Meta 1: Reducir la contaminación del aire

El crecimiento económico y poblacional en la región fronteriza México-Estados Unidos ha tenido un impacto significativo en la calidad del aire urbano y rural. Hoy en día, la contaminación del aire presenta un riesgo ambiental substancial en algunas de las comunidades fronterizas que son frecuentemente expuestas a elevadas concentraciones de emisiones de material particulado PM10 y PM2.5, ozono, y contaminantes tóxicos del aire. Las emisiones provenientes de la generación de generación electricidad, y otras fuentes industriales, caminos no pavimentados, camiones de diesel, autobuses y automóviles, incluidos aquellos en espera con el motor encendido en los cruces, son contribuyentes a la mala calidad del aire a lo largo de la frontera.
La región fronteriza incluye un número de ciudades que comparten cuencas atmosféricas comunes; por lo tanto, actividades en una ciudad pueden afectar directamente a la otra, ya sea en el mismo país o a través de la frontera. Como tal, las estrategias y soluciones para hacer frente a la contaminación del aire a lo largo de la frontera necesitan ser desarrolladas e implementadas binacionalmente, con el compromiso activo de la comunidad, así como autoridades municipales, estatales, federales y Tribales.
Objetivo 1: Para el año 2020, consistente con el TLCAN, limitar el número de vehículos que se introducen al país que no cumplen con los estándares de emisiones vehiculares del país de origen y del receptor, y reducir el tiempo de espera con el motor encendido en los cruces fronterizos y otras posibles medidas de reducción.
Objetivo 2: Para el año 2020, reducir emisiones de contaminantes para apoyar el cumplimiento de los estándares nacionales de calidad de aire.
Objetivo 3: Para el año 2018, mantener satisfactoriamente, las redes de monitoreo de la calidad del aire y permitir el acceso a los datos de calidad del aire en tiempo real.
Objetivo 4: Para el año 2015, complementar los planes estatales de acción ante el cambio climático de los seis estados mexicanos fronterizos (según se considere apropiado) y fortalecer las capacidades necesarias para garantizar su implementación continúa.
Objetivo 5: Para el año 2020 reducir las emisiones de contaminantes y sus impactos asociados, a través de proyectos para la eficiencia energética y/o proyectos de energías renovables/alternas.

 Meta 2: Mejorar el acceso a agua limpia y segura

La región fronteriza México-Estados Unidos tiene cuencas hidrográficas compartidas, con ríos que corren de un país a otro, formando la frontera internacional. La protección y restablecimiento de la calidad del agua en esas cuencas y el suministro de servicios sanitarios básicos y de agua potable requieren de una planeación conjunta, multi-jurisdiccional y binacional. La región fronteriza enfrenta desafíos importantes en las cuencas hidrológicas compartidas que son exacerbados por la alta tasa de crecimiento poblacional y los impactos del cambio climático.
La Meta de Agua de Frontera 2020 se basa en los éxitos y las lecciones aprendidas del Programa Frontera 2012. Bajo la Meta Agua, México y Estados Unidos trabajarán en conjunto para tratar los siguientes retos:

  • Falta de acceso al agua potable, lo cual representa un riesgo significativo a la salud pública en las comunidades fronterizas.
  • Recolección y tratamiento inadecuado de aguas residuales, con la consecuente contaminación de las aguas superficiales y acuíferos y los riesgos para la salud pública y el medio ambiente.
  • Manejo inadecuado de las aguas pluviales y contaminadas, lo cual contribuye significativamente a la contaminación del agua y al riesgo de sufrir inundaciones.
  • Inadecuado acceso público a datos sobre la calidad del agua, lo cual disminuye la capacidad de la comunidad para determinar si el cuerpo de agua es seguro para actividades recreativas.
  • Impacto del cambio climático que afecta los patrones de precipitaciones y la duración de las sequías, incrementando los retos de disponibilidad de agua en una región ya árida, y aumentando la vulnerabilidad de la infraestructura de aguas residuales a los daños por inundaciones.

Objetivo 1: Promover el incremento del número de hogares conectados a sistemas de agua potable y a sistemas adecuados de alcantarillado y saneamiento.

  • Objetivo 1a: Para el año 2015, promover que al menos 5,000 hogares tengan acceso a servicios de agua potable segura. Revisar la meta cada dos años.
  • Objetivo 1b: Para el año 2015, promover que al menos 42,000 hogares tengan acceso a servicios adecuados de alcantarillado y saneamiento. Revisar la meta cada dos años.

