/cms/uploads/image/file/272465/portada.jpg

El Vivero Coyoacán es un Parque Nacional administrado por el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en donde se realiza la producción de planta cuyo objetivo/destino es la donación de árboles para reforestar toda la zona conurbada del Distrito Federal; las diversas especies forestales con que cuenta el Vivero Coyoacán, son otorgadas a los diferentes sectores que integran nuestra sociedad: público, privado, local, federal, escolar, organizaciones entre otras.

Todo ello con el objetivo de seguir contribuyendo en la conservación de nuestro ambiente. En la actualidad el Vivero Coyoacán constituye uno de los grandes pulmones de la Ciudad México.

Horario del parque: Lunes a domingo de 6:00 a 18:00 horas

Fundación del Vivero Coyoacán

Miguel Ángel de Quevedo, conocido como el “Apóstol del árbol”, donó en 1901 una hectárea de terreno perteneciente al rancho Panzacola para crear un Vivero.

En los años siguientes el Ingeniero buscó el apoyo de diversas autoridades para lograr su objetivo. En 1907 consiguió el apoyo de José Ives Limantour, Secretario de Hacienda en esa fecha, quien visitó el Vivero Coyoacán y quedó muy impresionado por la cantidad de árboles en el lugar. El funcionario de hacienda convenció al entonces Presidente de México, General Porfirio Díaz, de visitar el lugar. El Presidente quedó sorprendido también y decidió que el proyecto merecía el apoyo de su gobierno. El mismo año se logró su fundación, siendo el primer Vivero forestal mexicano.

/cms/uploads/image/file/272466/fundacion1.jpg

Tarjeta postal del Vivero Coyoacán. Fuente: Compilación, Estudio y Notas de la revista México Forestal. 2007.

/cms/uploads/image/file/272467/fundacion2.jpg

Tarjeta postal del Vivero Coyoacán. Fuente: Fototeca Nacional del INAH.

Adquisición de predios para el Vivero Coyoacán

Entre 1911 y 1934 el Gobierno Federal fue comprando propiedades que posteriormente integrarían las 39 hectáreas que actualmente constituyen el Vivero, como fue el caso de una parte de la hacienda de San Pedro Mártir, denominada Potrero del Altillo, de la cual el gobierno arrendo y posteriormente adquirió 301,452 metros cuadrados para anexarlos a la superficie del vivero. Otras personas que también vendieron predios a las autoridades federales, fueron: Ángela Ramírez viuda de Candecho (974 metros cuadrados); Refugio Zamora (902 metros cuadrados) y María de Jesús viuda de Mejía (972 metros cuadrados), entre otras.

/cms/uploads/image/file/272476/adquisicion1.jpg

Tarjeta postal del Vivero Coyoacán. Fuente: Compilación, Estudio y Notas de la revista México Forestal. 2007.

/cms/uploads/image/file/272475/adquisicion2.jpg

Pinos en el Vivero Coyoacán. Fuente: Fototeca Nacional del INAH.

Propagación de árboles

El Vivero Coyoacán fue la primera reserva forestal destinada a propagar especies arbóreas y proveer de especies a los jardines públicos y privados de la capital del país. Los árboles que antes se compraban a altos costos, eran aquí reproducidos por millares, ahorrándole al gobierno grandes sumas de dinero por el concepto de importación de estos. Las primeras especies arbóreas que se aclimataron en el año de 1925 fueron alrededor de 50: cuatro variedades de eucalipto, ocho especies de acacia, dos de álamo blanco de Canadá, tamárix, sauce, casuarina, sicomoro y varias de pino.

En el Vivero se reproducían cerca de dos millones de árboles al año, los cuales eran distribuidos de manera gratuita entre particulares; fueron propagadas hasta 400 especies arbóreas, unas destinadas a las repoblaciones forestales y otras para las arboledas de alineación y ornato de la Ciudad de México. Con esta estrategia se logró en pocos años que toda la llanura del sur de la capital se cubriera de árboles. Al urbanizarse esta zona, ya contaba con adecuados jardines y arboledas de alineación. Éstas se extendieron incluso a los pedregales basálticos de Coyoacán y San Ángel y a las Lomas del poniente.

/cms/uploads/image/file/272477/propagacion1.jpg

Tarjeta postal del Vivero Coyoacán. Fuente: Compilación, Estudio y Notas de la revista México Forestal. 2007.

/cms/uploads/image/file/272478/propagacion2.jpg

Tarjeta postal del Vivero Coyoacán. Fuente: Fototeca Nacional del INAH.

El Vivero durante la Revolución Mexicana

Cuando el General Porfirio Díaz renuncia a la Presidencia el 25 de mayo de 1911 durante la Revolución, el presidente Francisco I. Madero mantuvo el apoyo al proyecto del Vivero. Sin embargo, cuando éste fue asesinado en 1913, el Vivero dejo de ser del interés para el Gobierno cuando el usurpador Victoriano Huerta subió al poder.

Incluso, en 1914, el Ingeniero Quevedo se vio obligado a abandonar el país por su desacuerdo con el régimen Huertista, justo cuando el Vivero Coyoacán era la pieza central de un sistema que producía anualmente 2.4 millones de árboles.

