Muy buenas tardes a todas, a todos.

 

Es de verdad un honor el poderlos acompañar el día de hoy en este muy, muy importante Primer Encuentro Nacional.

Saludo a mi amigo el señor Gobernador, Marco Antonio Mena.

Yo de verdad escucho con mucha atención lo que se ha venido logrando en este gran estado, es un gran estado, pequeño en territorio, pero grande en su empuje, sus ganas, en las personas que buscan una mejor posibilidad de vida y Tlaxcala lo está logrando.

Traen temas fundamentales como no deuda; traen temas de generación de empleos, como se está dando en todo el país, pero particularmente ya lo dijo en cifras, Tlaxcala es un ejemplo.

Es un honor estar aquí en su casa, señor Gobernador.

Saludo por supuesto a nuestro anfitrión, este municipio, de Apizaco, gracias también por permitirnos estar aquí, a Julio César Hernández.

También la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabel, es un gusto saludarte.

Saludar al presidente del Congreso.

Saludar al presidente del Tribunal Electoral del estado de Tlaxcala, de sus tres integrantes.

A la Secretaria General.

Aquí sé que están reunidos presidentas y presidentes municipales de Tlaxcala; sé que también hay del sector empresarial, de la sociedad civil, de cámaras de comercio, funcionarios del gobierno del estado, delegadas y delegados federales.

A todas y a todos ustedes les saludo.

Y particularmente, permítanme saludar a César Lorenzo Wong, Presidente de Tribunales y Salas Electorales.

Y sobre todo, a ustedes magistradas y magistrados, a quienes forman parte de estos importantes espacios que fortalecen la democracia de nuestro país.

De verdad es un compromiso que hice y que para mí representa un honor, el poder estar aquí con todas las autoridades electorales de todo nuestro país.

Porque una democracia eficaz es aquella que protege y alienta el ejercicio de las libertades. Es la que garantiza el respeto a la voluntad ciudadana, expresada a través de las urnas.

Pero es también aquella que va más allá del voto, que no se queda en lo formal, sino que trasciende en lo sustantivo.

Es la que genera resultados que se ven reflejados en la vida cotidiana de las personas. Nunca nos olvidemos nuestro objetivo fundamental, mejorar las condiciones de vida de la sociedad, y ésa, pasa por la democracia.

Es decir, en aspectos como la inclusión social, el bienestar y la igualdad de oportunidades, y para que todo ello exista y se sostenga, tanto en el presente como en el largo plazo, se necesitan siempre, siempre instituciones sólidas.

Instituciones que sean cimiento firme del Estado de Derecho y que hagan valer el principio de que nada ni nadie están por encima de la ley.

Tal es el caso de los tribunales electorales, que son pieza clave de la democracia mexicana, porque las controversias entre partidos, y entre estos y las autoridades administrativas, son naturales en una sociedad plural, plural como la nuestra.

En otras palabras, los diferendos, en mayor o menor medida, siempre, siempre estarán ahí.

O por consecuencia de un proceso muy competitivo, o por consecuencia por la naturaleza de quienes participan, de aquellos que todavía seguimos escuchando que les da gusto –obvio- un resultado favorable, pero rechazan cuando no les es favorable, y crean también un ambiente postelectoral difícil, complejo, que no alientan al desarrollo, que alientan a la división al encono.

Todavía escuchamos voces, increíblemente, de aquellos que no reconocen a las instituciones del Estado mexicano.

Contra ellos, contra quienes están en esta circunstancia de rechazo, de no reconocimiento, de no saber que estas instituciones son producto del esfuerzo de todas y todos los mexicanos por generaciones, hay que aplicar siempre la ley, siempre la ley para estar por encima de caprichos personales, de liderazgos que solo llevan a nuestro país al fracaso y al retroceso.

Tenemos que trabajar por consolidar la vida democrática de nuestro país, y ustedes son una parte fundamental.

Es decir, con instituciones eficaces e imparciales que puedan resolverlos, porque es fundamental que concluidas las contiendas, las fuerzas políticas no se enfrasquen en conflictos postelectorales, y que por el contrario, se concentren en sumar esfuerzos para, lo mismo en el gobierno que en la oposición, entregar mejores resultados a la gente.

Se trata de que la única línea a seguir en el arbitraje electoral sea, como ya lo dije, la ley y no las consideraciones políticas. Nunca dejen que esto suceda.

En México esta ha sido una asignatura en la que hemos avanzado de forma significativa durante los últimos 30 años, a partir de un proceso largo y continuo.

Un proceso en el que se llevaron a cabo profundas trasformaciones para adaptar las normas del sistema político a una realidad de mayor pluralidad, competencia y alternancia.

Fue así que en México se logró establecer una autoridad electoral profesional e independiente.

Fue así que se dejó atrás la auto-calificación de las elecciones -lo recordarán- para dar paso a organismos jurisdiccionales autónomos.

