Con el lema dedicado a la restauración de los humedales, este 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, México se une al llamado de la Organización de las Naciones Unidas para trabajar en acciones de conservación de estos ecosistemas que representan el 5% de la superficie mundial, además de invitar a la ciudadanía a conocerlos y protegerlos.

Los humedales son toda área terrestre saturada o inundada de agua de manera estacional o permanente. Hay humedales continentales como lagos, ríos, arroyos, marismas, turberas, lagunas, llanuras de inundación y pantanos. Entre los humedales costeros se incluyen todo el litoral, manglares, marismas de agua salada, estuarios, albuferas o lagunas litorales, praderas de pastos marinos y arrecifes de coral (Convención de Ramsar).

Los manglares se encuentran entre los ecosistemas más productivos de la biosfera, capturan y almacenan carbono, contribuyen a la protección de las costas, a la resiliencia y son hogar de una buena parte de la biodiversidad; entre las especies que reúnen existen muchas de importancia comercial.

Son hábitat de aves acuáticas, proporcionan directa o indirectamente la mayor parte del agua dulce del mundo, tanto para consumo humano y animal como para riego. Son sitios fértiles para cultivos, además de ser propicios para el desarrollo de la pesca.

Sin embargo, de acuerdo con la Perspectiva Mundial de los Humedales 2018, desde 1970 se ha perdido el 35% de estos ecosistemas.

Ante esta problemática, en 1971 nace la Convención de Ramsar, acuerdo mediante el cual hay un compromiso para conservarlos, designar sitios para incluirlos en la Lista Ramsar de Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar).

En esta lista, México cuenta con 144 humedales designados como Sitios Ramsar, con una superficie de 8,721,911 hectáreas, número muy por arriba de los demás países de América del Norte, América Latina y el Caribe.

El 3 de noviembre de 2022 fue designado como sitio Ramsar el Área de Protección de Recursos Naturales Lago de Texcoco . Este sitio, con el número 2,469, tiene una superficie de 10,077 hectáreas y es el principal cuerpo de agua en la cuenca del Valle de México. Es hábitat de más del 60% de la diversidad de aves del Estado de México, como el pato mexicano (Anas diazi), y refugio para un gran número de aves migratorias, como el chorlo nevado (Charadrius nivosus) y playerito occidental (Calidris mauri). Alberga un promedio anual de 150 mil aves migratorias.

También se designó con el número 2,468 la Reserva Estatal Ciénagas y Manglares de la Costa Norte de Yucatán que cubre 17,444 hectáreas. Es un importante corredor biológico, hogar de tres especies de manglares Rhizophora mangle, Avicennia germinans y Laguncularia racemosa.

Nuestro país ha realizado diversas acciones para conservar y restaurar estos ecosistemas. En abril del año pasado, la Semarnat publicó el Acuerdo mediante el cual se establece el Hábitat Crítico para la conservación de la vida silvestre en los Humedales de Montaña “La Kisst” y “María Eugenia”, en el municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, con el compromiso de emprender medidas o acciones para su preservación, conservación, aprovechamiento sustentable y protección.

Además, la Conabio desarrolló el Sistema de Monitoreo de los Manglares de México, que permite realizar un seguimiento permanente de estos ecosistemas y con ello determinar el estado y las tendencias de cambio, así como las amenazas existentes y la aparición de nuevos desafíos.

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