México, D.F., a 22 de noviembre de 2015.- El día de ayer, en coordinación con autoridades de los diferentes órdenes de gobierno y organizaciones civiles, la Armada de México, a través de la Segunda Región Naval, llevó a cabo el hundimiento del casco del ex buque ARM “Virgilio Uribe” (PO-121) en las costas de Rosarito, Baja California.

La ceremonia estuvo presidida por el Gobernador del Estado de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid; el Comandante de la Segunda Región Naval, Almirante Víctor Uribe Arévalo; el Delegado de la Secretaría del Medio Ambiente, Alfonso Orel Blancafort Camarena; el Presidente Municipal de Rosarito, B.C., Silvano Abarca Macklis; y el Presidente de la Fundación Arrecifes de Baja California, Arq. Francisco Ussel.

Respecto al buque que llevó el nombre de uno de los héroes de la patria, “Virgilio Uribe”, el Comandante de la Segunda Región Naval, Almirante Víctor Uribe Arévalo, mencionó que “ha quedado asentado en nuestra historia naval la totalidad de sus viajes, desde el primer día en que tocó el agua de mar para cumplir con sus misiones, ya sea para mover tropas, llevar ayuda, salvar vidas, capear temporales o patrullar nuestros mares”. Añadió que “a ese azul profundo hoy se entrega para continuar con vida en la eternidad, porque ahora le tocará generar vida de flora y fauna marinas en estas aguas templadas de Rosarito”.

Durante el acto, se destacó la importancia del cuidado al medio ambiente marino y el impacto turístico que se espera proporcione la creación del Parque Submarino en las costas del municipio rosaritense.

Posteriormente, a bordo del buque ARM “Bretón”, y en presencia de autoridades civiles y navales, personal de la Armada de México realizó el vertimiento de la Unidad mediante la detonación remota de explosivos colocados en puntos previamente designados para el efecto, proceso que duró aproximadamente 30 minutos. Con las medidas de seguridad pertinentes, unidades de superficie, aéreas y terrestres participaron en el traslado del buque a la zona de hundimiento.

Este es el primer buque hundido en costas del Estado de Baja California cumpliendo con las estrictas normas nacionales e internacionales de prevención de la contaminación marina, así como de seguridad para el personal que realice buceo recreativo en el nuevo parque artificial marino y del cual se espera genere una importante derrama económica en la región.

Es de destacar que la patrulla oceánica clase “Uribe” ARM "Virgilio Uribe" (PO 121) causó alta en el servicio activo de la Armada de México el 1 de agosto de 1982 y, en cumplimiento con el Acuerdo Secretarial número 116 del 16 de octubre de 2012, causó baja tras navegar durante 31 años por las aguas del Océano Pacífico, Atlántico y Golfo de México para cumplir con la misión de servir a la nación como depositario del poder naval de la federación.

Entre sus características, éste buque estaba dotado para patrullar en campañas de gran autonomía, también disponía de medios para la vigilancia y protección; así como para salvamento en caso de naufragio y equipado en su interior con un quirófano.

Éste fue uno de los primeros buques de la Armada de México que se complementó con un helicóptero para realizar operaciones en conjunto. Asimismo, contaba con grandes adelantos tecnológicos y aditamentos especiales, tales como sistemas para la ayuda a la navegación y para las armas con director de tiro, un hangar, una cubierta de vuelo y un tanque para almacenar combustible mucho mayor a los demás, lo que le permitía realizar operaciones en altamar durante un mes, por lo que fue el modelo a seguir para la construcción de nuevas unidades de manufactura nacional.

Entre sus misiones principales se puede mencionar la vigilancia, patrullaje y reconocimiento en el mar territorial y en la Zona Económica Exclusiva, principalmente para evitar la pesca ilegal y el tráfico de drogas, entre los que destacaron los decomisos realizados a principios de 1983 a buques pesqueros norteamericanos.

Desde sus primeros años de operación, el buque “Virgilio Uribe” apoyó la investigación científica; además participó en operaciones conjuntas en las que realizó distintos ejercicios de formaciones y evoluciones navales y en ejercicios para el adiestramiento del personal. Asimismo, efectuó operaciones de salvamento; proporcionó apoyo de abastecimiento y transporte de personal, equipo y material; llevó a cabo acciones de rescate y participó en la búsqueda de barcos dedicados al tráfico ilegal de personas.

Su primer viaje fuera del país fue al puerto de Orange, Texas, Estados Unidos, en agosto de 1985, con el objetivo de efectuar un viaje de prácticas. También participó en la custodia de importantes instalaciones estratégicas de la nación, como la vigilancia de las plataformas petrolíferas situadas frente a las costas de Ciudad del Carmen, Campeche, y la protección por mar a la planta nuclear de Laguna Verde, en Veracruz, para evitar posibles actos de sabotaje.

En 1997, entre las múltiples operaciones, en las que negaba el paso al tráfico de drogas, frente a las costas de Ensenada, Baja California, mediante maniobras tácticas logró asegurar una embarcación menor con tres personas a bordo que transportaban 660 kilogramos de mariguana y dos armas portátiles.

En 1998 participó en ejercicios de búsqueda y rescate en una misión conjunta con el servicio de guardacostas de Estados Unidos en las costas occidentales de la Península de Baja California, con el fin de entrenar para poder desarrollar tareas de auxilio en la mar. Sus últimas misiones las desarrolló en la Décima Zona Naval, con sede en Lázaro Cárdenas, Michoacán.

El día de hoy, con tres pitadas largas, el casco del buque ex ARM “Virgilio Uribe” emprendió el último viaje hacia su destino final, para contribuir a dar vida a especies marinas, y con ello cumplir con su nueva tarea: cuidar y preservar el medio ambiente marino.