Buenas tardes a todos.

Agradezco muchísimo esta oportunidad de encuentro, de poder platicar con todas y todos ustedes.

Siempre he pensado que entre más diálogo y diálogo generemos, más oportunidades de políticas públicas podemos dar que sean eficientes y que le sirvan al país.

Por ello agradezco a Carlos Hank, presidente del Grupo Financiero Interacciones.

A Carlos Rojo, a Manuel Arrollo.

A empresarios, a representantes del sector financiero, de la sociedad civil, columnistas, periodistas, a legisladores, a funcionarios.

A todas y a todos, muchísimas gracias por esta invitación.

Y, sobre todo, a partir de que el tema que nos hicieron el favor de hacer llegar como referente para la misma es el de las instituciones.

Las instituciones que debemos de entenderlo como las reglas que nos rigen.

Debemos entender que es a partir de ellas, nos formamos como sociedad, una sociedad que quiere y quiere y logra y trabaja para estar en pleno desarrollo.

Es, las instituciones, las que dan certeza, certidumbre y credibilidad.

Es a partir de ellas que son el marco ideal, el marco formal que queremos todas y todos para el desarrollo.

Porque abre los espacios para resolver nuestros problemas de manera pacífica.

Porque a través de ellas se hace valer el Estado de Derecho.

Porque disminuyen las asimetrías en la información.

Porque además definen las reglas básicas de la convivencia como sociedad.

Y, sobre todo, lo más importante, porque son las instituciones las que encauzan las grandes transformaciones, las que van más allá de voluntades particulares.

Algunos desdeñan a las instituciones y no saben, y no saben y no conocen quienes las desdeñan, que la historia da cuenta de que los niveles de bienestar que se logran en cualquier sociedad del mundo, se da y se refiere siempre a partir de la solidez de las instituciones.

Por eso creo, reitero, qué bueno que hayan determinado este tema como parte fundamental de encuentro el día de hoy.

En el marco de las instituciones, creo que no solamente podemos hablar en el pasado, sino hacia el presente.

En el presente, en la coyuntura de lo que nos ha sucedido en este último mes de septiembre y a lo largo de nuestra historia de nuestro país, pero lo que hoy, a esta sociedad le ha tocado enfrentar, y que solo a partir de la unidad y la coordinación entre instituciones y sociedad, se está saliendo adelante.

Me refiero a los sismos del 7 de septiembre, de 8.2; el del 19 de septiembre, de 7.1, que no solo nos movieron de una manera muy fuerte, incluso violenta en el lugar donde estábamos, en el centro, en el sur-sureste del país.

Que no solo derrumbaron casas y edificios, incluso a algunos les quitaron el patrimonio de toda su vida. No.

También yo diría que de manera positiva nos movieron a todas y a todos la conciencia de la solidaridad.

Nos vimos como país, muy fuerte, muy sólido, nos seguimos viendo. Salieron miles y miles de jóvenes no importando su ideología, su creencia religiosa, la profesión de mujeres u hombres diversa, diferente, preparados o no, con recursos o no, de diferentes estratos sociales. Todas y todos con una firme voluntad de ayudar.

Nos volvimos a reconocer como comunidad, nos volvimos a reconocer el uno con el otro, saliendo a ayudar no importando la dificultad en la que estaba uno, sabiendo que había otros con mayores dificultades y que habría, entonces, de salir a apoyar y respaldar.

Es así como logramos que en poco tiempo se sintiera el cobijo de todas y todos para que pronto, ante una desgracia de esta naturaleza, las condiciones fueran cambiando, y créanmelo, con la experiencia que tenemos desde Protección Civil, que ningún país sale de una situación como la que se ha vivido en los últimos días, como lo ha sabido lograr el pueblo de México.

Y eso se logra, nuevamente lo comento, a partir de las instituciones, a partir de que todos tenemos que hacer nuestra parte, para que se puedan crear nuevas instituciones, para que se consoliden las que tenemos, y que sean ellas las que den el rumbo más allá de visiones unilaterales o personales.

Que estén por encima de periodos de gobierno, que estén por encima de personajes, de líderes; que sean las instituciones las que definan el rumbo de nuestro país, y créanme que va a ser el mejor rumbo a partir de las instituciones.

Pero esas instituciones se crean, se transforman, a partir del ejercicio de la política.

Si no hay el ejercicio de la política, de la buena política, entonces no se pueden generar buenas instituciones, y me refiero a la política que crea, que construye, que genera acuerdos, que suma voluntades, no la que genera enconos, enfrentamientos o distancias.

Esa política que permite que pueda lograrse un encuentro entre las partes y no distancia entre las mismas.