Y fue así que se encauzó la exigencia ciudadana de legalidad, equidad y certeza, para convertirla en mejores normas para la vida democrática.

Prácticamente no hubo un solo ámbito del quehacer político que no se viera impactado por estas transformaciones.

Desde la participación ciudadana en la organización de los procesos, hasta la representación de las fuerzas políticas en congresos y ayuntamientos.

Desde la relación entre Poderes, hasta el acceso a financiamiento y medios de comunicación.

Se ha tratado, en suma, de un profundo proceso de reingeniería institucional, que partió del principio de que el respeto al voto y la certeza en las elecciones no pueden estar sujetos –como ya lo dije- a voluntades políticas ni caprichos personales, sino a reglas claras e instituciones sólidas.

Por eso es tan importante analizar y evaluar constantemente su diseño y funcionamiento, porque las instituciones, como toda construcción humana, son perfectibles, y esa debe ser una tarea permanente.

Para dotarlas de mejores herramientas ante los nuevos desafíos, y actualizarlas, para así mantener su vigencia de cara a las exigencias de la ciudadanía. Exigencias de las que no están exentas las instituciones electorales.

Por ello, celebro que existan espacios de diálogo como éste, o como el Encuentro Nacional que se llevó a cabo apenas hace unas semanas.

Déjenme decirles el por qué es tan importante y creo que va a ser histórica esta reunión.

Alguna vez, en el 2002, 2003, las y los gobernadores se pusieron de acuerdo para hacer un frente para presentar exigencias, diagnósticos y hacer valer la fuerza de cada entidad que representaban a nuestro país.

Desde la lejanía de un estado no podía hacerse escuchar la voz de las necesidades de todas. Es por eso que se hizo la CONAGO.

Así sucedió también con los Congresos locales. Hoy en el país hay una agrupación más allá de partidos políticos, que reúne a todas las diputadas y a todos los diputados del país.

Así sucede ya con los municipios. Municipios que nos tocó encontrarlos divididos entre sí, y municipio que tenían su propia agrupación o asociación por cada partido político que representaban, y hoy hay un organismo que reúne a todas las presidentas y presidentes municipales.

Es a partir de la cohesión, de la organización, que pueden entonces, como lo dijo el presidente nacional, presentar iniciativas, presentar diagnósticos, decir qué está inacabado, y qué nos está funcionando en la labor cotidiana que realizan todas y todos ustedes.

Pero yo no me imagino que los de Quintana Roo, que hoy están en una dificultad, o como los que vivimos en los procesos del 2016 y 15, en el que estaba a la decisión de un Gobernador o a la decisión de un Congreso si dotaban de recursos o no, si se portaban bien o no, como les podían asignar estos recursos, pues creo que difícilmente se podían hacer escuchar.

Si hoy ustedes, a partir de esta reunión nacional y hacia adelante lo siguen haciendo, es como van a poder hacerse escuchar en lo que les sucede, en lo que les pasa y en las arbitrariedades que en algunos casos están sucediendo en algunos tribunales locales.

Por eso celebro la realización de este Primer Encuentro Nacional de todas y todos ustedes, de todos los tribunales y de todas las salas electorales del país.

Espacios además que permiten compartir experiencias y propuestas, reforzar lazos de cooperación y favorecer el desarrollo de mejores prácticas en cada una de las entidades.

Se trata de lograr que el proceso electoral, incluyendo su etapa jurisdiccional, se desarrolle siempre a partir de los principios de legalidad, equidad y transparencia.

Y en ello hay que tomar en cuenta que si bien, como decía, en México hemos avanzado de forma importante, también es cierto que aún existen áreas de oportunidad.

Porque hay que decirlo, la transición democrática tuvo consecuencias en todo el país, pero los cambios se concentraron mayormente a nivel federal.

Y ahora, la consolidación de nuestra democracia pasa necesariamente por lo local, y por el fortalecimiento de las instituciones.

Lo mismo las que tienen que ver con los contrapesos, el control y la fiscalización, que aquellas dirigidas a garantizar la autonomía y efectividad plena, no solo en la organización de comicios justos y transparentes, sino también en su calificación jurisdiccional.

Esa fue justamente una de las razones que motivó la reforma político-electoral de 2014, que fue parte de un conjunto amplio de transformaciones impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto en corresponsabilidad con las fuerzas políticas.

Transformaciones que eran importante concretar, porque durante décadas nos quedamos únicamente en los cambios y transformaciones electorales, y de eso hablaba el Pacto, en que debíamos de ver primero las transformaciones que le importaban y necesitaba la gente, y luego las que necesitaban los partidos políticos.

Es así como se hacen las grandes reformas, la educativa, la energética, financiera, todas las reformas, 13 reformas, y es así también como llegamos a esta reforma electoral, que requería un cambio importante, que diera mayor certidumbre a los partidos en la competencia y a los ciudadanos en su resultado.

