Muchas gracias señor presidente Andrés Manuel López Obrador. Muy buenos días a todas y a todos, muchas gracias a mis compañeras de gabinete, a la representante de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Mujeres, a todas ustedes por estar aquí acompañándonos el día de hoy; a la jefa de Gobierno que también está aquí con nosotros, muchas gracias, Gemma, gracias a todas. 

 
Señor presidente con su permiso, hoy nos sumamos a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres, esta es una fecha emblemática para los movimientos de las mujeres en todo el mundo.  

  
Hoy damos inicio a 16 días de activismo establecidos por la Organización de Naciones Unidas contra las violencias hacia las mujeres con una serie de actividades que culminan el día 10 de diciembre, que es el Día Internacional de los Derechos Humanos.  

 

El machismo mata, destruye las vidas de las mujeres y limita el desarrollo de nuestro país. No permitamos que la discriminación condicione el acceso a las oportunidades, olvidemos los prejuicios y estereotipos, el cambio está en nosotras. 

  

El futuro que juntas y juntos queremos para las mujeres y las niñas depende de nuestras acciones. Que el mundo se estremezca y generemos el cambio cultural que resuene a lo largo de la estructura social y del tiempo.  

 

No es momento de temer o actuar a medias, por mi parte les digo, si no hiciera lo que estoy haciendo no tendría cabida en esta Cuarta Transformación.

 

De nada sirvieron los principios y derechos plasmados en la ley si no podemos garantizar que una mujer regrese segura a su casa.  

 

La sociedad nos exige, la sociedad nos dice ya basta; y como Gobierno de México nos sabemos obligados a evitar la reproducción de un sistema cultural machista, patriarcal. 

 

Tejamos alternativas para la paz desde las capacidades que tenemos y actuemos desde el poder personal y colectivo, aportando, exigiendo, colaborando, con firmeza y flexibilidad, pasión y empatía, inteligencia y tenacidad para defender los derechos de todas.  

 

Esta administración pasará a la historia como una administración comprometida con la igualdad, aquí hay una muestra de ello.

 

Todos y todas formamos parte de este proyecto y no dejaremos a nadie atrás ni nadie afuera.  

 

Reconocemos que la prevención y atención de las violencias contra las mujeres y las niñas son un gran reto porque están en todas partes; en los hogares, en los centros de trabajo y nuestra convivencia diaria. Por eso trabajamos para cerrar las brechas de desigualdad e impedir que la cultura de abuso del poder siga vigente en nuestras dinámicas personales, familiares y colectivas. 

 

Por eso, es momento de decir basta, basta de feminicidios, basta de la violencia política contra las mujeres por razón de género, basta de las agresiones cotidianas, basta a las desapariciones y abuso sexual de niñas y mujeres; y digamos sí a la igualdad.  

 

Reconozcamos que todas y todos tenemos los mismos derechos y al feminismo como una forma de vivir y actuar a favor de los derechos y la igualdad.  

Nuevamente les reitero la Cuarta Transformación es feminista. 

 

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante la última década las mujeres en México han sufrido diversas violencias que dan clara idea de un fenómeno estructural que debemos atender ya, y que estamos atendiendo. 

 

Seis de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencias, ocho de cada 10 mujeres sienten temor de ser agredidas física o verbalmente al transitar por las calles. Cada 32 días niñas de entre 10 y 14 años se convierten en madres, por supuesto, son víctimas violencia. 

 

En el ámbito escolar una de cada cuatro mujeres ha sufrido violencia, observándose mayor prevalencia de violencia sexual.  La actual pandemia nos ha enseñado que aún en situaciones de crisis, la violencia no para y tiende a aumentar.  Cada año en México son asesinadas aproximadamente 3 mil 800 mujeres, niñas y adolescentes.  Los datos nos demuestran que innegablemente México está enfrentando un importante problema de violencia contra las mujeres y niñas. La actual pandemia nos ha demostrado que la violencia contra las mujeres y las niñas es un asunto de alta prioridad. 

  

Este tema es una prioridad pública. Necesitamos visibilizar, prevenir y atender la violencia antes de que esta ocurra, pero también sancionarla, aunque ninguna reparación podrá resarcir de manera total el daño ocasionado.   

 

Tenemos una deuda histórica con las mujeres, en especial con las víctimas de violencias y no podemos permitir la impunidad, pero tampoco lo permitiremos ni lo haremos.

 

La corrupción y la impunidad son parte de la violencia estructural y el Estado debe hacerse responsable de no generar estas víctimas.

 

Recordemos que cada mujer víctima de violencia es una persona con sueños, familia y amistades. Como gobierno les debemos a ellas, a sus personas cercanas y a la sociedad, darles seguimiento y justicia a sus casos, el no hacerlo es inadmisible.

 

Con este fin, México ha construido instituciones emanadas de sus leyes y mecanismos de articulación como el Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres y los respectivos sistemas estatales.