Objetivo 2: Ayudar a los prestadores de servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento de la región fronteriza en la implementación de prácticas de infraestructura sostenible, con el fin de reducir costos de operación, mejoramiento de la eficiencia energética, uso eficiente del agua y adaptación al cambio climático.

  • Objetivo 2a: Incorporar elementos de infraestructura sostenible, cuando sea factible y apropiado, a los proyectos certificados por la COCEF en el marco del Programa de Infraestructura y Agua Potable de la Frontera México – Estados Unidos, el cual se implementa en los Estados Unidos, y en México a través del Memorándum de Entendimiento (entre EPA y CONAGUA) relativo al Programa de Inversiones Conjuntas para Proyectos de Infraestructura de Agua Potable y de Saneamiento para las Poblaciones en la Franja Fronteriza entre México y los Estados Unidos.
  • Objetivo 2b: Mejorar la eficiencia energética y el uso eficiente del agua abastecida por los prestadores de servicios de agua potable y alcantarillado en la región fronteriza.
  •  Objetivo 2c: Fortalecer la capacidad operativa, de gestión y financiera a través de la capacitación de los proveedores de servicios de agua potable y alcantarillado en la región fronteriza.

Objetivo 3: Trabajar binacionalmente para identificar y reducir la contaminación de las aguas superficiales en los cuerpos de agua y cuencas hidrológicas transfronterizas.

  • Objetivo 3a: Desarrollar un plan binacional de protección de la cuenca hidrológica en el bajo Río Bravo aguas abajo de la Presa Internacional Falcón.
  • Objetivo 3b: Cada dos años, identificar e implementar por lo menos un proyecto para la reducción de los niveles de metales pesados, sedimentos y/o bacterias que ingresan al Río Santa Cruz y/o a la cuenca hidrológica del arroyo Los Nogales.
  • Objetivo 3c: Cada dos años, identificar e implementar al menos un proyecto para la reducción de niveles de bacterias, demanda bioquímica de oxígeno (DBO), basuras y/o fosfatos que ingresan al Río Nuevo.
  • Objetivo 3d: Cada dos años, identificar e implementar al menos un proyecto para la reducción de niveles de bacterias, sedimentos y/o basura que llegan al Río Tijuana.

Objetivo 4: Proveer al público el acceso oportuno a los datos de calidad del agua en cuerpos de agua y en las cuencas hidrológicas binacionales en un formato entendible vía internet.

  • Objetivo 4a: Desarrollar un sitio web binacional que muestre información oportuna sobre las alertas en las playas en ambos lados de la frontera en el área de Brownsville/Matamoros, y asegurar su funcionamiento hasta el 2020.
  • Objetivo 4b: Desarrollar un sitio web binacional que muestre información oportuna sobre las alertas en las playas en ambos lados de la frontera en el área de San Diego/Tijuana, y asegurar su funcionamiento hasta el 2020.
  • Objetivo 4c: Desarrollar un sitio web binacional que muestre información oportuna sobre la calidad del agua en cuencas de alta prioridad, incluyendo el bajo Río Bravo, el Río Nuevo y el Río Tijuana, y garantizar su funcionamiento hasta el 2020.

 Meta 3: Promover el manejo integral de materiales y sitios limpios

La región fronteriza enfrenta importantes desafíos que amenazan su capacidad para mantener comunidades limpias y sustentables. Los programas para la gestión de residuos y servicios no han mantenido el ritmo ascendente de las necesidades de las comunidades fronterizas y la infraestructura existente para el manejo de residuos es inadecuada para cubrir estas necesidades crecientes. Es necesario colaborar en todos los niveles para garantizar que los recursos limitados sean aplicados de manera que se prevengan amenazas adicionales de contaminación terrestre y se incremente el pasivo ambiental en la región. El aumento del comercio y de la industria manufacturera en la región fronteriza se ha traducido en un crecimiento exponencial de la población y estos sectores deberán participar en los esfuerzos ambientales para que sean parte activa de la solución. El futuro éxito regional será definido por aquellos que cambien de un esquema de fin-de-vida de los residuos a un esquema de prácticas sustentables en el manejo de materiales.
Conseguir la sustentabilidad requiere nuevas soluciones que pueden ser exploradas mediante mejores herramientas como el análisis de ciclo de vida. Optimizar el diseño de los materiales y su empaque, hacer un mejor uso de los recursos naturales, y evitar desperdicios y materiales tóxicos resultará en productos más sustentables. Mejorar la colecta para recuperar, reusar y reciclar materiales, permitirá disminuir o eliminar su disposición final en rellenos sanitarios o su desecho indiscriminado. Abordar estas cuestiones es más difícil dado que requiere un enfoque coordinado a través de distintos programas ambientales sectoriales y la participación de los diferentes niveles de gobierno y del sector privado. En los próximos ocho años, y mediante la implementación de Planes de Acción Bianuales, México y Estados Unidos trabajarán en colaboración para atender los siguientes desafíos:

  • Falta de programas de planificación en México y Estados Unidos que establezcan estrategias para la disminución de residuos, maximicen los sistemas de recolección, apoyen mercados secundarios para los materiales y reduzcan su disposición en rellenos sanitarios y en basureros abiertos.
  • Conocimiento y experiencia limitados en cómo identificar, planear, ejecutar, supervisar y evaluar la gestión integral de residuos y en cómo aplicar un enfoque del ciclo de vida de los materiales en las actuales políticas y programas internacionales para el manejo sustentable de materiales.
  • Incremento en las cantidades de residuos electrónicos mexicanos y estadounidenses, automóviles usados, aparatos electrodomésticos, llantas y materia orgánica predominantemente importados hacia México, combinado con una inadecuada infraestructura y servicios para el manejo de los materiales desechados.
  • Basura, especialmente materiales plásticos, que eventualmente alcanzan los cuerpos de aguas compartidos contribuyendo a la contaminación del agua.
  • La falta de condiciones que favorezcan mercados secundarios para materiales, especialmente cuando se componen de llantas usadas, automóviles usados, y electrodomésticos provenientes de Estados Unidos.
  • Impactos ambientales, sociales y económicos del desecho indiscriminado y de los sitios contaminados y su alto costo de remediación.

Objetivo 1: Para el año 2020, incrementar la capacidad institucional a nivel local y estatal en el rubro de prácticas sustentables para el manejo de materiales.
Objetivo 2: Para el año 2014, identificar los flujos de residuos prioritarios y para el año 2020 desarrollar prácticas sustentables en el manejo de materiales que refuercen su valor en sus respectivos mercados.
Objetivo 3: Para el año 2020, mejorar el nivel de conocimiento en todos los niveles de gobierno (federal, estatal y local) para clasificar y remediar sitios contaminados.
Objetivo 4: Sobre una base anual, implementar el Mecanismo Consultivo Binacional para el intercambio de información sobre las instalaciones de residuos peligrosos en el área fronteriza

 Meta 4: Mejorar la preparación conjunta de respuesta ambiental

El Anexo II del Acuerdo de la Paz de 1985 establece un mecanismo de cooperación sobre contaminación del ambiente a lo largo de la frontera terrestre internacional por descarga de sustancias peligrosas y define, en su Artículo II, la necesidad de contar con un Plan de Contingencias México-Estados Unidos (PCC) mismo que fue desarrollado en 1988 y firmado en 1999. Una versión actualizada fue concluida y firmada en 2008. El PCC ha proporcionado la base de los 15 Planes Binacionales de Respuesta a Emergencias de las ciudades hermanas desarrollados en los últimos años. El Foro de Política de Preparación y Respuesta a Emergencias es copresidido en México por la PROFEPA y la Coordinación General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (CGPC/SEGOB), a través de la Dirección General de Protección Civil (DGPC) y en Estados Unidos por la Oficina de Administración de Emergencias (OEM, por sus siglas en inglés) de la EPA.

El Equipo de Respuesta Conjunta (ERC), otro lineamiento del Anexo II del Acuerdo de la Paz, también es presidido en México por la PROFEPA y CGPC, a través de la DGPC, y en los Estados Unidos por la OEM. Socios adicionales del ERC incluyen a representantes de agencias federales de México y Estados Unidos, incluidas las oficinas estatales, municipales y Tribales responsables de la prevención, preparación y respuesta a emergencias en el área fronteriza. El Grupo de Trabajo funciona esencialmente como el Comité Directivo del Equipo de Respuesta Conjunta (ERC). El trabajo del ERC es apoyado por un sistema de notificación binacional de contingencias, emergencias y simulacros; los Planes locales de Respuesta a Emergencias desarrollados conjuntamente por las ciudades hermanas a lo largo de la frontera; cursos certificados de capacitación; y análisis de riesgos potenciales en la región fronteriza.