/cms/uploads/image/file/272480/revolucion1.jpg

Francisco I. Madero con Victoriano Huerta y Harrootian durante el paso de revista a las fuerzas federales. Fuente: Fototeca Nacional del INAH.

/cms/uploads/image/file/272479/revolucion2.jpg

Comida ofrecida a los jardineros del Vivero Coyoacán. (ca. 1920). Fuente: Lorena Martínez González. 2008. Árboles y áreas verdes urbanas de la ciudad de México y su zona metropolitana.

Decreto de Parque Nacional "El Histórico Coyoacán"

Una vez terminada la parte más difícil del periodo armado de la Revolución, en 1917 el gobierno de Venustiano Carranza decretó oficialmente la existencia del Parque.

En los años treinta del siglo pasado, el Vivero abrió sus puertas al público como Parque y el 26 de septiembre de 1938, fue declarado por decreto del presidente Lázaro Cárdenas, junto con todo el poblado de Coyoacán, como Parque Nacional bajo el nombre de “El Histórico Coyoacán”.

/cms/uploads/image/file/272489/decreto1.jpg

Gabinete de Lázaro Cárdenas. Fuente: Fototeca Nacional del INAH.

/cms/uploads/image/file/272488/decreto3.jpg

Miguel Ángel de Quevedo con Lázaro Cárdenas, presidente de México de 1934 a 1940 y quien le encargó la creación y la jefatura del Departamento Autónomo Forestal y de Caza y Pesca, 1939. Fuente: Compilación, Estudio y Notas de la revista México Forestal. 2007.

/cms/uploads/image/file/272487/decreto2.jpg

Tarjeta postal del Vivero Coyoacán. Fuente: Fototeca Nacional del INAH.

Árboles para la ciudad

Las arboledas del Vivero Coyoacán constituían en conjunto un importante macizo forestal; dispuestas a modo de cortinas rompevientos, daban protección a las plantas jóvenes crecidas en almácigos y, a su vez, servían para alinear las calzadas interiores formadas. Estos mismos diseños de alineación de arbolado fueron utilizados en las principales avenidas de la Ciudad de México de aquellos años.

/cms/uploads/image/file/272492/arboles.jpg

La Avenida Juárez, con sus arboledas de alineación, a la altura de la Alameda Central. Ciudad de México, 1904. Fuente: Compilación, Estudio y Notas de la revista México Forestal. 2007.

Con la participación del personal del gobierno francés y de los alumnos de la Escuela de Guardas Forestales, pronto se lograron aclimatar arboles frutales provenientes de California y Francia, lo que dio un gran impulso al campo de la fruticultura en el país. En poco tiempo, manzanos, membrillos, perales, tejocotes, durazneros y otros frutales se produjeron en grandes cantidades.

/cms/uploads/image/file/272491/arboles2.jpg

Miguel A. de Quevedo (sexto de izquierda a derecha), junto a forestales franceses y mexicanos, fue el principal impulsor de las áreas verdes urbanas a principios del sigo XX. Fuente: Lorena Martínez González. 2008. Árboles y áreas verdes urbanas de la ciudad de México y su zona metropolitana.

Día del Árbol

El 7 de julio de 1958 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto que instruye permanentemente la celebración de la fiesta del Bosque en todo el país, durante el mes de julio de cada año y que tendrá por objeto enaltecer la valiosas funciones del bosque, divulgar y llevar a la práctica métodos de protección y aprovechamiento forestal y al mismo tiempo establecer, restaurar y ampliar zonas boscosas en terrenos de tipo forestal.

En dicho Decreto, se establece que la celebración del Día del Árbol tendrá lugar en toda la República el segundo jueves del mes de julio de cada año, en la forma tradicional en que han venido efectuándose y estará coordinada con las actividades de la fiesta del Bosque.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales busca reinstaurar la conmemoración de este día y de esta forma contribuir al fortalecimiento de una cultura de conservación y valoración de los recursos naturales.

/cms/uploads/image/file/272500/monumento.jpg

/cms/uploads/image/file/272499/Monumento_placa_1970.jpg

/cms/uploads/image/file/272498/monumento_dia1.jpg

/cms/uploads/image/file/272497/monumento_dia2.jpg

/cms/uploads/image/file/272495/monumento_dia3.jpg

/cms/uploads/image/file/272496/monumento_placa2015.jpg

El Vivero como espacio público

La zona fue aumentando en importancia; en 1973 se hacían largos recorridos para los estudiantes de educación media, quienes observaban documentales acerca del cuidado de la naturaleza y recibían como obsequio pequeños árboles.

En los años ochenta se continuó promoviendo la propagación de especies forestales y fue en esta década cuando se iniciaron las exposiciones de viverismo y floricultura, a la par que las actividades deportivas comenzaron a crecer dentro del Vivero. Para 1995 se contabilizó la visita de mil deportistas diarios.

Actualmente el Parque está bajo la jurisdicción de la SEMARNAT. Los Viveros es uno de los pocos espacios públicos donde tienen lugar diversas actividades familiares e individuales sanas y culturales. Es un área donde se difunde y promueve el respeto y conocimiento sobre la naturaleza. Durante largos años, del Vivero Coyoacán han salido muchos de los árboles que hoy vemos en otros parques, camellones y banquetas de nuestra Ciudad.

/cms/uploads/image/file/272501/viveroespacio.jpg