Por 20 años, en los últimos años, 20 años, ningún partido político ha tenido mayoría para poder determinar las políticas públicas de manera unilateral en este país. Bienvenida la pluralidad.

Pero que pluralidad no signifique estancamiento, que es lo que venía sucediendo en los últimos años.

Estas reformas de las que hemos venido hablando, que generan instituciones, se han logrado a partir de esos acuerdos, de esa suma de voluntades, de entender que el único objetivo que nos debe guiar a todos es nuestro país, es el bienestar de las y los habitantes de nuestra nación.

Que no generen estancamientos la pluralidad, y por eso nosotros entendemos que es la política, la buena política la que nos permite salir adelante, pero bajo varios principios, bajo principios que nosotros hemos acreditado.

La pluralidad no es una debilidad. La pluralidad es una fortaleza que debemos entender todos.

Unidad no es unanimidad. Tenemos que entendernos en nuestras diferencias, tenemos que tener la voluntad para trabajar de manera unida, en conjunto, todos unos con otros en favor del país.

Así es como se generan estas transformaciones y así es como lo ha acreditado el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, reformas que por muchos años, cinco, 10, 20 años se estaban pensando, se estaban imaginando, pero que nadie ponía su voluntad para que fuera la suma de todos la que pudiera lograr estas transformaciones.

Y es así como hemos venido avanzando en los últimos años, por cierto, reformas que van más allá de un gobierno, que se ven con visión de Estado, que se piensan para las siguientes generaciones, que se van a ver los resultados incluso en los próximos cinco, ocho, 10 años, como la educativa, que ya estuvo aquí el Secretario, o la financiera o la energética.

Reformas, las de telecomunicaciones, que van a servir a este país, junto con otras, para el impulso al desarrollo que queremos.

Y que su consolidación nos tocará a todos como sociedad en los próximos tres o cinco u ocho años, y que ya también están generando buenas señales, no solamente al exterior, sino internamente.

Se ve mejoría, se ve avance, se ven circunstancias que permiten a los ciudadanos de cualquier edad, de cualquier estrato, tener mejores oportunidades y estas se tienen que seguir generando.

Yo soy de los que pienso que no es solamente a partir de pensar, de querer un mejor país como se puede consolidar o lograr.

Se trata de trabajo, se trata de esfuerzo, se trata de causas, de la unidad en la búsqueda de esas causas, más allá de puestos, más allá de partidos y más allá de periodos de gobierno.

Hoy hay varios ejemplos para hablar de las instituciones, como la reforma en materia de justicia penal.

No muchos están enterados, pero lo que se logró en el Constituyente del 2008, después de 100 años de un mismo sistema de justicia, nos va a dar un marco que le haga frente a algo que todos queremos que se acabe y se termine, y me refiero a la impunidad.

Este nuevo marco de justicia nos permite movernos en otras circunstancias, de un marco de justicia opaco, oscuro, lento, a uno ágil y transparente.

Cuando llegamos al gobierno el tiempo que nos había dado el Constituyente, de ocho años, nos encontrábamos exactamente a la mitad, con poco avance.

Cumplimos el 16 de enero del 2015, del 2016 con su implementación, y esto, el 18 de junio, perdón, y esto nos ha permitido que en todo el país se aplique el mismo sistema, tenemos que consolidarlo.

Tenemos que consolidarlo porque estoy seguro que ustedes son parte de esa sociedad que hoy pide u observa que se están dando circunstancia que pudieran pensar, hacernos pensar que este sistema garantista está permitiendo que delincuentes estén en la calle, no entendiendo que ellos pueden seguir su proceso en libertad.

Pero que la justicia hoy está más transparente y de acceso a todos, que todos pueden seguir un caso, que todos pueden ver al juez que les va a resolver su problema.

Tenemos que tener mucha esperanza, pero no solamente el trabajo, es fundamentalmente el trabajo para que se pueda consolidar este modelo que nos va a ayudar a avanzar en el tema de justicia y en el tema de abatir la impunidad en nuestro país, o seguir generando instituciones en materia también de seguridad.

Como es un tema que sé que a todas y a todos nos preocupa y a nosotros nos ocupa, también refiero a él. Cuando se habla de cómo están las circunstancias a nivel nacional, lo que se explica es que si revisamos las instituciones, hay una gran diferencia entre lo local y lo nacional.

Quién puede referir que no estén bien preparadas las instituciones del Ejército, de la Marina, de la Policía Federal.

Que hoy tenemos una Gendarmería que ayuda a los ciclos productivos en todo el país.

Que hoy tenemos en el apoyo que le hemos dado a los estados, 32 unidades para combatir el secuestro. Que les dimos a todas ellas, a todas, todo lo tecnológicamente posible para poder enfrentar el tema del secuestro.