Ambos países han incrementado la coordinación con sus socios federales, estatales y locales y, gracias a esta colaboración, un gran porcentaje de la población fronteriza se beneficia de una mejor capacitación y equipamiento y de una mejora sustancial de la capacidad de respuesta de ambos países. Estas acciones cumplieron numerosos objetivos de México y Estados Unidos, y la Meta 5 del Programa Ambiental México-Estados Unidos: Frontera 2012 sobre “Mejorar la Preparación para la Respuesta Ambiental Conjunta”. Adicionalmente, la EPA, la PROFEPA y CGPC acordaron mejorar conjuntamente el mecanismo de notificación fronteriza y los protocolos de comunicación entre agencias para ampliar la participación a todas las partes interesadas en las reuniones del Foro de Política y de las Fuerzas de Tarea.

Objetivo 1: Actualizar según sea necesario, el Plan Conjunto de Contingencia México-Estados Unidos vigente y continuar evaluando y actualizando, anualmente el mecanismo de notificación de emergencias entre México y Estados Unidos.
Objetivo 2: Para el año 2020, al menos ocho de los planes conjuntos de contingencia de las ciudades hermanas serán complementados con acciones de preparación y prevención, tales como capacitación certificada, análisis de riesgos y/o desarrollo de capacidades institucionales.
Objetivo 3: Para el año 2016, el ERC México-Estados Unidos publicará materiales de divulgación técnica y capacitación para distribución y difusión a lo largo de la frontera.
Objetivo 4: para el año 2016, el ERC México-Estados Unidos analizará, con fines comparativos, los acuerdos existentes (incluyendo los planes de las ciudades hermanas) que permiten el movimiento transfronterizo de recursos humanos y materiales.

 Meta 5: Fortalecer el cumplimiento de la ley y la promoción de una gestión ambiental responsable

La garantía del cumplimiento de las normas de gestión ambiental y los esfuerzos de aplicación son esenciales en cualquier programa regulatorio ambiental exitoso. Lograr estas metas se hace más difícil en un contexto transfronterizo, como el de la frontera México-Estados Unidos, donde las leyes y exigencias pueden ser significativamente diferentes y la habilidad para aplicar leyes locales a través de una frontera nacional es limitada. A pesar de este desafío, ambos países comparten el objetivo común de asegurar el cumplimiento de sus respectivas leyes ambientales en la frontera. Por esta razón, vigilar el movimiento de residuos, y especialmente los residuos peligrosos, a través de la frontera es una alta prioridad para el Programa Frontera 2020. Por ejemplo, es importante para los inspectores entender los patrones de movimiento de los residuos peligrosos de cada lado de la frontera así como en los puertos de entrada de la región, y cómo estos residuos son dispuestos o tratados. En este aspecto, el Programa Frontera 2020 buscará promover el intercambio de esta importante información.

El rápido crecimiento industrial a lo largo de la frontera, de las maquiladoras, sus proveedores y otro tipo de industrias también presentes preocupa con respecto a su impacto ambiental mientras que, al mismo tiempo, representa una oportunidad para promover prácticas comerciales e industriales más ecológicas. Con este fin, México y Estados Unidos están comprometidos en impulsar el desarrollo de programas de autogestión ambiental, donde proceda y extenderlos a lo largo de la región fronteriza. Atención especial se le dará a los aspectos de educación pública, divulgación y difusión de la información para ayudar a los ciudadanos y compañías a entender y cumplir con las leyes ambientales y adoptar prácticas más amigables con el medio ambiente, incluyendo programas de autogestión ambiental.

Objetivo 1: Para el año 2020, fortalecer el intercambio efectivo de información entre las agencias y oficiales de México y Estados Unidos, respecto al movimiento de residuos peligrosos a través de la frontera, su tratamiento y disposición final. Adicionalmente, asegurar que los puertos de entrada terrestres cuenten con la capacidad suficiente para la inspección de los cargamentos de residuos peligrosos.
Objetivo 2: Para el año 2020, aumentar en México un 25 por ciento el número de negocios en la región fronteriza adscritos al Programa Nacional de Auditoría Ambiental (PNAA) y/o programas similares a nivel estatal para instalaciones no reguladas por el gobierno federal, usando como línea base el año 2012.
Objetivo 3: Usando el Inventario de Emisiones Tóxicas de Estados Unidos (TRI, por sus siglas en inglés) y el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes de México (RETC), junto con otras fuentes de información ambientales, compartir información respecto a las actividades que contribuyan a la contaminación transfronteriza del aire y/o agua a lo largo de las cuencas fronterizas.
Objetivo 4: Para el año 2020, implementar al menos cinco talleres binacionales dirigidos a inspectores ambientales, incluyendo agentes aduanales de los puertos de entrada, para promover el intercambio de información y mejorar el entendimiento de los respectivos programas de cumplimiento y aplicación, así como sus herramientas, de cada país; incluyendo la inspección de terrenos y estudios de casos.