INSTALACIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE BÚSQUEDA DE PERSONAS

Fecha de publicación:
09 de octubre de 2018

Sinopsis


Buenos días tengan todas y todos ustedes, sean muy bienvenidos a esta Secretaría de Gobernación.

 

Saludo con gusto a la maestra Sara Irene Herrerías Guerra, Subprocuradora de Derechos Humanos, Prevención del Delito y de Servicios a la Comunidad de la Procuraduría General de la República, en representación de su titular.

 

Al señor Embajador Miguel Ruiz Cabañas, Subsecretario para Asuntos Multilaterales de Derechos Humanos, en representación del Secretario de Relaciones Exteriores, doctor Luis Videgaray Caso, que en unos minutos más tendrá una de sus comparecencias ante el Congreso de la Unión.

 

Al señor licenciado Ismael Eslava Pérez, Primer Visitador General de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en representación del licenciado Luis Raúl González Pérez, presidente de esta Comisión.

 

Al maestro Santiago Corcuera Cabezut, Especialista en la Protección y Defensa de los Derechos Humanos y representante del Consejo Nacional Ciudadano.

 

Al señor licenciado y maestro Álvaro Vizcaíno Zamora, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

 

Al licenciado Roberto Cabrera Alfaro, Comisionado Nacional designado por el Senado de la República de este Sistema Nacional, Comisionado Nacional de Búsqueda de Personas.

 

A la señora Margarita Michelle Quevedo Orozco, representante del Consejo Nacional Ciudadano, muchas gracias además por sus comentarios.

 

Y a los secretarios de Gobierno, titulares de las comisiones locales de Búsqueda de Personas y Miembros del Consejo Ciudadano aquí presentes.

 

Este es uno de los temas más dolorosos y más complejos que resiente nuestro país.

 

Es un tema que lleva implícito mucho dolor, mucha exigencia, mucho enojo.

 

He tenido oportunidad de reunirme ya en algunas ocasiones, con colectivos de búsqueda de personas, incluso he tenido oportunidad de acudir a sus entidades federativas a tener reuniones con colectivos de búsqueda de personas, y no ha sido una tarea sencilla.

 

Detrás de cada reunión, dentro de cada reunión y por delante de cada reunión, lo que hay es una legítima exigencia con mucho dolor.

 

No concibo yo un dolor más grande para un padre o una madre, de no saber dónde se encuentra un hijo, independientemente de la causa por la cual haya desaparecido.

 

Cada vez que nos refiramos a este tema, que abordemos este tema, se debe de estar consciente que lo que vamos a encontrar detrás de esto es dolor, legítimo y exigencia legítima para conocer la verdad, y que esta exigencia pega directamente en el Estado nacional.

 

En esta Administración y lo que toca a una administración, es hablar de lo que ha hecho en política pública y en un tema como estos, críticamente ser señalada por lo que se hace o no en política pública, y a eso es a lo que he venido aquí el día de hoy.

 

Particular interés he tenido porque se llevara a cabo esta reunión, y una insistente presión a los colaboradores, al Subsecretario de Derechos Humanos, al Comisionado Nacional de Búsqueda de personas para tener esta reunión, y poder decir dónde estamos en este tema.

 

Poder analizarlo críticamente, dónde nos encontramos parados, qué cosas están funcionando, a qué se ha dedicado la autoridad federal en esta materia y hacia dónde creemos que debe dirigirse la orientación en los meses por venir y semanas por venir.

 

En este sexenio y en esta Administración, fueron aprobadas distintas disposiciones normativas que no existían como tales, en un problema que es nacional y complejo.

 

Primero, fue la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición cometida por Particulares y este Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, que se le dio por primera ocasión su base normativa, que no existía.

 

Tardíamente quizá, porque fue a finales del año pasado, a su servidor le tocó ya en este año como titular de esta Institución ir hacia adelante en la conformación no solo normativa sino operativa de lo que se tenía o no que hacer en la materia.

