Las ciudades del mundo en su conjunto producen entre 7 mil y 10 mil millones de toneladas de residuos por año, volúmenes que merman la hacienda de los gobiernos locales empeñados en cumplir con los requisitos básicos de gestión de residuos, principalmente en los países de bajos ingresos, a los cuales les representa un gasto promedio de 20% de sus presupuestos y menos del 3% en saneamiento.

Ante estas cifras que aporta ONU-Hábitat, y que crecen inexorablemente tanto por el aumento demográfico global como por el incremento en la generación de productos y servicios para atender las necesidades de la población, se enfoca este 7 de octubre la celebración del Día Mundial del Hábitat, bajo el lema "Tecnologías de punta como herramientas innovadoras para transformar los residuos en riqueza y prosperidad".

En Yaundé, capital de Camerún, ONU-Hábitat entregará el “Pergamino de Honor” a las mejores prácticas en este ámbito, con el fin de recordar una vez más que “Todas las personas tienen el poder y la responsabilidad de mejorar el lugar donde viven”, como ha insistido en afirmar su directora ejecutiva, Maimunah Mohd Sharif.

El organismo centra este año sus esfuerzos en resaltar la implicación de todos los niveles de gobierno y partes interesadas relevantes para reflexionar sobre la aplicación de iniciativas concretas que garanticen viviendas adecuadas y accesibles en el contexto de la ejecución de la Nueva Agenda Urbana a todos los niveles, así como el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 11: lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

También da seguimiento a la temática de 2018, "Gestión de residuos sólidos municipales", pero propone ir más allá y apuntalarse en el uso de las tecnologías de vanguardia en la gestión sostenible de los desechos humanos en las urbes, sean estos sólidos, líquidos, domésticos, industriales o comerciales, por su impacto devastador en el cambio climático, la salud pública y el medio ambiente.

Para abordar de manera pronta y eficaz el problema, ONU-Hábitat propone el uso de las tecnologías de punta por su inmenso potencial para mejorar la forma en que las personas trabajan y viven, con el fin de acelerar significativamente los esfuerzos para alcanzar los ODS y abordar el problema del cambio climático.

Se busca, añade, que avances como la automatización, la robótica, los vehículos eléctricos, las tecnologías de energía renovable, las biotecnologías y la inteligencia artificial puedan transformar los ámbitos sociales, económicos y ambientales, ya que ofrecen las mejores soluciones, más baratas, rápidas, escalables y fáciles de usar para los problemas cotidianos, incluida la gestión de residuos.

Estas tecnologías constituyen herramientas innovadoras para transformar los residuos en riqueza y prosperidad, señala ONU-Hábitat, y cita entre ellas:

Análisis de Big Data: proporciona flujos de información en tiempo real a través del Análisis de conjuntos de grandes cantidades de datos, al tiempo que facilita la segmentación y la orientación dentro de ese conjunto de datos.

Impresión 3D: produce objetos a través de un proceso simple de estratificación y permite una producción y creación de prototipos de productos y componentes complejos de menor volumen y más rápido y barato.

El Internet de las Cosas: la extensión de la conectividad de Internet a dispositivos físicos y objetos cotidianos, lo que permite una mejor supervisión y gestión.

Nanotecnología: fabricación y uso de materiales a escala infinitesimal, que actúan de manera diferente a sus contrapartes más grandes.

Polímeros sostenibles: materiales plásticos que abordan las necesidades de los consumidores sin dañar el medio ambiente, la salud y la economía.

Tecnologías de energías renovables: incluye la energía eólica, bio y solar, con potencial para reducir sustancialmente las emisiones de carbono en la producción de energía.

Drones y pequeños satélites personalizados: otros enfoques innovadores, como nuevos modelos de negocio, sistemas de productos y servicios.

ONU-Hábitat advierte que la falta de una gestión adecuada de los desechos ha resultado en una contaminación excesiva del aire, el suelo y el agua; amenaza la salud pública, los ecosistemas y la biodiversidad y acumula inmensas cantidades de desechos en los océanos del mundo, especialmente porque el 90% de las áreas urbanas se ubican en las costas.

Asimismo, los plásticos que ingresan a los océanos están matando a 100 mil animales marinos cada año, y esta contaminación tiene considerables efectos económicos en el turismo, la pesca y la atención médica que tiene un costo cercano a 375 dólares por tonelada métrica de desechos sólidos.

Se calcula que cada 30 segundos una persona muere debido a enfermedades causadas por el mal manejo de los desechos, como diarrea, malaria, enfermedades cardíacas y cáncer, lo que representa entre 400 mil  y un millón de muertes al año.

Día Mundial del Hábitat 2019, es una jornada para reflexionar en medidas de vanguardia que faciliten los procesos de mitigación y adaptación en la resiliencia del entorno. 

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