Sean todas y todos ustedes bienvenidos a Coahuila de Zaragoza.   

Nos llena de muchísimo orgullo, que nuestro estado sea la sede, la Asamblea Nacional de la COPECOL.   

Señor Secretario Miguel Ángel Osorio Chong, reitero el reconocimiento del pueblo y gobierno de Coahuila, por su firme respaldo para lograr un estado más seguro y en paz.   

Las instrucciones que ha dado el señor Presidente de la República, han encontrado en usted un gran ejecutor.

Muchas gracias, señor Secretario. Y esto a nosotros nos llena de mucho gusto.   

Hace rato Chema, comentaba lo del tema de la seguridad. Para nosotros se convirtió en una prioridad.   

Torreón era la quinta ciudad más violenta de América. Hoy no está ni siquiera en ranking.   

Torreón era la tercera ciudad con más homicidios de mujeres. Hoy no es así.   

Muchas gracias señor Secretario, de veras, muchas gracias.   

Diputada Rosa Isela Peralta, muchas gracias por estar aquí. Usted que viene del otro lado del país, siempre dicen el otro lado es del norte y el sur, no. También es el este y el oeste, gracias por estar aquí diputada.   

Señoras y señores legisladores de las entidades federativas.   

Nos honra su presencia en nuestra entidad, en Coahuila de Zaragoza, y en especial en Arteaga, que es pueblo mágico.   

Parafraseando a Artemio de Valle Arizpe, él decía que Dios está en todas partes, pero duerme en Arteaga.   

El original decía otra parte de Coahuila, pero me perdonarán acá los alcaldes.   

Gracias a la Universidad Autónoma de Coahuila por su anfitrionía, felicidades señor Rector, por dos cosas:   

Primero, por su toma de protesta.   

Pero déjenme les comento legisladoras y legisladores, aquí en la Universidad todos los puestos directivos, los consejos directivos escolares, las sociedades de alumnos, los directores, el consejo universitario, y el señor Rector, son electos por voto universal, cualquier muchacho que entre a la escuela vota por su Rector. Es una cosa en verdad.   

Gracias al alcalde, a Jesús Durán, alcalde del municipio de Arteaga, pueblo mágico, que está aquí enfrente de la Universidad, la cabecera municipal, un lugar bellísimo en verdad, que los invito a conocer, igual que los otros cinco pueblos mágicos de nuestro estado.   

Agradezco la presencia de la alcaldesa y de los alcaldes; de los diputados locales; de los Poderes de nuestro estado; de los organismos autónomos que se encuentran con nosotros.   

De las maestras y de los maestros.   

Y vi en el público a jovencitas y a jovencitos de esta gran Universidad, y a compañeras nuestras.   

La tradición legislativa de Coahuila, se remonta al origen de nuestro estado.   

Caminar por Coahuila es pisar las huellas de Juan Antonio de la Fuente, paisano nuestro que llegó a ser diputado, gobernador, y como ministro reclamó de forma encendida la invasión que se pretendía hacer a México ante el gobierno de Napoleón III, con aquella frase inmortal: No luchéis contra mi patria, porque mi patria es invencible. Y efectivamente, México es invencible.   

Aquí nació Miguel Ramos Arizpe, diputado por esta tierra en las Cortes de Cádiz, a unos kilómetros de aquí, donde impulsó, allá en las Cortes, las propuestas que normaron la correlación de las fuerzas políticas entre los hemisferios, creándose las diputaciones provinciales, antecedentes de sus legislaturas, como base y punto de partida en la vida parlamentaria de la América Latina.   

La experiencia de Ramos Arizpe, fue determinante y clave en la conformación de México, como una nación del sistema federal, definición que el coahuilense redactó personalmente.   

En mi estado se recuerda una frase de don Miguel, pronunciada en la lejana España, y que nos describe como un leal diputado de la provincia que representaba.   

Dijo entonces: “Yo no salí de mi patria a mendigar favores. Mi misión es de honor y no de granjería”.   

La tradición parlamentaria coahuilense, tuvo en febrero de 1913, uno de sus momentos determinantes, uno de los momentos estelares de lo que es un diputado local.   

Ante los hechos de la Decena Trágica y del sacrificio de Madero y Pino Suárez, la decisión de los diputados de Coahuila, a solicitud de Carranza, fue desconocer al usurpador Huerta, y respaldar el llamado a la Revolución.   

Esa misma legislatura, autorizó armar un ejército, un ejército popular, un ejército de coahuilenses, de gente de Saltillo, de gente de Arteaga, de gente de Ramos Arizpe. Ese ejército, hoy es el glorioso Ejército Mexicano.   

Y esos diputados, ese grupo de diputados que acordaba y sesionaba en un pequeño cuarto ahí en Palacio inició la gesta que años después culminó con la Constitución del 17.   

