En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural, para la Secretaría General del Consejo Nacional de Población (Conapo) es fundamental visibilizar la situación en la que viven las mujeres en entornos rurales para generar e implementar acciones concretas que respondan a sus necesidades.

La resolución 62/136 del 18 de diciembre de 2007 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 15 de octubre como la fecha conmemorativa a partir de 2008.

Por ello, el Conapo, con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) de 2014 y 2018, presenta los siguientes datos:

El porcentaje de mujeres en edad fértil (15 a 49 años) residentes de lugares rurales aumentó de 2014 a 2018, al pasar de 21.1 a 22.0 por ciento, mientras que las mujeres que habitan en lugares urbanos representan el 78.0 por ciento en el mismo periodo.

Las uniones conyugales se llevan a cabo en mayor medida entre las residentes de zonas rurales; no obstante, entre 2014 y 2018 no se observaron cambios en el porcentaje que se mantuvo en 65.4, mientras que en zonas urbanas disminuyó ligeramente de 55.9 a 55.2 por ciento.

Actualmente el uso de métodos anticonceptivos en Mujeres en Edad Fértil Unidas (MEFU) residentes de áreas rurales es de 67.9 por ciento, en tanto que en zonas urbanas es de 74.8 por ciento.

En 2014, la prevalencia de uso de métodos anticonceptivos modernos entre las MEFU residentes de zonas rurales y urbanas se estimó en 63.5 y 69.8 por ciento, respectivamente, mientras que en 2018 las mujeres que habitan en zonas rurales aumentaron el uso de métodos modernos en 1.7 puntos porcentuales, y en zonas urbanas incrementó 1.5.

Por otra parte, el porcentaje de MEFU que reportaron utilizar métodos anticonceptivos porque su pareja se hizo la vasectomía, usa el condón masculino o métodos tradicionales, tiende a disminuir. En 2014 el porcentaje de MEFU en zonas rurales en las que el hombre utilizó algún método anticonceptivo, era de 10.1 por ciento, para 2018 disminuyó a 8.7 por ciento, mientras que en zonas urbanas pasó de 15.7 a 14.6 por ciento, en el mismo periodo.

Para 2018, el porcentaje de MEFU que desearon regular su fecundidad con métodos anticonceptivos, ya sea para espaciar o limitar sus embarazos, pero que no lo hicieron, fue de 9.9 por ciento para zonas urbanas y 13.6 en rurales.

El bajo acceso a la salud sexual y reproductiva en general provoca que entre las mujeres de zonas rurales se sigan presentando altas tasas de fecundidad. En 2018, las mujeres habitantes de lugares rurales registraron una tasa global de fecundidad (TGF) de 2.51 hijas o hijos en promedio y la fecundidad adolescente es de 91.9 nacimientos por cada mil mujeres de entre 15 a 19 años; mientras que en las urbanas la TGF es de 1.94 y en adolescentes de 64.5 hijas o hijos por cada mil.

Las mujeres habitantes de zonas rurales usualmente están más expuestas a carencias de servicios de educación y salud; además, tienen acceso limitado al uso de métodos anticonceptivos y están más propensas al riesgo de tener una fecundidad no deseada, lo que representa riesgos de salud y repercusiones económicas en su curso de vida[1].

Para más información, consulta la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica en  http://ow.ly/4AWZ50umBd0

 

 

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Boletín No. 268/2019

 

 

[1] Fondo de Población de las Naciones Unidas [UNFPA] (2017). Mundos Aparte. La salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad. Disponible en: https://www.unfpa.org/es/swop-2017