El 23 de agosto, México celebra el Día Nacional del Cocodrilo, con el fin de concientizar a la población sobre la importancia de conservar a los que hoy son los reptiles más grandes de la Tierra, y que han sobrevivido desde hace 240 millones de años, de los cuales nuestro país cuenta con tres de las 23 especies: cocodrilo de río o real (Crocodylus acutus), cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) y caimán (Caiman crocodilus).

De cuerpo plano y largo, los cocodrilos figuran entre los más grandes depredadores del planeta. Poseen protuberancias óseas en el dorso que los protegen de ser atacados. Sus dientes asoman en el contorno de unas fauces alargadas que anuncian mandíbulas potentes capaces de romper cualquier hueso, y su recia cola mide casi la mitad de un cuerpo más oscuro en el lomo que en la zona ventral.

Después de 40 años de estar el cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii), seriamente amenazado por la cacería y el comercio no regulado de sus pieles, el monitoreo realizado de 2011 a 2013 por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad determinó que su población sumaba 79 mil individuos en buen estado y con potencial para desarrollar proyectos productivos sustentables en beneficio de las comunidades locales y de conservación de la especie.

El cocodrilo de pantano se ubicaba entonces en las categorías de menor riesgo tanto de la NOM-059-SEMARNAT-2010 (Sujeta a Protección Especial), como de la Lista Roja de la IUCN 2012 (menor preocupación). En 2010 la especie fue transferida del Apéndice I al II (menos restrictivo) de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), y en 2012 se eliminó del Acta de Especies en Riesgo de Estados Unidos (ESA) permitiendo la exportación de pieles a ese país.

También en noviembre de 2013 las poblaciones mexicanas del cocodrilo de río (Crocodylus acutus) se recuperaban, por lo cual se solicitó al Comité de Fauna de la CITES (AC27; Veracruz, abril 2014) cambiar a la especie del Apéndice I de la CITES al II. Se pidió a los expertos elaborar una propuesta de sitios para incluir a la especie en la plataforma de monitoreo permanente de cocodrilos de México.

Seis años después de la transferencia al Apéndice II de la población de cocodrilo de pantano de México, en 2016 el programa de monitoreo nacional del C. moreletii reflejó que las poblaciones silvestres del mismo presentaban buen estado y potencial para desarrollar proyectos productivos sustentables en beneficio de las comunidades locales y de la conservación de la especie y su hábitat.

A 2015, la población del cocodrilo de pantano en México se había mantenido entre 54,000 y más de 100,000 individuos (Sánchez et al., 2012, 2015; CONABIO, 2016).

 

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