Lorena Cruz Sánchez, Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres

Señor Secretario de Gobernación.   

Señor gobernador del estado de Coahuila y Coordinador de la Comisión de Derechos Humanos de la Conferencia Nacional de Gobernadores.   

Representantes del Congreso de la Unión.   

Señor presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia.   

Señor presidente del INEGI.

Representantes de organismos internacionales y de las organizaciones de la sociedad civil.

Honorable presídium.

Señoras y señores, muy buenas tardes.   

Los feminicidios son la manifestación más grave y aberrante de discriminación y violencia contra las mujeres. Se trata de la violación más extrema del derecho que tienen las mujeres a vivir una vida libre de violencia.   

El estudio, La Violencia Feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2014, que hoy se presenta, revela una parte de la deuda que tenemos con las mujeres para visibilizar la violencia que sufren.   

La falta de acceso a la justicia, la impunidad que prevalece por la nula, omisa y deficiente investigación de los casos de feminicidio y de cada uno de los delitos que se cometen contra las mujeres, así como la persistencia de prácticas machistas y misóginas, hace que su prevención y atención disten, todavía, de ser eficientes.   

A pesar de que la violencia contra las mujeres es un fenómeno ampliamente conocido, en México necesitamos de un proyecto estadístico integrado que permita su adecuada y oportuna, cuantificación y caracterización.   

En la lucha contra la violencia el Gobierno de la Republica, encabezado por el Licenciado Enrique Peña Nieto ha puesto el ejemplo. El Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, por primera vez está presidido por el Secretario de Gobernación y en él se ha enfatizado que necesitamos redoblar el paso y redefinir las estrategias porque nuestros esfuerzos no son suficientes.   

En este contexto, reconocemos ampliamente el trabajo de las Organizaciones de la Sociedad Civil y de la Academia, que han realizado un esfuerzo permanente para visibilizar todos los tipos de violencia contra las mujeres y niñas.   

Requerimos trabajar mucho más coordinadamente entre las instituciones, los tres poderes y los tres niveles de gobierno, con los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil.   

¿Qué tenemos que hacer?, ¿Cómo enfrentamos de una vez, las muchas violencias que viven las niñas y las mujeres mexicanas?   

Tenemos que garantizar su acceso a la procuración e impartición de justicia para acabar con la impunidad.   

Señoras y señores.   

Las mujeres y las niñas de México no necesitan ni empatía, ni nuestra compasión: requieren de acciones concretas, exigen resultados de todas y todos nosotros.   

Seguiremos trabajando arduamente para que se garantice y proteja el derecho de las mujeres y las niñas mexicanas a vivir una vida libre de violencia.

Ana Güezmes García, Representante de ONU Mujeres en México

Señor Secretario de Gobernación.

Señora presidenta del Instituto Nacional de la Mujeres. 

Integrantes del presídium de los tres Poderes del Estado, sociedad civil, amigos y a migas del sistema de las Naciones Unidas.

Amigos y amigas que nos acompañan.

La publicación que hoy vamos a presentar es una síntesis de un estudio más amplio de próxima publicación que busca mostrar algunas dimensiones de la violencia feminicida en particular la serie ocurrida en los últimos 30 años entre el año 85 y 2014.

Para ello, las instituciones hemos elegido un indicador que es un indicador proxi que nos permite comparar qué ha pasado tanto en el ámbito nacional, como estatal y municipal a partir de las estadísticas del INEGI y de la Secretaría de Salud Pública, lo que no se mide no se visibiliza y lo que no se visibiliza no se puede atender como una prioridad en la política.

Lo que presentamos el día de hoy da continuidad a un esfuerzo compartido, dirigido a documentar las situaciones que guardan las distintas dimensiones de la violencia feminicida en el país.

En estos trabajos han participado diversas instituciones y el propósito fin, es apoyar los esfuerzos del Estado Mexicano para implementar una política integral para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas y se une a este esfuerzo la Secretaría de Gobernación en esta Tercera Edición del estudio, y quiero resaltar lo ya dicho: por primera vez el sistema Nacional para Prevenir, Sancionar y Eliminar la violencia es presidido por la más alta autoridad, el Secretario Osorio Chong.

Contamos con un marco internacional que es de obligatorio cumplimiento para México la SEDAU que es la Convención para eliminar toda forma de discriminación contra las mujeres, la Convención de Bélem do Pará este fue la región en adoptar por primera vez un tratado específico para poner fin a todas formas de violencia y además este año se inicia la implementación de la agenda de desarrollo sostenible 20-30 que le ha puesto fecha de caducidad a la discriminación y a la violencia contra las mujeres. 

Eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas es así una meta central al desarrollo sustentable a la democracia y a los derechos de nuestros países. 

México cuenta con un sólido marco nacional, una sólida Ley General de Acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, saludo a las diputadas, senadoras, diputados, senadores, muchos esfuerzos en el ámbito normativo, desde luego un parteaguas la Reforma Constitucional de 2011 que puso los estándares de Derechos Humanos al más alto rango constitucional pero también la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y desde luego la reforma al Código Penal Federal que, por primera vez en el 2012, tipifica el feminicidio como delito autónomo; aunque una de las conclusiones del estudio es que hay que avanzar en la homologación y en la armonización de todos los códigos penales de los estados.