Con mucho gusto saludo a las y los diputados integrantes de la LX Legislatura de Coahuila, herederos del ideario de sus antecesores, y que hoy conforman un Congreso donde 12 de sus 25 miembros son mujeres. El mayor número de esta proporción en la historia de la entidad.   

Quiero también decir, aprovechando que hay muchos diputados y diputadas acá, que este número fue producto de una resolución del Tribunal, porque la voluntad del pueblo de Coahuila, manifestada en las urnas, en el número de votos contados, es que este Congreso tuviera mayoría de mujeres y no de hombres.   

Sin embargo, las impugnaciones de todos los partidos políticos, llevaron a variar la resolución. Felicito a las diputadas de mi estado.   

El de Coahuila es un Congreso moderno, donde el titular del Ejecutivo, en este caso su servidor, tiene un espacio para presentar y debatir las iniciativas en forma personal, y comparecer para rendir el Informe de Gobierno, a través de un diálogo -le puse en el texto, ilimitado, pero la última vez duró 11 horas nada más- con las y los diputados.   

La de ustedes, es una legislatura dinámica, que ha enfrentado los grandes temas de nuestro estado.   

Aquí se decidió la más avanzada legislación en materia de atención a la desaparición de personas, el reconocimiento de los matrimonios igualitarios, la adopción que como único requisito tiene el amor, dejando atrás prejuicios y discriminación.   

Pero sobre todo, atendiendo al Artículo Primero de la Constitución General de la República, que nos hace a todos iguales.   

Los diputados de Coahuila resolvieron que lo único que puede ligar a las personas en un matrimonio es el amor, y no las cláusulas mercantiles.   

En Coahuila se han armonizado las leyes que protegen a niñas y niños; se prohibió el matrimonio entre ellos, y tenemos un gran andamiaje jurídico en la materia.   

Lo mismo puedo decir en protección de la mujer, donde hoy tratamos de empoderarlas, donde hoy tratamos de resarcir el enorme prejuicio que la historia ha ocasionado sobre ellas.   

Junto con la legislatura local, hoy contamos con lo que a decir del CIDE, es la ley de transparencia más avanzada del país, con instituciones y normas que después aparecieron en la legislación federal, y con otras, cuyo avance es exclusivo de nuestro estado.   

También les quiero comentar que el proceso de paz que hoy vive Coahuila, sería imposible sin las normas que obsequiaron los legisladores locales.

  Acá no hay casinos, porque en ellos está el germen del vicio y un claro aliento a la delincuencia.   

Acá el alcohol se controla más que en ninguna otra parte, porque este agente impulsa la violencia y la muerte.   

Acá está prohibida la explotación de las mujeres, no table dance, no giros negros.   

Para nosotros, las mujeres son muy, muy importantes.   

Señoras y señores, en nuestro andamiaje constitucional y esencialmente en la ingeniería democrática de pesos y contrapesos de órdenes de gobierno y poderes, las legislaturas locales representan la cercanía con la gente, con los problemas inmediatos, con la visión nacional desde lo local.   

Con la visión que tenía Ramos Arizpe, la de su pequeño pueblo, llevado a todo los confines del Virreinato.   

En las grandes reformas constitucionales de este país, las que impulsó el Presidente Peña y los grandes partidos políticos nacionales, los legisladores locales participaron fundamentalmente al mostrar en su voto, los intereses de las partes de la Unión.   

Esas grandes reformas tienen el apoyo del voto de ustedes.   

Esas grandes reformas van a funcionar porque las legislaturas votaron, y en ustedes, en la suma de ustedes, está la nación.   

Hay tareas que urgen y todos estamos ciertos que se cumplirán. La necesidad de armonizar leyes con las federales y con los tratados internacionales, hay que hacerlo en las legislaturas locales.   

Tienen ustedes una gran tarea y una gran responsabilidad.   

El Estado mexicano, el Estado mexicano necesita de su voto para armonizar esas leyes. Necesita de su voto para presentarse en el concierto de las naciones con la legitimidad de que todas las partes de la Unión están cumpliendo los tratados internacionales.   

Amigas y amigos.   

Señor Secretario.  

Señores que me acompañan al frente.   

Carolina, que está acá, es mi esposa, pero anda aquí de diputada federal, por el estado de Hidalgo, -se nota que hay hidalguense-.   

Les deseo que esta reunión sea un gran éxito.   

Para nosotros los coahuilenses ya es un gran éxito que ustedes estén acá, que puedan caminar por nuestras calles, que puedan disfrutar de Saltillo, de Ramos Arizpe y de Arteaga, y Arteaga es Arteaga, yo sé lo que les digo.

Arteaga, Coah.

Discurso