Muy buenas tardes a todas y a todos.

Saludo con respeto y agradecimiento por esta invitación a esta Segunda Cumbre y, por supuesto, venir en representación del Presidente Enrique Peña Nieto.

Saludo al señor gobernador, Rafael Moreno Valle y nuevamente contento de estar en su estado gobernador y seguir trabajando juntos en los retos que tiene Puebla y que tiene nuestro país.

Saludar, por supuesto, a quien representa a los gobernadores del país, al joven presidente de la CONAGO, al señor gobernador de Aguascalientes.

María Elena Morera, saludos.

Al señor abogado de la UNAM.

A todos los representantes de las diferentes organizaciones hoy aquí representados. 

Al señor Rector de la Universidad, gracias por permitirnos estar aquí.

A los presidentes del Partido Revolucionario Institucional, del Partido Nueva Alianza; la representante del Partido Acción Nacional.

A los activistas colectivos y de movimientos ciudadanos.

A organizaciones de la sociedad civil.

A funcionarios federales y estatales que correctamente aceptaron venir y escuchar los planteamientos que vienen de la sociedad civil.

A todas y a todos ustedes, muy buenas tardes.

Los cambios recientes en nuestra democracia y sus instituciones se explican en gran medida, por la intensa participación ciudadana en asuntos públicos que con trabajo, compromiso y propuestas, contribuyen a definir el México que hoy somos. 

Los ciudadanos han dejado de concebirse solo como beneficiarios para convertirse, también, en actores de los programas públicos. 

Hoy, para que las políticas sean más eficaces deben contar no solo con la participación, sino con el involucramiento de la sociedad organizada en su diseño, implementación y, por supuesto, en su evaluación, como aquí se ha comentado.

Este ha sido el cambio fundamental que asumió el Presidente Enrique Peña Nieto en la relación con la sociedad: construir un gobierno cercano y abierto, con corresponsabilidad en la atención y solución a los retos y desafíos que todos enfrentamos como nación. 

Es con ustedes los ciudadanos y sus agrupaciones, con los legisladores y los partidos, con los empresarios, con las cámaras, con los académicos y con las universidades, que abordamos agendas innovadoras para fortalecen nuestra capacidad transformadora. 

De ahí la importancia de esta “Segunda Cumbre Ciudadana: por los Derechos y las Libertades”, que reunió a más de 200 organizaciones de la sociedad civil para analizar y discutir 11 ejes temáticos. 

Demuestran que más allá de las distintas opiniones y temas en los que son expertos, comparten y compartimos propósitos fundamentales: construir un mejor país, una sociedad de derechos y libertades con mayor desarrollo y tranquilidad para todos los mexicanos. 

Este foro es un importante espacio que articula ideas y organizaciones, un foro que trasciende el reclamo, construye agendas, permite que el análisis de las problemáticas y, sobre todo, genera soluciones.

En mayo de 2012, el entonces candidato Enrique Peña Nieto se comprometió con ustedes a ejercer una presidencia democrática e hizo suyas las principales propuestas que plantearon en la Primer Cumbre Ciudadana “por un México pacífico y justo”

Adquirió el compromiso de gobernar con una actitud constructiva, incluyente, que nos permitiera avanzar a partir de nuestras coincidencias. Porque solo así se puede gobernar democráticamente.

Han pasado dos años desde aquella reunión en que demandaron mejor educación, seguridad ciudadana, respeto a los derechos humanos y atención a las víctimas del delito. 

Hoy, el Presidente Enrique Peña Nieto está cumpliendo con la palabra empeñada y transformando al país.

Convocó y se convocaron las principales fuerzas políticas a través del Pacto por México y se articuló una ambiciosa agenda de reformas, largamente discutidas y que por cierto se pospusieron por muchos años.

En esta tarea recuperamos el valor de la política, de la buena política, para construir consensos y superar una etapa de estancamiento y sobre todo una etapa de desencuentros políticos, con la ciudadanía. 

Escuchamos las voces, las que coinciden y las que disienten con los cambios, porque estamos convencidos que los mejores resultados se alcanzan con el debate de las ideas.

Gracias a ello y con el apoyo de los legisladores, hoy tenemos grandes reformas como la  educativa, en la que la sociedad civil ha sido clave. Es un cambio para que nuestros hijos, las niñas, los niños, los jóvenes, reciban la educación que merecen, una educación de calidad.

En su implementación no hay marcha atrás ni acuerdos que vulneren la ley, porque así lo exige el presente y el futuro de México. 

Está en marcha una consulta nacional en la que participan sociedad civil, especialistas de la academia, para construir entre todos un modelo educativo que corresponda al nuevo contexto global y a las necesidades de nuestra sociedad. 

