Muchas gracias, buenas tardes a todas, buenas tardes a todos.

Primero que nada, agradecer, reconocer su participación, su presencia en este Primer Encuentro para la Promoción y Fortalecimiento de los Programas Estatales de Derechos Humanos.

Como se ha dicho aquí, cuatro entidades federativas del país tienen hoy un programa, un programa aprobado, vigente, estas son el Distrito Federal, Oaxaca, Jalisco y Coahuila.

En tres casos, estamos listos prácticamente para en los próximos días proceder a la implementación de los programas, anunciar estos programas que están terminados, Tamaulipas, Veracruz y Baja California.

Y en el resto de los casos, en algunos con algún nivel de avance, otros un poco menos.

El compromiso de que deberemos tener en todas las entidades federativas programas de Derechos Humanos, entre este año y el próximo, ese es el compromiso.

Y por eso estamos aquí, por eso nos hemos reunido para revisar en los casos donde ya están para fortalecerlos, y en los casos en donde tenemos todavía pendientes, hacer el compromiso para sacarlos adelante.

Es un privilegio para un servidor estar aquí, representando al Secretario de Gobernación, quien por conducto les expresa su solidaridad, su compromiso, su agradecimiento por su participación.

Le agradezco mucho a Jesús Peña, el Representante Adjunto de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, su acompañamiento el día de hoy.

Un acompañamiento constante, permanente, en una serie de tareas que son parte del mandato de esta importantísima oficina a nivel internacional.

Agradezco mucho también la presencia de Juan José Ríos, el presidente de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, y por su conducto saludo a todas y todos los presidentes, presidentas que nos acompañan el día de hoy, y a quienes son, quienes representan en esta reunión a los organismos autónomos de derechos humanos de todas las entidades del país.

Un saludo respetuoso para el maestro Narro, Secretario Técnico del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

A Federico Garza, el titular del área de Derechos Humanos del gobierno del estado de Coahuila, y aprovecho para saludar a los señores secretarios de gobierno de las entidades vecinas y a quienes representan a las secretarías del gobierno de la totalidad de las entidades federativas de nuestro país.

Doctor Sepúlveda, muchas gracias, responsable en la Subsecretaría, de la organización de este evento, junto con los organismos a los que he hecho referencia.

Destaco de manera muy importante el apoyo y la participación de la CONAGO en estas tareas.

Saludo a Jaime Rochín, al Comisionado Presidente de la CEAV.

A Ricardo Bucio, se está inaugurando como titular del Sistema de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.

Es un privilegio estar con todas y con todos ustedes.

De manera muy importante con quienes representan a la sociedad, a organizaciones de la sociedad civil aquí presentes.

Y saludo también a mis compañeras, amigas y amigos que trabajan en los medios de comunicación.

Impulsar, promover y garantizar los derechos humanos, es una obligación constitucional para toda autoridad, y un compromiso ético que el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto asume a cabalidad y con absoluta convicción.

De ahí que la visión que nos mueve sea consolidar a México como una sociedad en la que todas las personas puedan gozar de todos sus derechos, desde la participación política, la libre manifestación de ideas, la igualdad ante la ley, hasta el acceso a la salud, la educación o a una vida libre de violencia.

Por eso, conforme a las instrucciones del Presidente de la República, nos hemos abocado a esta tarea.

Lo hacemos a partir de una suma de esfuerzos y la articulación de acciones con los órdenes de gobierno y los Poderes de la Unión, y sobre todo, lo hacemos de la mano de las y los mexicanos, escuchando y fomentando la participación activa de las organizaciones civiles.

Fue precisamente bajo esta lógica de diálogo y consenso, que se elaboraron y pusieron en marcha programas nacionales como el de Derechos Humanos 2014-2018.

Además, para garantizar que la autoridad otorgue siempre un trato sin distingos y realice sus actividades cotidianas desde una perspectiva de derechos, se han capacitado a más de 14 mil funcionarios de la administración pública federal.