Hoy, seguramente tampoco muchos lo pueden conocer, tenemos, digamos, cinco CISEN a nivel regional, cinco CISEN para que allá en cada región se tenga la información necesaria para enfrentar al crimen.

Tenemos un número telefónico que parecería menor, pero se tardaron muchos años en solamente pensarlo, y nosotros en lograrlo en un año, que es el 911, 9-1-1, para que pudiéramos homologar todo el apoyo que se requiere para el auxilio de la población.

Pero también lo que es cierto es que las debilidades institucionales a nivel local son muy grandes.

No podemos estar enfrentando al crimen, a los delincuentes del Siglo XXI, con instrumentos del Siglo XX.

Sabemos la debilidad que existe en los municipios para poder enfrentar a la delincuencia. Hay números que reflejan la problemática enorme que se tiene al respecto.

Partir de que hay dos mil 450 municipios y que solamente hay mil 800 corporaciones propias en esos municipios, de seguridad.

Y que de esas mil 800 corporaciones, mil 600 tienen menos de 100 elementos, o 900 tienen menos de 20 elementos.

¿Cómo enfrentar al crimen organizado desde un municipio si no se tienen fortalezas?

Por eso se requieren hacer las reformas fundamentales, y nosotros decimos pasar de mil 800 corporaciones municipales a 32 profesionales, con niveles de evaluación, y sobre todo con un tema fundamental, parejo para todo el país, y me refiero a la sanción a quien no cumpla con su responsabilidad en materia de seguridad.

Que debiera de ser en todos los temas, pero en éste, fundamental para todos, el tema de seguridad, a quien no cumpla con su responsabilidad, debe de haber una sanción inmediata.

Este es un tema en el que creemos desde el Gobierno de la República, que tenemos que fortalecer, que tenemos que trabajar para que junto con otras disposiciones legales en otras materias, se pueda lograr un marco de equilibrio de instituciones a nivel federal y estatal.

No podemos pensar en diferentes méxicos, México es uno solo, que lo conforman sus 32 entidades, pero esas 32 entidades tienen que tener el marco normativo de instituciones en materia de transparencia, en materia de seguridad, de justicia, y entonces caminaríamos hacia un destino diferente.

Creo profundamente en las instituciones, creo que las instituciones pasan y pasarán por encima de los pensamientos solo de las personas, solo de una persona.

No dejemos nunca que la idea de una persona pueda estar por encima de las instituciones. Ahí está la prueba de muchos países, de muchos, que han llevado al fracaso al no respetar a sus instituciones.

Este país está en el camino correcto si seguimos fortaleciéndolas, si seguimos creándolas, si seguimos consolidándolas.

Tenemos muchas fortalezas y estas fortalezas se cuidan a partir de dejarles el marco legal, el andamiaje necesario para evitar que nadie, absolutamente nadie pueda estar por encima de ellas.

Hoy en este México tenemos que seguir impulsando un trabajo que a partir del encuentro genere alternativas diferentes para todos, en igualdad, en justicia.

Que no importando de dónde se provenga se encuentren las mismas oportunidades; que origen no necesariamente sea destino, porque entonces estamos todos pensando que nunca vamos a salir adelante en muchos estados y regiones del país.

Tenemos que pensar diferente, tenemos que pensar que somos a partir de una nación, una sociedad que unida puede resolver muchos de los problemas, de esos tantos problemas que se tienen en diferentes lugares.

Pero somos una nación fuerte, que nadie nos diga lo contrario. Somos una nación que a lo largo de su historia, con grandes personajes y con grandes generaciones de mexicanas y mexicanos, nos han dado esta circunstancia y este momento que nos permite enfrentar de otra manera las adversidades.

Hoy, hoy creo que este encuentro nos permite hablar de que, de lo que México nos ofrece hacia adelante.

Nos ofrece un camino muy diferente al que encontraron nuestros antepasados, al que encontraron incluso generaciones anteriores a las nuestras.

Hoy hay un camino que se ve con un destino diferente, con un objetivo que nos va a llevar a mejores alternativas de desarrollo para todas y para todos. Hay que seguirlo construyendo.

Ese camino no será fácil nunca, pero ese camino se puede alcanzar si en lugar de solamente criticar y generar especulaciones aportamos y generamos unidad.

Si entendemos todos los que tenemos una responsabilidad fundamentalmente, que no es a partir del encono, del enfrentamiento como vamos a resolver, sino del encuentro y fundamentalmente buscando la generación de acuerdos.

Ese es el camino que nos conviene, ese es el camino que México debe de seguir buscando, y yo creo que este tipo de encuentros nos permite, sin lugar a dudas, enrutarnos hacia el camino del progreso y del desarrollo.