Discurso de la Oficina del Comisionado Nacional de Seguridad

Capitán José Raymundo Tuñón Jáuregui, Secretario de Seguridad Pública del estado de Oaxaca.

Licenciado José Alberto Rodríguez Calderón, Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social y Secretario Técnico de la Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario;

Licenciado José Hernández Cárdenas, Presidente Municipal de Santa María Huatulco, Oaxaca;

Licenciado Arturo Maldonado Pulgar, Director del Sistema Penitenciario del estado de Tabasco y Coordinador de la Zona Sureste;

Licenciada María Concepción Tovar Monreal, Subsecretaria de Prevención y Reinserción Social del Estado de Oaxaca;

Vicealmirante Cuerpo General de Estado Mayor, Cornelio Espinosa Hernández, Comandante del Sector Naval Huatulco, Oaxaca;

Comisario José Alfredo Álvarez Gómez, Coordinador Estatal de la Policía Federal en Oaxaca;

 Compañeras y compañeros servidores públicos, titulares de las áreas estatales de reinserción social de Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán. 

Compañeras, compañeros.

Muy buenos días.

Reciban, por conducto de un servidor, un atento saludo del licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación. 

Y la verdad es que estamos muy contentos de estar aquí, en esta hermosísima bahía, en este hermosísimo lugar, estamos de veras muy contentos de iniciar los trabajos de la Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario, Zona Sureste.

Y por ello agradecemos profundamente al estado de Oaxaca, ya lo comentaba el Comisionado Rodríguez Calderón, por su disposición, por todo el apoyo para la organización de este evento.

Nos reúne un tema hoy, se ha dicho ya, tema de la mayor trascendencia, un tema importantísimo; lo comentaba el Secretario de Seguridad Pública, el sistema penitenciario ha de ser entendido como un eslabón esencial del sistema de justicia, como un eslabón fundamental.

Y debe traducirse en la expresión de un compromiso común, una responsabilidad compartida. No en balde una ley nacional es una ley general; una ley general es de aplicación concurrente, así lo ha dicho la Suprema Corte de Justicia.

En los tres órdenes de gobierno, en el Gobierno Federal, en el gobierno Estatal y en el Gobierno Municipal.

Ese es el carácter de esta Ley que ahora nos rige.

Estamos convencidos de que la agenda del día de hoy, hará de ésta una exitosa Conferencia que ha de traer resultados tangibles, palpables.

Necesitamos entre todos superar la crisis en la que se encuentra el sistema penitenciario, y cuando decimos entre todos, lo comentaba también hace un momento, el Comisionado Rodríguez Calderón, estamos hablando de corresponsabilidad.

La Ley es muy clara cuando habla de corresponsabilidad, es más que colaboración, es más que la mera coordinación. Ser corresponsable implica que aquella Secretaría de Educación en un estado está, necesariamente, vinculada con el Sistema Penitenciario; que la Secretaría del Trabajo en una entidad federativa, está vinculada con el Sistema Penitenciario; el área que se ocupa del deporte; la Secretaría de Salud; a nivel federal y a nivel estatal.

Pero ¿cuál es el centro? ¿cuál es la columna vertebral, el nervio de esta Ley? Es el respeto por la dignidad de las personas, el respeto por la dignidad de la persona humana.

Y lo hemos dicho ya en otros foros y en otras conferencias regionales y en la nacional, una persona, puede haber perdido su libertad, pero debemos tener muy en claro que no pierde nunca, nunca pierde su dignidad, su dignidad como persona, así debemos entender, ese es el centro fundacional y centro capital de nuestra nueva Ley.

Y nuestra labor como servidores públicos, conlleva un compromiso de la mayor relevancia: proporcionar a las personas privadas de la libertad las condiciones necesarias para la compurgación de la pena o el seguimiento del proceso en condiciones dignas.

Y para eso tenemos que poner atención también a nuestro personal, en el personal penitenciario, por supuesto, en la persona privada de su libertad requiere del pleno respeto de sus derechos, pero también tenemos que respetar a nuestra gente y hacerlo mejor, buscar lo mejor por ellos, ellos muchas veces están tan privados de su libertad como las personas privadas de la libertad; y lo sabemos.

Tenemos que ver la manera de equilibrar de alguna forma, con prestaciones, con atención con reconocimiento al personal penitenciario, a los custodios, a la seguridad penitenciaria, a los criminólogos, a los psicólogos, todo el complejo penitenciario que hace posible la existencia de un centro.

Esta reunión, debe entenderse así también, como una reunión en la que venimos a trabajar conjuntamente, compartiendo obligaciones, compartiendo responsabilidades y destacando esta dualidad, el respeto por la dignidad de las personas privadas de su libertad y el respeto por el personal penitenciario.

Dentro de la agenda que vamos a desahogar, toco rápidamente algunos puntos:

El primero: Es el seguimiento de los recursos del Fondo de Aportaciones de Seguridad Pública, por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional; estos recursos etiquetados, deben utilizarse para lo que están destinados, para los sistemas penitenciarios y no para otra cosa. El Secretariado Ejecutivo y Órgano Administrativo, la propia Comisión estamos aquí para ayudarles para que puedan ejercer los fondos de manera ágil y adecuada.

Segundo: Ya lo comentaba el Comisionado Rodríguez Calderón,  la homologación de las bases de datos y los registros nacionales y protocolos.

Requerimos consolidar diagnósticos precisos, adecuados para lograr políticas y acciones certeras que impacten en el objetivo de lograr información confiable, información útil.

Si no tenemos datos confiables, certeros, veraces, no vamos lograr nunca inteligencia penitenciaria auténtica  que ustedes saben es de la mayor utilidad.

Tercero: Algo que es esencial, los traslados de las personas privadas de la libertad que representan un riesgo en sus centros penitenciarios. El objetivo va más allá de despresurizar, es muy importante trabajar conjuntamente para evitar esos riesgos se traduzcan en motines, se traduzcan en homicidios, se traduzcan en violencia al interior de los centros.

Por parte del Gobierno de la República existe toda la disposición para trabajar de manera coordinada, pero es esencial que las instancias estatales identifiquen el núcleo de aquellas personas que representen un riesgo, que lo estén generando ya, quizás para aplicar la excepción contemplada en el artículo 52 de la propia ley.

A final de cuentas es el Poder Judicial el que determina la procedencia del traslado, pero tenemos que generar las condiciones para que éstos sean aprobados por jueces y magistrados.

Como se ha mencionado, como lo ha dicho claramente el Secretario de Gobernación: “En materia de seguridad y justicia, cuando uno avanza, avanzamos todos; pero si uno retrocede, también retrocedemos todos”.

Hagamos todo lo posible, todo lo que esté en nuestras manos para lograr cambios, cambios en el Sistema Penitenciario. Poco a poco, sin prisa, pero sin pausa, podemos cambiar; y lo sabemos, si hay voluntad, si hay auténtica coordinación, si hay decisión podemos cambiar.

Que sea para bien.

Discurso de la Oficina del Comisionado Nacional de Seguridad