La disminución de 64 por ciento de las recomendaciones de la CNDH, dirigidas a la administración pública federal, es un reflejo de la determinación del Gobierno de la República de poner la dignidad humana por encima de cualquier otra consideración.

Con este mismo espíritu, hemos traducido demandas sociales en políticas públicas, y nuevas realidades.

Este es el caso de la Ley General de Víctimas, que se promulgó, y del Sistema Nacional de Atención, que se puso en operación.

Se actúa con visión de largo plazo, construyendo soluciones duraderas y que vayan al fondo de los problemas.

Por eso, estamos trabajando con organizaciones sociales, con especialistas, con autoridades estatales, con víctimas, con organismos internacionales también, en un asunto prioritario, que es la Ley General en Materia de Desaparición Forzada.

Como todos saben, después de la modificación al Artículo 73 y su promulgación, el Congreso dio 180 días para la aprobación de ésta, y la Ley de Tortura.

La Ley de Desaparición contó con un proceso de consulta. Hoy arranca el proceso de consulta de la Ley de Tortura, y aprovecho aquí para reconocer y agradecer la participación de todas y todos ustedes, de manera muy especial también de la CONAGO, que involucró a los funcionarios vinculados con este tema en el proceso de elaboración de la ley.

Debe quedar claro que estos delitos no pueden encontrar perdón para los culpables, ni olvido para las víctimas. A todas ellas, el mayor apoyo, acompañamiento y solidaridad. 

Así lo refrendó el día de ayer el Presidente Enrique Peña Nieto, al anunciar la creación de una fiscalía especializada para personas desaparecidas.

Subrayo, que para garantizar que hechos de esta naturaleza no se repitan, nunca más, se requiere de una acción de carácter nacional.

Una acción que exige voluntad y determinación de los Tres Poderes y órdenes de gobierno.

Y por eso es tan importante que estemos aquí reunidos para impulsar los programas estatales de Derechos Humanos.

Su efectiva promoción y garantía se concreta, así debe ser, en cada municipio y en cada entidad, y es ahí precisamente, por medio de las autoridades locales, donde tenemos que comenzar la respuesta del Estado, ante circunstancias que pueden derivar en violaciones de derechos humanos.

Para ser efectiva la respuesta, debe ser articulada. Por eso, con vocación federalista vamos por 32 programas de derechos humanos y una sola visión de Estado.

Por medio de los programas, los gobiernos de los estados estarán en mejores condiciones de atender las problemáticas específicas de cada región, partiendo de diagnósticos, de objetivos, de metas, de estrategias y líneas de acción que deben ser claras, y de manera muy importante, como se ha dicho aquí, medibles y evaluadas.

Además, al contar con diagnósticos específicos, las 32 entidades federativas estarán en mejores condiciones de focalizar la atención a los grupos más vulnerables, atender las necesidades más inmediatas y fomentar la rendición de cuentas.

Con todo respeto, invitamos a las entidades federativas a la elaboración de cada uno de los programas estatales que lleven a cabo, con un proceso amplio, de consulta participativa.

En derechos humanos nuestra mejor aliada es la sociedad, y así, trabajando del lado de la ciudadanía, los resultados se multiplican.

Porque sabemos además que en materia de derechos humanos, los procesos son tan importantes como los productos. Por ello, trabajar con la sociedad resulta absolutamente indispensable.

Cuentan para ello, con el respaldo del Gobierno Federal del gobierno que encabeza el Presidente de la República.

Cuentan naturalmente con la Secretaría de Gobernación y con todos quienes hemos convocado a este evento.

Señoras y señores, el respeto y la promoción de los derechos humanos, es una obligación constitucional, pero sobre todo, una convicción de gobierno.

Y quiero solamente, para terminar, reconocer y agradecer la presencia del Secretario Nacional de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la Presidencia de la República de Brasil.

Aprendiendo también de las mejores prácticas internacionales, vamos a tener los programas que requiere nuestro país.

Discurso