A lo largo de mil 541 has., en 12 municipios de los estados de Puebla e Hidalgo una majestuosa sierra resguarda la Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa, hábitat del jaguar, pero también de aves como la tucaneta y la oropéndola Moctezuma, y de ofidios de potente veneno como la nauyaca real, la serpiente de cascabel y la víbora de cascabel transvolcánica.

Sus bosques tropical perennifolio, de galería, mesófilo de montaña, de pino encino, de pino y su pastizal inducido, constituyen ecosistemas importantes para la captación de agua. La región es reconocida como Sitio Ramsar por su sistema de represas y corredores biológicos, y el 20 de octubre de 1938 fue decretada Zona Protectora Forestal Vedada por el presidente Lázaro Cárdenas.

Fauna endémica como el sapo pinero, lili, rana de árbol poblana, rana manchada, hediondilla, y las culebras listonada de montaña cola larga y encapuchada de Bocourt tienen su hogar en estos bosques amenazados por la tala que impacta la captación de los acuíferos, empobrece los suelos, forma cárcavas, modifica el clina y causa inundaciones e incendios forestales.

Hoy en su 79 aniversario, se destaca que ante tales amenazas, la SEMARNAT, a través de la CONANP, impulsa estrategias que permitan lograr un manejo sustentable de los recursos forestales, contribuyan al desarrollo socioeconómico de ejidatarios, comuneros, pequeños propietarios, comunidades indígenas y demás propietarios o poseedores.

Impulsa además el respeto a las capacidades de carga de los ecosistemas que integran las comunidades forestales, así como su manejo y aprovechamiento regulado a través de las instancias gubernamentales.

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