 

Importante resultó la publicación y promulgación de la Ley Federal de Declaratoria Especial de Ausencia para Personas Desaparecidas, un alivio para las familias, porque además de ser víctimas de no poder saber dónde está el familiar, eran doblemente victimizadas al no poder tener ni siquiera los beneficios mínimos de un ausente, como es la causahabiencia en materia de prestaciones de seguridad social.

 

Con esta ley, se permite que tras una declaratoria especial de ausencia, que en los estados puede tardar años en materia civil, por esta vía a nivel federal, se puedan agilizar trámites que beneficien a las familias, y que había que apurar rápidamente, porque muchas veces el desaparecido era el proveedor alimentario de toda una familia.

 

Sé que se está en proceso de conformación de las comisiones locales y que este proceso es complicado, más en algunos estados de la República.

 

El que nos instalemos significa sí, un reto de corto plazo, a todas las entidades de la República a constituirse formalmente, y de ahí la presión a tener la reunión ya.

 

No significa por ello, que varias instancias de los gobiernos locales no estén trabajando con el Sistema, con el Comisionado y con lo que se está haciendo en este momento, inclusive el Sistema Nacional de Seguridad Pública comprometió recursos a través de uno de los programas del FASP por 28 millones de pesos para que los estados también pudieran aportar y les sirviera de apoyo en la constitución de estas comisiones locales. Ahí está el recurso, si es que es por razones económicas que no se pueden terminar de constituir.

 

¿Qué se hizo? El problema es mayor, se percibe claramente y se sabe claramente, lo primero que tenía que hacerse en un sistema es tener un registro de qué se está hablando, cuántas personas existen realmente registradas como desaparecidas en el país.

 

El registró arrojó datos paradójicos, 37 mil 485, y seguramente es mucho más grande el número de personas desaparecidas; pero teníamos que basarnos en datos oficiales, qué es lo que existe, y hacer un registro nacional. Este fue el dato que arrojó en este momento, 37 mil 485.

 

De ellas, se pudieron desprender 26 mil registros completos, que pudieran darnos oportunidad de iniciar seriamente una búsqueda y localización de algún familiar o persona desaparecida que se encontrara en nuestro territorio o hubiera desaparecido en el territorio nacional. Estoy hablando de este año.

 

16 mil de estos registros se tenían con huellas dactilares y fotos. El trabajo tenía que ser de unificación de plataformas, como tiene que seguir siéndolo en materia de seguridad pública, hay mucha información que está desvinculada y que tenemos que unificar las plataformas de información y que arrojen datos útiles para ser analizados y explotados, no empíricamente, podríamos hacerlo y hay obligación de hacerlo en los estados, demandar comisiones de búsqueda específicas con peritos donde se localizan dolorosamente fosas clandestinas, para hablarlo con todo su nombre. Eso es una tarea que llevaría años.

 

Tenemos que utilizar plataformas que nos permitan identificar a personas y que le permitan conocer a los familiares y de ahí derivar en una serie de investigaciones y averiguaciones previas relacionadas con ese delito.

 

Se juntaron dos bases de datos que no estaban concatenadas, la primera, las huellas dactilares de los laboratorios forenses de los estados, que sí existen, pero que existen cada una en sus estados y no hay un registro general.

 

Y la segunda, aprovechar lo que tenemos en otras materias, como es la base de datos del INE, que ahí sí hay huella dactilar, nombre y apellido y foto de la persona.

 

La conjunción de estas dos bases de datos que ya se logró, arroja datos importantes, y de aquí agradezco al Consejo del Instituto Nacional Electoral, que al margen de los temas electorales que tuvimos prioritariamente que tratar en este año, nos dimos a la tarea de trabajar en estos otros importantes productos para algo que le duele al país, con el cuidado de lo que es la base datos.

 

Al día de hoy podemos señalarles, no necesariamente con un dejo de satisfacción o triunfalismo, pero está arrojando frutos y está empezando a dar los primeros resultados, tenemos cuatro mil 500 coincidencias, es importante el dato.

