Los transportes sustentables se dividen en dos categorías: de uso individual y de uso colectivo.

En la primera categoría, además de las bicicletas tradicionales y las bicicletas eléctricas o e-bikes, se encuentran los scooters eléctricos y los autos o vehículos en las siguientes modalidades: eléctricos, híbridos y los eléctricos impulsados con pila de combustible de hidrógeno.

Los scooters eléctricos permite desplazarse con mayor velocidad que una bicicleta, lo cual representa una ventaja sobre la primera cuando se requiere de un desplazamiento a mayores distancias en poco tiempo.

Un automóvil o vehículo eléctrico es propulsado por uno o más motores eléctricos usando energía eléctrica almacenada en baterías recargables. Los motores eléctricos son hasta tres veces más eficientes que un motor de combustión interna.

Los autos híbridos utilizan para su propulsión un sistema que combina un motor de combustión interna y uno o varios motores eléctricos. Otros tipos de sistemas de propulsión híbridos incorporan una celda de combustible, supercondensador, motor de aire comprimido o batería inercial, en combinación con un motor de combustión o eléctrico.

En cuanto a los autos o vehículos eléctricos impulsados con pila de combustible de hidrógeno, éstos utilizan hidrógeno diatómico como su fuente primaria de energía para propulsarse. Se considera un vehículo de cero emisiones pues el único subproducto del hidrógeno consumido es el agua, que adicionalmente puede también mover una microturbina.

A diferencia de las bicicletas, los scooters y autos sustentables en sus distintas versiones no requieren de la construcción de infraestructura especial, sin embargo no tienen impacto en la disminución de la congestión de vialidades.

Fuente: CAME

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