Hay un parte aguas en la investigación. Como ustedes saben, amigos, amigas, la mayor parte de las muertes violentas de las mujeres en el mundo quedan en la impunidad, porque no se investigan o no se actúa con la debida diligencia. 

Por ello, un aporte fundamental fue el protocolo que elaboramos con la oficina del Alto Comisionado y ONU Mujeres, es un Protocolo latinoamericano de investigación, que aporta que todas las muertes violentas de mujeres tienen que investigarse desde la perspectiva de género.

En ese sentido, un parte aguas nacional es la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del año pasado, que obliga en este sentido en investigar todas las conductas que causan las muertes de las mujeres; preservar las evidencias, las pericias, etcétera.

Es primera vez que un caso de feminicidio llega a la Suprema Corte. Y quiero saludar a la señora Irinea Buendía Cortés, que nos acompaña hoy, mamá de Mariana Lima. Su esfuerzo, el de su familia, el del observatorio ciudadano sobre feminicidio.

¿Qué evidencias hemos visto?

De acuerdo a las tasas y los números absolutos de defunciones femeninas con presunción de homicidio, que es así como se registran en el INEGI y en la Secretaría de Salud, identificamos tres periodos.

El primero, una tendencia descendiente de esta tasa entre 1985 y el año 2007; un segundo momento donde hay un repunte enorme entre el año 2008 y 2012, con una cúspide en el año 2012 en esta tasa.

Un tercer momento donde empezamos a ver una reducción: El siete por ciento en el 2013, respecto al año previo; y en el año 2014, un 13 por ciento, respecto al año previo.

Es una reducción que nos motiva a acelerar el ritmo, a consolidar las acciones porque, a pesar de que hay un cambio en la tendencia, todavía en México seis mujeres en promedio son asesinadas cada día; y nuestro objetivo de las instituciones y de la sociedad es que el número de feminicidios sea redondo, es decir, cero.

El feminicidio ocurre en los ámbitos públicos y privados y lo que observamos aquí –ustedes tienen el folleto con mucha más información, por razones de tiempo no vamos a entrar en el detalle– pero lo que vemos es que la mayor caída en los últimos años en las tasas de feminicidios se refiere sobre todo a los que ocurren en el ámbito público por armas de fuego, que tiene posiblemente que ver con las estrategias de seguridad; sin embargo, los que ocurren en el ámbito doméstico y los que se utilizan los medios más crueles –el ahorcamiento y similares–, prácticamente no se han movido.

Lo que nos dice el estudio es que hay que tener estrategias diferenciadas hacia la violencia doméstica a la que ocurren en los hogares, respecto a la que ocurre en el ámbito público.

También el estudio presenta el panorama en las entidades federativas en el país. En el año 2014, en rojo más obscuro, tienen naranja obscuro las que tienen mayor tasa; Guerrero seguido por Chihuahua, que entre el 2011 y 2014 han sido los dos estados con mayores tasas; y en el otro extremo se encuentra con las menores tasas Aguascalientes, Yucatán, Querétaro y Tabasco.

¿Qué nos dice esto? Que el comportamiento es heterogéneo, que varía entre los estados. Y por eso, en la segunda serie que vamos a trabajar, vamos a hacer un análisis estado por estado de qué ha ocurrido en los últimos 35 años en cada estado. 

Otro hallazgo es que la violencia feminicida, si bien ocurre a lo largo de todo el país, tiene una concentración espacial muy grande: Diez municipios del país concentran uno de cada seis defunciones femeninas con presunción de homicidio, feminicidio y esto permitiría desarrollar estrategias en el ámbito local.

Las organizaciones, la Secretaría de Gobernación, el Instituto Nacional de las Mujeres y ONU Mujeres, vamos a estar dando seguimiento a esta iniciativa y nos congratulamos el día de hoy en que este insumo técnico vaya acompañado de una alianza contra la violencia hacia las mujeres y las niñas con acciones y compromisos.

Este trabajo permite identificar oportunidades y líneas de trabajo que tiene que aglutinar a los tres poderes del estado, a los tres niveles de gobierno y a la sociedad civil.

Se marca también dentro de la campaña de la ONU “Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”, y quiero terminar con una frase de Lucha Castro, que también nos acompaña el día de hoy, fundadora del Centro de Derechos Humanos de la Mujeres, y a través de ella, hacer un reconocimiento a todas las luchadoras, a todos los defensores de derechos humanos que trabajan día a día de la mano para prevenir y eliminar la violencia.

La violencia contra las mujeres y las niñas es inaceptable, se puede prevenir y ponerle fin es un imperativo, no es violencia contra las mujeres, es violencia contra la sociedad y la convivencia democrática.

Por ello, convocamos a una reunión colectiva, a una acción conjunta del gobierno, de la sociedad, de la ONU, realmente estamos trabajando con este objetivo urgente para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todas sus dimensiones.

Discurso