 

En el país no se tenían registros de coincidencias, eran empíricas, se podían contar fácilmente. Hay hoy cuatro mil 500 coincidencias, con la certeza que tenemos 340 de esas cuatro mil 500 coincidencias en este momento con nombre y apellido, 300 de ellas que tienen más de 10 años de desaparecida la persona, 10 años de dolor y de búsqueda.

 

Estas cuatro mil 500 coincidencias y lo que va arrojando, tenemos que reconfirmarlas, porque por diversas razones podrían no coincidir en las bases de datos, no es necesario ni menester hablar de eso, pero podría ser, y no habría dolor adicional que decirle a alguien aquí está tu familiar y que no sea.

 

Se está en espera en las próximas semanas de que la confirmación sea positiva, o negativa, pero tenerla clara, pero son cuatro mil 500 que arrojan la primera evaluación de conjuntar plataformas.

 

Las instrucciones que tiene por parte de los funcionarios de la Secretaría, de la Comisión Ejecutiva y del grupo de trabajo que se dio a esta tarea, que es invaluable el apoyo que nos brinda la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Nacional de Derechos Humanos para poder avanzar en estos temas, deberá arrojar nuevos resultados.

 

Este es el camino, poner un sistema, como bien se señala aquí, en movimiento, no solamente con las instancias, las instancias son indispensables, porque si no en qué te apoyas, sino con una metodología de trabajo, y la única metodología que hay clara y certera en este momento es qué información tienes que te pueda ser útil; información, si está fragmenta, unifica plataformas con una finalidad común.

 

Solamente la Plataforma México tiene 780 millones de datos, que están desvinculadas de otras plataformas. 

 

Si queremos empezar a encontrar algunas respuestas a los problemas que tenemos en materia de seguridad pública, se tiene que seguir adelante y estoy seguro que ese es el camino y que se ha podido compartir estos pasos con el Consejo Ciudadano, que amablemente ha ido acompañando en todo este trayecto y tienen conocimiento de dónde va, y tienen razón en sentir que va lento, son muchos años en los que el problema ha crecido y se ha multiplicado en México.

 

Ahora está por delante un sistema de búsqueda en vida, de saber si esos familiares, si esas personas a las que se denuncia que están desaparecidas, están con vida. Y ahora tenemos que buscar en los registros de albergues, de centros de tratamientos de adicciones, de hospitales y unificar también los datos y tener un registro nacional.

 

Ese es el camino y eso es lo que se ha hecho, con leyes que se aprobaron, desafortunadamente a finales del año pasado y a principios de este año, en un año además donde los mexicanos atravesamos por un momento importante de la vida nacional, como es una elección presidencial, de gobernadores, de Congreso General, de congresos locales y de ayuntamientos, en un marco complejo, y que hoy el país, en instituciones y en paz, camina a una transición ordenada de gobierno.

 

Yo quisiera con estas reflexiones y estos datos, alentar a que con vocación, con convicción, con esperanza no fallida, le podamos dar respuesta a muchas miles de familias de mexicanos que lo merecen.

 

El enojo y la crítica es condición en esta materia, así tenemos que asumirlo, así tenemos que trabajar y así tenemos que dar resultados de política pública.

 

Muchísimas gracias y que tengan éxito en sus trabajos.

 

Si nos ponemos de pie para hacer la declaratoria.

 

Así, siendo las 12 horas con 14 minutos del martes 9 de octubre del 2018, declaro formalmente instalado el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas.

 

Que los trabajos de este Sistema se traduzcan en resultados, a quienes han esperado mucho tiempo para dar con sus seres queridos, pero sobre todo, que contribuyan a hacer justicia y a esclarecer la verdad.

 

Instruyo en este acto, al Comisionado Nacional de Búsqueda, a convocar a la mayor brevedad a la primera reunión del Sistema, y provocar con todos los colaboradores de la Secretaría que tienen relación con las entidades federativas, a la instalación de todas las comisiones, que terminen de estar instaladas antes de que el Gobierno Federal concluya su labor en próximas siete semanas.

 

Que sea para bien de México y de nuevo, que sea para bien, sobre todo, de las familias de miles de mexicanos que así lo reclaman con toda justicia y razón.

 

Que tengan muy buen día y muchas gracias.


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