Ministro Luis María Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Roberto Caldas, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Saludo a Roberto Gil.

Procuradora Areli Gómez.

Ministras, ministros, jueces, integrantes de la Corte Interamericana.

Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Funcionarios federales; medios de comunicación.

A todas, a todos nuevamente muy buenos días.

Agradezco la invitación a participar en la inauguración del 55 Sesión Extraordinaria, auspiciada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Mucho nos distingue como país que esta noble institución de las Américas haya decidido sesionar aquí y realizar dos seminarios académicos internacionales. Son ustedes muy bienvenidos y bienvenidas a México.

Desde hace más de dos siglos los derechos humanos han sido la inspiración para luchar por un mundo más libre, más justo y más igualitario.

El principio que les dio vida, es decir, la noción de que no puede haber nada ni nadie por encima de la dignidad humana ha marcado la ruta del progreso para nuestras sociedades.

Se trata de una idea con fuerza universal. Se trata de un concepto en constante evolución que marca un antes y un después de la historia de la humanidad.

Porque al establecer límites al poder público y obligaciones sobre lo que el Estado debe y no debe hacer, los derechos humanos dan fundamento a una organización política basada en el bienestar colectivo e individual de sus integrantes.

Es decir, dan fundamento a la democracia moderna.

Es por eso que para el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto los derechos humanos no son una opción, sino la única vía para consolidar nuestro país como una nación libre, igualitaria e incluyente.

De ahí, nuestra participación y respaldo al Sistema de Naciones Unidas y al Sistema Interamericano.

Y de ahí también nuestra plena apertura y disposición a trabajar con los mecanismos internacionales de derechos humanos.

Porque sabemos que la colaboración representa la oportunidad de mejorar y que la suma de esfuerzos significan mejores resultados.

Por eso también desde esta tribuna expreso el reconocimiento del Gobierno de la República a la importante labor de las y los defensores de los derechos humanos en nuestro país. Mujeres y hombres que en muchas ocasiones, con pocos recursos, pero siempre con gran vocación y entrega, trabajan día con día para hacer realidad los derechos, lo mismo en las ciudades que en las regiones alejadas de nuestro país.

Al mismo tiempo tenemos claro que así como las sociedades se han modernizado, así también los desafíos han ido cambiando.

Es por ello que sin dejar de reconocer los enormes avances que hemos alcanzado en los últimos años, estamos trabajando con determinación para hacer frente a los nuevos retos de nuestro país en esta materia, atendiendo los casos particulares y la coyuntura, pero sin dejar de actuar en las transformaciones de fondo para brindar respuestas estructurales.

Concretamos ya la implementación del Sistema Penal Acusatorio, cimentado en una perspectiva de derechos y será clave para garantizar el acceso pleno a la justicia.

En materia de derechos de niñas, niños y adolescentes promovimos una ley de avanzada y establecidos un sistema integral que ya opera y aprobó un programa y una estrategia nacional para su protección.

También, de forma prioritaria, estamos actuando para garantizar el derecho de las mujeres a una vida sin violencia. Se trata, lo sabemos, de un flagelo que trasciende fronteras y que en México estamos afrontando con acciones integrales para su prevención, sanción y erradicación.

De la misma manera, el Presidente de la República ha presentado iniciativas de ley en materia de tortura y desaparición forzada para contar con los mecanismos concretos que nos permitan hacer frente a esta problemática.

El compromiso, y así lo hemos acreditado, es que se castiguen las violaciones de derechos humanos.

Que cuando haya pruebas de estos hechos, se aplique la ley sin miramientos y que no exista impunidad para los responsables.

Del mismo modo, lo hemos hecho en materia de atención a víctimas, con la promulgación de una ley y la creación de un sistema nacional que hoy ya cuenta con una Comisión Ejecutiva y un fondo económico operante.

Y lo hacemos también acatando y cumpliendo todas las sentencias y resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Una institución que destaca en el Sistema Interamericano por su consistencia, objetividad y seriedad de su actuación y a la que el Gobierno de México le extiende el mayor de sus reconocimientos.

Tengan la seguridad de que así como lo hemos hecho hasta ahora, seguiremos trabajando muy de cerca con ustedes, avanzando por el camino de la cercanía y el diálogo, abriéndonos al escrutinio de la ciudadanía y de los organismos autónomos nacionales e internacionales.

Colaborando con vocación transformadora para mejorar las realidades normativas e institucionales, generando auténticos procesos reparadores para las víctimas y la sociedad.

Impulsando los cambios de fondo que se requieren, sin titubeos, con determinación y con altura de miras.

Y, sobre todo, haciendo de los derechos humanos, la piedra angular de nuestras acciones.

Gracias por su atención.

 

Mensaje