En ese marco, como ustedes saben, la reforma política de 2014 dio pie a gobiernos de coalición, y creó un sistema nacional electoral, que establece reglas para garantizar procesos confiables en toda la República, y que articula a organismos públicos locales de las 32 entidades federativas.

Una reforma que creó un sistema nacional, que establece reglas para garantizar procesos confiables en toda la República, y que articula a las autoridades electorales de las 32 entidades federativas.

Y una pieza fundamental de este sistema son sin duda los Tribunales y las Salas Electorales, porque desde ahí se defienden los derechos políticos de los ciudadanos, se salvaguarda la legalidad, y se resuelve de manera pacífica las controversias.

Para que los participantes de la contienda, y sobre todo, sobre todo la ciudadanía tengan confianza en los resultados de la misma, y con ello dé certidumbre de que ha habido equidad en la elección, y de que cada voto ha contado.

Por eso, desde el Gobierno de la República reconocemos el trabajo que ustedes realizan para dar respuesta a la demanda ciudadana de lograr resoluciones sólidas, transparentes y oportunas.

Y refrendamos el compromiso de seguir trabajando para que las y los magistrados electorales, especialmente los locales, puedan continuar desarrollando sus funciones con independencia, contando con los recursos necesarios para su labor, y con las condiciones que aseguren su autonomía. Siempre con un objetivo en la mente: garantizar el respeto a la voluntad popular.

Porque el empuje de la sociedad es, sin duda, el motor más importante para la transformación, y de nosotros depende que su fuerza se traduzca, también, en mayores resultados.

Hoy, lo mismo en México que en otras partes del mundo, la democracia vive un momento que ofrece grandes oportunidades, pero que también plantea importantes retos.

Nunca se había tenido una ciudadanía con tantas posibilidades de información, comunicación y participación como las que existen ahora.

Esto, sin duda, multiplica las fortalezas, pero también las exigencias y necesidades por atender.

Lo que nos llama a incrementar la capacidad de respuesta para estar a la altura de las expectativas.

Para que el sistema político represente de manera transparente a todas esas voces.

Para que no ganen terreno el desencanto y la apatía.

Y para que la democracia siga siendo no solo fuente de legitimidad, sino también de colaboración ante las problemáticas que enfrentamos como país.

Por eso la convocatoria del Gobierno de la República es a seguir sumando en la pluralidad, refrendando a la democracia como punto de encuentro, de unión y sobre todo, como el medio por excelencia para la construcción de las soluciones que los mexicanos merecen.

Quiero hacer el compromiso con todas y todos, particularmente con César Lorenzo Wong, su presidente, de que habremos de acompañarlos desde el gobierno, se vale, para que se pueda construir el reforzamiento, la modificación o la implementación que puedan conocer en el Congreso federal, para que se puedan consolidar los tribunales y las salas electorales.

Hay dos temas que vemos nosotros con gran importancia para lograr la consolidación de los tribunales.

Uno, el haber de retiro, no puede no estar homologadas al Poder Judicial. Ese es un tema que creo que ustedes tendrán que dialogar, platicar, sé que lo han venido haciendo, y que si nos permiten habremos de acompañarlos.

Y el otro es el tema de la ratificación de la reelección, no hay reglas claras, y vieran ustedes que se discutió mucho en el 2013 esta reforma electoral, pero siempre se quedan algunos espacios, algunas lagunas, y creo que es momento de atenderlas.

No creo que puedan quedarse solamente como hoy, en algunos casos hasta la interpretación o solamente en el haber del Congreso, de los Congresos locales.

Es el Senado de la República el que los ha nombrado a todas y a todos ustedes. Creo que hay que pedirle al propio Senado de la República que vea cómo se da este proceso, que se dé un camino que permita no estar a consideraciones nunca más de cuestiones políticas.

Yo creo que podemos encontrar una salida para que entonces este proceso se pueda realizar con toda transparencia y sirva para el fortalecimiento de la democracia.

Yo les aseguro que les acompañaremos, sé que hay otros temas importantes, el tema financiero, creo que es importante, habremos también de ver que lo sucedido en el 15 y en 16 deje de pasar, y esto tiene que ser también a partir de reformas, a partir de leyes que den certidumbre y que no dejen solo a decisiones unilaterales la posibilidad del fortalecimiento económico de los tribunales y salas electorales.

De verdad muchísimas gracias por la invitación, y sin mayor protocolo, declaro formalmente inaugurado este Encuentro Nacional de Tribunales y Salas Electorales.

Estoy seguro que es para el fortalecimiento de nuestra democracia, para que nadie, ninguna persona quiera estar por encima de la ley, que todas y todos acatemos el resultado de una contienda a partir de la voluntad ciudadana y no de caprichos que lastiman y hieren a nuestro país.

Muchas gracias a todos.

 

 

Apizaco, Tlax.