 

Para fortalecerlos, en mi capacidad de presidenta del Sistema Nacional convoqué a la creación del Grupo Interinstitucional de Estrategias contra las Violencias hacia las Mujeres, Niñas y Adolescentes, (GIEV por sus siglas).

 

A través de este grupo, por primera vez, estamos articulando a todas las dependencias federales en un trabajo coordinado con una perspectiva sistémica de igualdad sustantiva, perspectiva de derechos humanos y acción local.

 

Trabajamos para cumplir los compromisos internacionales suscritos por México para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sustentable marcados por la Agenda 2030, con la oficina de la Presidencia de la República y coordinamos con las agencias de la ONU en el Programa Spotlight, financiado por la Unión Europea y que está centrado en prevenir el feminicidio en México y en América Latina.

 

Los programas prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, que llegan a las personas en situación de mayor vulnerabilidad tienen un impacto real y especial para generar bienestar en las mujeres y las niñas.


Tenemos la convicción de que actuando sobre las desigualdades estructurales podremos intervenir en las causas de las violencias y construir la igualdad.


En materia de prevención, con las transformaciones en materia de educación, tanto con la Nueva Escuela Mexicana como con el programa de Becas para el Bienestar generamos nuevas oportunidades para las niñas y las jóvenes y los cambios culturales combaten los estereotipos.


Buscamos que las mujeres se conviertan en multiplicadoras de los procesos de paz, como un eje fundamental para prevenir y desactivar las violencias y por eso desde el Inmujeres y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública se crearon 217 redes de Mujeres Constructoras de Paz en más de cien municipios con una inversión de más de 128 millones de pesos.

 

La Secretaría de la Función Pública, por su parte, impulsa la Cero Tolerancia al Acoso y Hostigamiento Sexual que 60 instituciones de la Administración Pública Federal han adoptado. Junto con distintas dependencias, se revisó el Protocolo correspondiente y se seleccionaron a personas consejeras y se está capacitando a todos los funcionarios.

 

La Secretaría de Cultura tiene un papel fundamental en la transformación social, y ha incorporado en sus programas una visión de transformación cultural que previene la violencia a través de programas como Equitativa y Contigo en la Distancia.

 

En relación a la prevención de las violencias contra niñas y adolescentes, el Sipinna logró el acuerdo para establecer que los 18 años sea la edad mínima para contraer matrimonio, basta ya del matrimonio infantil. Y también ha desarrollado herramientas y protocolos para prevenir las violencias contra la población más joven.

 

Por otro lado, el Consejo Nacional de Población, ha puesto en marcha la nueva fase de la Estrategia Nacional para Prevenir el Embarazo Adolescente y la erradicación del embarazo infantil, estamos hablando que el embarazo infantil es de diez a 14 años; tenemos niñas de diez años que ya son madres y con énfasis en la prevención de la violencia sexual. Y en este mismo rubro, el Inmujeres a través del Fondo para el Bienestar de las Mujeres invirtió más de 170 millones de pesos para su implementación a nivel estatal y a nivel municipal, porque en el municipio es donde sucede prácticamente todo.

 

En materia de atención y sanción a las violencias, la Secretaría de Seguridad Pública definió al 911 como el canal de entrada para atender las llamadas de emergencia relacionadas con violencias hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes en el país. Durante la pandemia se ha fortalecido y difundido ampliamente el servicio y se ha capacitado a su personal.

 

La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, la Conavim, tiene un papel fundamental en la coordinación de los esfuerzos en la materia.

 

Ha ampliado y fortalecido los Centros de Justicia para las Mujeres como espacios donde las mujeres reciben atención integral y donde se coordinan los diferentes servicios de apoyo a las mujeres víctimas sobrevivientes de los diversos tipos de violencia.

 

Llevar servicios ahí donde las mujeres viven es clave para atender sus necesidades. El Instituto Nacional de Desarrollo Social, el Indesol mediante el Programa de Apoyo a las Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas, el Paimef, apoya con servicios especializados, considerados como esenciales de forma corresponsable con los estados y las organizaciones civiles, garantizando su disponibilidad antes y durante la pandemia por COVID-19.

 

Asimismo, aporta subsidios para la operación de los Centros de Refugio para Mujeres y sus Centros de Atención Externa, que se han ampliado en la presente administración. No se escatimaron recursos, todos fueron otorgados y se han ejercido el cien por ciento de estos recursos para estos centros de refugio para mujeres.  

 

Además, en coordinación con el Inafed, con el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal se trabaja en programas territoriales dirigidos a los hombres perpetradores de violencia, entre otros.

 

El Sistema Nacional DIF ha desarrollado herramientas que fortalecen la capacidad de respuesta para atender las violencias contra las niñas, niños y adolescentes.

 

Por su parte, la Secretaría de Salud da atención integral y especializada a los diferentes tipos de violencia, especialmente a la violencia sexual con base en la Norma Oficial Mexicana 046.

