·        La CONANP proporciona a los voluntarios respaldo institucional ante los gobiernos municipales, estatales, e internacionales, lo mismo que ante las ONG, fundaciones o cualquier fuente de asesoría o financiamiento.

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