Por Rafael Pacchiano Alamán

Referencia obligada en la historia del pueblo mexicano, el águila real (Aquila chrysaetos), además de representar un símbolo patrio, desempeña una función ecológica muy importante al contribuir a la salud de los ecosistemas.

Hoy se dio un paso más en las tareas de conservación de esta especie: el presidente de México, Enrique Peña Nieto, inauguró el Centro Nacional de Control y Protección del Águila Real en el H. Colegio Militar.

Este recinto, con una superficie de 9 mil 672 metros cuadrados, opera en la Unidad de Manejo Ambiental del Colegio Militar. Sin duda un gran paso para la recuperación de esta ave rapaz que está incluida en la lista de especies en riesgo en la categoría de Amenazada, de acuerdo con la NOM 059-SEMARNAT-2010.

La imagen de esta ave de presa de hasta 6 kilos de peso y más de dos metros de envergadura entre las alas, considerada por los antiguos pobladores águila suprema o águila dorada por su plumaje café oscuro con color dorado en el cuello y hombros, posa no solo en el centro de nuestra bandera nacional, sino en el inconsciente colectivo mexicano.

Sus ojos color miel reflejan la inteligencia y agudeza en su vuelo vertiginoso de 240 km/h para capturar liebres, conejos, perritos de la pradera y otros pequeños mamíferos. De ahí su importancia ecológica al regular las poblaciones de sus presas y ser una especie “sombrilla” porque su protección conlleva a la conservación de la fauna y la flora que existen en su hábitat.

Este Centro, sin duda, será uno de los principales recintos para la conservación de nuestra ave, símbolo patrio y de identidad de todos los mexicanos.

/cms/uploads/image/file/321955/mi_ambiente.jpg
Conoce nuestra revista digital