La Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, a través de la Dirección General con información del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y de la Universidad de Colima, informa los resultados obtenidos del sobrevuelo realizado al Volcán de Colima, hoy por la mañana. 

A partir del análisis  de los sistemas de monitoreo puede afirmarse que: 

El nivel de actividad sísmica se mantiene estable, sin haber recuperado los niveles previos al episodio eruptivo observado a partir del 4 de julio pasado. 

Las emisiones de gases han ido disminuyendo en los últimos días; sin embargo, se mantienen relativamente elevadas, en comparación con las mediciones de los meses anteriores. 

La mineralogía de las muestras de cenizas y flujos piroclásticos muestra la presencia de minerales que indican un contenido relativamente alto de agua en el magma, lo que implica un potencial de explosividad, en comparación con los materiales expulsados en años recientes. 

Las observaciones aéreas han permitido ver que la actividad de los días pasados resultó en la parcial destrucción del domo que se encontraba alojado en la cima, y en la formación de un cráter en forma de anfiteatro o herradura, abierto hacia el sur, a partir del cual se está alimentando un derrame de lava activo, de rápido desplazamiento en la misma dirección, en la zona de pendiente fuerte.  

La orientación del presente anfiteatro hacia el sur favorece la futura canalización de los productos volcánicos en esa misma dirección, lo cual hace que las zonas colindantes con las barrancas Montegrande y San Antonio sean de alto peligro.  

Los grandes volúmenes de material depositados en los cauces de estas barrancas favorecen la generación de flujos de lodo o lahares, ante la ocurrencia de lluvias torrenciales. 

Para poder tener mejores resultados en el estudio del volcán se hacen envíos de fragmentos de magma al Centro Nacional para la Prevención de Desastres para su análisis más a detalle.  

Mañana se realizará un nuevo sobrevuelo al cráter con equipo especializado del CENAPRED para la detección de Dióxido de Azufre en la atmósfera, principalmente sobre el perímetro del volcán.  

En una reunión con el gobernador de Colima, Mario Anguiano, la Dirección General de Protección Civil y autoridades estatales llegó a un consenso de disminuir a ocho kilómetros el radio de exclusión a partir del cráter del volcán así como la decisión de que la comunidad de La Becerrera en el municipio de Comala podría estar retornando paulatinamente a sus actividades.  

Posibles escenarios en orden de probabilidad: 

  1. La alimentación de magma se mantiene por un periodo de días a semanas, para eventualmente disminuir y terminar el periodo efusivo. 
  2. La alimentación de magma se mantiene, con la posible ocurrencia de explosiones moderadas y la generación de flujos piroclásticos, así como lluvias de ceniza en poblaciones cercanas por un periodo de días a semanas, para eventualmente disminuir y terminar el periodo efusivo.
  3. La alimentación de magma se incrementa en un periodo de días a semanas, produciendo un nuevo domo de lava en la cima y su posterior posible colapso, generando eventos similares a los recientemente observados.
  4. El sistema volcánico se desestabiliza provocando la liberación súbita de energía en una explosión o serie de explosiones fuertes, para culminar en una erupción subpliniana a pliniana, similar a la ocurrida en 1913, o incluso mayor.  

La Coordinación Nacional de Protección Civil reitera las siguientes recomendaciones: 

  • Cubrir nariz y boca con un pañuelo o paliacate húmedo o cubre bocas. 
  • Limpiar ojos y garganta con agua pura. 
  • Utilizar lentes de armazón y evita los lentes de contacto para reducir la irritación ocular. 
  • Cerrar ventanas o cubrirlas y permanecer lo más posible dentro de la casa. 
  • Limpiar la ceniza acumulada en edificios sobre todo en los techos, suministros de agua y aire, canales, bajadas de las aguas, techos, azoteas, patios y calles. Depositarlas en bolsas y evitar que se vaya al drenaje. 
  • Reducir el uso del automóvil ya que conducir sobre ceniza es peligroso para usted y su auto. 
  • Cubrir los depósitos de agua y alimentos de consumo humano y ganado. 
  • Reforzar la difusión de información relacionada con los efectos nocivos a la salud por inhalación de ceniza y consumo de agua y alimentos contaminados. 
  • Respetar la zona de exclusión de ocho kilómetros a todo tipo de actividades. 
  • Evitar la presencia en las barrancas del volcán. 
  • Resguardo de ganado y evitar que consuma pastos y agua contaminados con ceniza volcánica. 

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 Boletín No. 436/15