 

Para garantizar el acceso a la justicia, la Conavim ha instalado mesas técnicas de acceso a la justicia en 14 entidades federativas y vamos por todas este año, en las que participan autoridades estatales y organizaciones de la sociedad civil.

 

Por su parte, la Unidad de Apoyo al Sistema de Justicia, en colaboración con las fiscalías generales y tribunales superiores de justicia, revisa y da seguimiento a procesos jurídicos relacionados, entre otros, con casos de violencias contra las mujeres.

 

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a través del programa Misión Género, Paz y Seguridad trabaja en la especialización de las policías para su actuación en casos de violencia contra las mujeres. Se han estado capacitando a muchísimos cuerpos de policía con perspectiva de género y con esta especialización para su actuación en los casos de violencia contra las mujeres. 

 

La Guardia Nacional, a través de la División Científica, desarrolla actividades de prevención y de investigación como el programa Internet seguro para todas y todos y el operativo Ciber-Guardián. Al igual, ciberinvestigaciones en materia de trata de personas, feminicidios, pornografía infantil y la difusión de las alertas Amber.

 

La Guardia Nacional ha sido un gran aliado en todas estas investigaciones cibernéticas.

Para fortalecer el trabajo de coordinación a nivel estatal, desde el Inmujeres estamos impulsando la inclusión en las Mesas de Construcción de Paz y Seguridad una agenda estratégica para la prevención, atención y sanción de las violencias contra las mujeres y la violencia feminicida, con lo que también construimos nuevos acuerdos y acciones para la reducción del rezago en el acceso a la justicia.

 

Anteriormente, los institutos de las mujeres no estaban presentes en estas mesas de seguridad y en estas mesas de construcción de paz, hoy los institutos de la mujer en todos los estados de la República tienen un lugar en estas mesas para que entiendan lo que es la perspectiva de género y las violencias en contra de las mujeres.

 

A nivel municipal, el Indesol promueve el establecimiento de las coordinaciones municipales, que son convocadas por las presidencias municipales y las IMEF, para promover una respuesta pronta e integral, analizar y propiciar mecanismos efectivos de referencia y contra referencia, y analizar los casos que requieran atención colegiada. Esto es a nivel municipal.

 

Y en materia de revisión de resultados el Inegi colabora en la construcción de un sistema de evaluación y desarrollo de indicadores de impacto mientras que el Inmujeres coordina la obtención y análisis de estadísticas en la materia, lo que permitirá tener mayor precisión para orientar la política nacional, focalizar acciones y mejorar la respuesta del Estado mexicano en la implementación de la política y de las leyes vigentes.

Estas son solo algunas de las acciones realizadas de manera conjunta y coordinada que nos permiten acortar las brechas de impunidad y avanzar en la implementación de las leyes para dar respuesta a las mujeres, generando los cambios que la realidad nos exige.

El Gobierno de México reconoce que la política Nacional en esta materia es una política de Estado que requiere de una perspectiva sistémica que se centre directamente en beneficiar a las poblaciones más vulnerables, a través de los servicios locales, accesibles, suficientes, efectivos y eficientes con calidad y calidez.

Requiere de modelos de prevención, atención y sanción homologados que recuperen las mejores prácticas que permitan medir su impacto y promover mayor eficacia en el gasto público.

Las demandas legítimas de los movimientos feministas y de las mujeres, independientemente de las expresiones en las que se manifiestan, hacen un llamado para que las instituciones seamos parte activa para garantizar a la seguridad, integridad y vida sin violencia para las mujeres.

Aquí también quiero felicitar a la jefa de gobierno, aquí presente, por todas las acciones y el informe que dio el domingo pasado sobre lo que está sucediendo en la Ciudad de México, en relación, precisamente, con estas mesas de justicia, las abogadas que atienden a las mujeres y todas las acciones en las que se dio cuenta el domingo pasado.

Ciertamente, todas y todos, somos responsables para prevenir violencias y tenemos el poder de frenarlas y de propiciar el cambio cultural que se necesita desde los hogares, desde las comunidades, hasta las instituciones del Estado.

Todos los órdenes de gobierno, todos los Poderes de la Unión debemos de dar el ejemplo de cero tolerancias a las violencias contra las mujeres, contra la corrupción, contra la impunidad, es nuestra obligación dar respuesta a las mujeres que se atrevieron a buscar ayuda.

El Gobierno de México asumen con tenacidad la responsabilidad para mejorar las condiciones de vida de las mujeres que están en mayor vulnerabilidad y trabaja para garantizar todos y cada uno de sus derechos. Trabajamos con empeño en construir la paz.

En la Cuarta Transformación tenemos el compromiso de construir una sociedad en la cual las violencias contra las mujeres y las niñas sean parte del pasado, está en manos de todas y todos nosotros hacer que el sueño de vivir una vida libre de violencia sea en nuestro país una realidad.

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