En el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, el Consejo Nacional de Población (CONAPO), organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, refrendó su compromiso para generar planes y programas nacionales y locales que aseguren mejores condiciones de vida, desarrollo e inclusión de ese sector de la población.

El CONAPO informó que en el año 2000 se registraron en México 6 millones de Hablantes de Lengua Indígena (HLI) que representaban el 7.2 por ciento de la población de 5 años y más; una década después esta población incrementó su tamaño en 700 mil, aunque la proporción con respecto a la población total disminuyó a 6.6 por ciento. 

La población femenina representó poco más de la mitad del total de HLI tanto en 2000 (50.6 por ciento) como en 2010 (50.9 por ciento), de las cuales, 1.7 millones y 1.9 millones, respectivamente, se encontraba en edad fértil (15 a 49 años), lo cual representa un considerable potencial de crecimiento de la población indígena. 

En 2010, dos terceras partes de los HLI (62 por ciento) residían en zonas rurales, mientras que sólo 20.5 por ciento de no HLI vivían en esas localidades. El porcentaje de mujeres HLI que residen en zonas rurales fue de 61.1 por ciento y de mujeres no hablantes de 20.3 por ciento. Estas cifras señalan que una considerable proporción de la población indígenas que migra a las ciudades pierden o no declaran el habla de la lengua materna y por ello la mayoría de los HLI se ubican en localidades rurales donde practican el uso de la lengua

Educación

En México se han presentado avances en el acceso y permanencia en todos los niveles de educación; sin embargo, es necesario reforzar los programas educativos que permitan a toda la población acceder a la educación e incrementar las oportunidades de desarrollo y bienestar.

En 2010, el porcentaje de asistencia escolar de la población HLI con edades entre 6 y 14 años fue de 90.3 por ciento, cifra que muestra un incremento de 6 puntos porcentuales con respecto al porcentaje de asistencia escolar de esta misma población en el 2000 (85.2 por ciento). 

Por lo que toca sólo a la población femenina HLI en el mismo rango de edad en 2010, el 89.8 por ciento asistía a la escuela, porcentaje ligeramente menor al registrado en hombres HLI (90.8 por ciento), pero considerablemente más bajo respecto de las niñas no HLI (95 por ciento).

En 2010, de las adolescentes (15 a 19 años) HLI, 4.8 por ciento se quedó sin escolaridad, lo mismo que el 8.6 por ciento de las jóvenes (20 a 24) y el 13.3 por ciento de las mujeres entre 25 y 29 años, porcentajes mayores respecto a los hombres HLI, quienes presentaron las siguientes proporciones de no escolaridad: 3.2 por ciento en adolescentes, 5.4 por ciento en jóvenes y 7.8 por ciento en hombres entre 25 y 29 años. Comparado con los porcentajes de inasistencia escolar de las mujeres no HLI en los mismos grupos de edad (0.7 por ciento, 1.2 por ciento y 1.7 por ciento respectivamente) son muchos más evidentes los rezagos existentes en materia de educación en este segmento de la población.

En el mismo año se observó que las mujeres HLI se quedan en un nivel de educación básico, pues el 75.9 por ciento de adolescentes, 68.3 por ciento de jóvenes y 72.5 por ciento de mujeres entre 25 y 29 años cuenta con estudios de primaria y secundaria; al cotejar con los porcentajes que presentan los hombres HLI se observa un mayor porcentaje de adolescentes que se quedan en el nivel básico de estudios (77.3 por ciento), que los jóvenes y adultos entre 25 y 29 años, quienes presentaron porcentajes similares al de las mujeres (68.1 por ciento y 72.7 por ciento).

En 2010, 18.4 por ciento de las adolescentes, 16.4 por ciento de las jóvenes y 8.4 por ciento de la mujeres entre 25 y 24 años HLI contaba con un nivel de estudios medio superior, porcentajes que en  el caso de las adolescentes es muy cercano al presentado por hombres HLI (18.6 por ciento); sin embargo, con respecto a  jóvenes y hombres de 25 a 29, las cifras están aún por debajo (19.4 por ciento y 12 por ciento). Si los datos se contrastan con los de las mujeres no HLI (38.9 por ciento de adolescentes, 28.1 por ciento de jóvenes y 21.2 por ciento de mujeres entre 25 y 29 años), nuevamente las mujeres HLI están muy por debajo.

Finalmente, el 6.1 por ciento de las mujeres jóvenes y 6.6 por ciento de mujeres entre 25 y 29 años HLI cuentan con un nivel de educación superior, dichos porcentajes se están acercando a los presentados por los hombres HLI (7 por ciento jóvenes y 5.4 por ciento de hombres entre 25 y 29 años), pero todavía distan del porcentaje alcanzado por las mujeres no HLI con este nivel de escolaridad (26.8 por ciento y 26.3 por ciento).

Empleo

En 2010, 24.9 por ciento de las mujeres HLI de 14 años y más declaró estar ocupada en un empleo remunerado, porcentaje bajo en relación al 36 por ciento registrado entre las no HLI.  De las mujeres HLI ocupadas en el mercado laboral, el 47.7 por ciento trabajaba como obrera o jornalera, 40.7 por ciento como trabajadora por cuenta propia, 10.6 por ciento como trabajadora sin pago en negocio familiar y 1 por ciento como empleadora; en el caso de las no HLI, 71.2 por ciento trabajaba como obrera o jornalera, 23.9 por ciento como trabajadora por cuenta propia, 2.8 por ciento como trabajadora sin pago en negocio familiar y 2.2 por ciento como empleadora. 

Apoyos gubernamentales

Con el objetivo de cubrir las necesidades más urgentes de la población, se han impulsado diversos programas gubernamentales como Oportunidades, PROCAMPO, becas, ayuda a madres solteras y a adultos mayores, y se tiene el registro de que el 39.9 por ciento de la población HLI de 12 años y más, recibe ayuda de algún programa, mientras que estas mismas ayudas son recibidas por 13.6 por ciento de la población no hablante de LI. 

Las ayudas gubernamentales las recibieron principalmente la población HLI entre 12 y 14 años (67.2 por ciento de hombres y 50.7 por ciento de mujeres), consistente principalmente en becas escolares, y los adultos mayores (61 por ciento de hombres y 70.7 por ciento de mujeres) con apoyos para la vejez.

Salud sexual y reproductiva

Las mujeres indígenas constituyen un grupo prioritario en la atención en materia de salud sexual y reproductiva por sus elevados niveles de fecundidad, así como su baja prevalencia en el uso de métodos anticonceptivos, según revela la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID). 

La Tasa Global de Fecundidad  (TGF) de las mujeres HLI, entre 1999 y 2009 disminuyó de 4.1 a 3.2 hijos por mujer; sin embargo, continúa por arriba de la TGF estimada en mujeres no HLI que pasó de 2.7 a 2.2 hijos, respectivamente. En cuanto a fecundidad, específicamente en adolescentes HLI, la tasa descendió de 94.8 a 68.4 nacidos vivos por cada mil, mientras que las no HLI, la tasa pasó de 60.7 a 53.3. 

Según datos de la ENADID, los porcentajes de mujeres HLI en edad fértil unidas (15 a 49 años) que usaron métodos anticonceptivos en 1997 y 2009 fueron de 48.3 y 57.9, aunque se observa un aumento considerable en el uso de anticonceptivos, este segmento de la población femenina continúa por debajo del porcentaje de uso de métodos de mujeres no HLI, los cuales fueron de 70.2 y 73.3, respectivamente.

Boletín No. 242/13