En materia de seguridad, escuchamos y atendimos su demanda, la de hace dos años. Pasamos de una estrategia de gobierno a una verdadera política de Estado, en donde el ciudadano está en el centro de todas nuestras acciones.

Hoy se privilegia la prevención, el uso de la inteligencia y la coordinación, como lo refirió el señor gobernador, entre órdenes de gobierno y poderes para disminuir la violencia.  

En cumplimiento con su compromiso, el Presidente se desistió de la controversia sobre la Ley General de Víctimas e impulsó, junto con la sociedad, su adecuación. Esto ya se cumplió.

Por primera vez, México cuenta con una política en materia de derechos humanos que armoniza un marco constitucional de protección de los derechos, un Plan Nacional que los contempla de manera transversal y un mensaje claro y contundente a favor de su promoción y respeto. Y acciones de gobierno que se traducen en la construcción de una sociedad de derechos, como también ustedes lo consideraron hace dos años.

Una sociedad más segura e incluyente requiere de una alianza corresponsable entre ciudadanos y gobierno para cerrar el paso al delito y a la impunidad, a la discriminación y a la violencia, promoviendo una cultura de la legalidad.

Por ello, hemos implementado mecanismos de participación y articulación ciudadana en el diseño y evaluación de las políticas públicas en materia de seguridad, como en otras materias.

Hoy, en un año seis meses tan solo, representantes de la sociedad civil forman parte del Consejo Nacional de Seguridad Pública, del Consejo de Evaluación y del seguimiento de la Estrategia Nacional Antisecuestro, de la Comisión Intersecretarial contra la Trata de Personas, entre muchas otras más.

La política nacional de prevención social de la violencia se construyó y opera con la colaboración de más de 350 organizaciones de la sociedad civil y de 75 universidades.

Mantenemos un diálogo permanente con las organizaciones del país que así lo demandan. Sólo el año pasado realizamos 343 reuniones con organizaciones de carácter nacional y más de dos mil 700 con agrupaciones locales. 

En la política de seguridad, así como de las reformas que hemos llevado a cabo todos, su participación es fundamental, pues además del cambio en la ley, requerimos de una transformación cultural para pasar de las palabras a los hechos, a mejores realidades.

El impulso y acompañamiento de ustedes es el motor para que estas y otras reformas como la del IFAI, político-electoral, de Competencia, otras más, puedan tener beneficios reales para los ciudadanos y para todas las familias mexicanas.

Hemos avanzado en los compromisos de la Primera Cumbre Ciudadana por un México pacífico y justo. Hay resultados y pendientes derivados de la complejidad de cada una de estas agendas.

Seguimos trabajando muy de cerca para dar respuesta a todas ellas, así como a sus nuevas demandas.

Esta es la instrucción que hemos recibido del Presidente Enrique Peña Nieto y, además, es convicción de su gobierno.

Estamos impulsando una concepción más amplia de sociedad civil. Para el Gobierno de la República, involucrar significa dar una dimensión distinta, muy distinta a su participación. 

Supone trascender la visión tradicional de fomento cívico, vinculada a la entrega de apoyos y estímulos, dejando de lado la tradición unilateral para construir una bilateral de corresponsabilidad, donde ustedes, los ciudadanos, incidan en las decisiones públicas, en la ejecución de programas y en la evaluación de lo público.

Hoy, la voz de los ciudadanos es escuchada y tomada en cuenta. Tomada en cuenta además en múltiples espacios del Gobierno de la República.

Tenemos un itinerario al respecto, si me permiten se los comento:

Contamos con 115 Consejos; 40 Comités, 32 Comisiones y 42 mesas de diálogo permanentes en las que participan más de ocho mil 500 organizaciones sociales.

El involucramiento ciudadano en los temas públicos por supuesto que debe ampliarse y profundizarse, fomentando agendas nacionales, como las que hoy nos convocan, pero también por supuesto, impulsando los temas locales. 

Recibo las conclusiones y propuestas derivadas de esta Cumbre y los convoco, además es lo que ustedes solicitan, a que integremos un espacio de trabajo para analizarlas y avanzar juntos en las soluciones.

Estamos en un momento de cambios audaces, de transformación de todas las estructuras fundamentales del país.

Sigamos haciendo del diálogo un ejercicio permanente y constructivo. De la participación ciudadana corresponsable la energía para lograr el país que todos queremos.

Fortalezcamos las instituciones democráticas para lograr los resultados que demandan las generaciones de hoy, y que requerirán los mexicanos de mañana.

Puebla, Pue.
Discurso