Me da mucho gusto llevarme varios encargos de ustedes para poder transmitírselos al señor Presidente de la República.

Y me da mucho gusto escuchar solidaridad respecto a las reformas que nos van a servir a todos los mexicanos, apoyo para que siga adelante este Gobierno y que eventos, circunstancias y momentos tan complejos como los que está viviendo nuestro país, no detengan el camino al desarrollo, al bienestar y a la mejoría que queremos para todas y todos los mexicanos.

Estas expresiones, tengan la seguridad que habré de comentarle al Presidente. Como habré de comentarle este evento histórico que les reúne a todas y a todos ustedes. Que les reúne en este lugar histórico.

Y qué bien que se haga aquí, porque juntos aquí estamos haciendo historia. Porque juntos aquí estamos, no solamente cumpliendo con un mandato constitucional hacia junio del 2016, sino que, además, lo estamos haciendo con convicción de que este cambio le conviene a todas y a todos los mexicanos por la justicia, por la legalidad.

Por eso es que también reconozco a la doctora Fromow, la doctora que –como aquí se dijo- anda de un estado a otro.

Hace dos años, prácticamente ya que inició esta administración, encontramos un retraso importante; un retraso que, no buscando culpables, simplemente estábamos en un retraso y tenemos que accionar todo lo que nos correspondía desde el Gobierno, con los otros Poderes en la sociedad mexicana y hacer todo lo que nos corresponde para que se cumpla la meta y para que no exista crisis en junio de 2016, sino todo lo contrario, un Estado en el que en todas sus regiones, en todos sus municipios y en todos los estados, se aplique la ley sin distingo y en las mismas condiciones.

Así que agradezco y reconozco el esfuerzo de la doctora Fromow que ha hecho a partir de su responsabilidad.

Todo Estado nace de un pacto social, y se mantiene gracias a que ese pacto es respetado. Y en ello, el primer acuerdo, el más básico de todos, es el absoluto compromiso de autoridades y ciudadanos con la legalidad.

De ahí que consolidar nuestro Estado de Derecho es una prioridad para el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

Porque el respeto a las normas es la mejor garantía para el ejercicio de nuestros derechos y las libertades, y fundamento de la convivencia armónica.

Y para que esto suceda, en todo el territorio nacional se requiere, como hoy, que trabajemos juntos.

Por eso el Presidente nos ha instruido a sumar esfuerzos con la sociedad.

Por eso estamos aquí con todos ustedes, refrendando el compromiso de fortalecer a México como un país de leyes.

Cimentado en autoridades íntegras, en cuerpos policiacos confiables, en una cultura de la legalidad y en una justicia efectiva, para lo cual la implementación del Sistema Penal Acusatorio que hoy nos reúne es pieza clave.

Se trata de pasar de procesos judiciales lentos y costosos, a procesos expeditos e imparciales.

Se trata de combatir prácticas de opacidad y corrupción, para dar certeza jurídica y contribuir a la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.

Porque solo así se podrá materializar el acceso a una justicia igualitaria, respetuosa de los derechos humanos, que proteja a las víctimas y garantice la reparación del daño.

El objetivo por el que trabajamos es claro: edificar un nuevo sistema cercano y transparente, en el que, principalmente, la sociedad confíe.

Este modelo implica un cambio de paradigma y pone en el centro a la persona.

Surge de la reforma penal, se complementa con la de derechos humanos, y se consolida con el Código Nacional de Procedimientos Penales y la nueva Ley de Amparo, impulsados por el Presidente de la República.

El cambio es de tal magnitud, que convoca a todos los actores del Estado Mexicano a participar para hacerlo realidad.

Exige que los operadores del sistema modifiquen sus prácticas, conocimientos y actitudes.

Esto comienza con el policía que está en la calle, velando por la seguridad de los ciudadanos y que debe ser el primero en respetar la ley y el debido proceso.

Continúa con la acción de ministerios públicos y peritos que deben desempeñarse con efectividad, celeridad y honestidad, para cerrar cualquier espacio para la impunidad.

Requiere de jueces con los conocimientos y habilidades para conducir los nuevos juicios orales respetando, sin excepción, el principio pro-persona.

Y necesariamente, pasa por ustedes como juristas. Ya que para garantizar el buen funcionamiento del Sistema, los profesionales deben contar con la preparación y las nuevas aptitudes para desarrollar eficazmente su labor.

De ahí la importancia de los convenios que hoy se firman.

Porque ustedes, los abogados, son eslabón imprescindible para que pasemos de la letra a la realidad. Son ustedes los encargados de hacer valer los derechos de los ofendidos y de defender la causa de los imputados.

Es por ello que unimos esfuerzos con Barras y Colegios de todo el país para llevar a cabo acciones de capacitación, formación y difusión que contribuyan a implementar el nuevo modelo.

Así lo hemos hecho también con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, para actualizar los programas con que se forman los futuros penalistas, jueces y ministerios públicos de todo nuestro país.

También trabajamos con gobiernos y congresos locales a fin de armonizar la legislación y contar con instalaciones, equipamiento y el personal que requiere el modelo acusatorio en todas las entidades federativas.

Ejemplo de ello es el Acuerdo Nacional con la Conferencia Permanente de Congresos Locales, que articula esfuerzos para la correcta implementación del sistema.

Llevamos a cabo estas acciones para asegurar, reitero, que como lo mandata la Constitución, en junio de 2016 opere en todo el país y, sobre todo, que opere bien.

Llegar a la meta requiere de todos. Por eso la instrucción del Presidente es avanzar juntos: con las 32 entidades, con los tres poderes, los tres órdenes de gobierno, la sociedad y, desde luego, con ustedes, los abogados y abogadas de México.

De este modo, mejoramos el diseño y la implementación de políticas eficaces, a fin de consolidar un país de leyes y oportunidades para todos los mexicanos. Un país donde todas las personas puedan desarrollarse plenamente.

En materia de justicia, México vive un momento clave y de definiciones para el presente y para el futuro de nuestra nación.

Al garantizar la puesta en marcha del nuevo Sistema Penal Acusatorio, estaremos velando por la integridad de cada mexicana y de cada mexicano.

Porque esta reforma fortalece nuestras capacidades institucionales para prevenir, combatir y sancionar los delitos que tanto, que tanto lesionan a la sociedad.

En esta tarea, la ruta más eficaz para entregar los resultados que la ciudadanía demanda es la de los esfuerzos que suman y multiplican capacidades.

De ahí la importancia de trabajar con ustedes, pues su labor es fundamental en este proceso que moderniza la procuración e impartición de justicia en nuestro país.

Tengan la certeza de que el Gobierno de la República no va, como hasta ahora, a escatimar esfuerzos ni recursos en ello, en este objetivo y en esta meta.

Y que así, trabajando juntos, habremos de sentar las bases para garantizar en todo el territorio nacional la tranquilidad, la paz, la seguridad, el Estado de Derecho que exigen y que merecemos todos los mexicanos.

Discurso