Discurso de la Oficina del Comisionado Nacional de Seguridad

Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes;

Maestro Álvaro Vizcaíno, Secretario Ejecutivo  del Sistema Nacional de Seguridad Pública;

Maestro Manelich Castilla Craviotto, Comisionado General de la Policía Federal;

Maestro José Alberto Rodríguez Calderón, Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social;

Licenciado José Luis Calderón Arozqueta, titular del Centro Nacional de Certificación y Acreditación del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de  Seguridad Pública;

Comisaria María de Jesús Ruiz Piña, Directora General de Control de Confianza de la Policía Federal;

Comisaria Frida Martínez Zamora, Secretaria General de la Policía Federal;

Señores jefes de División, señores servidores públicos de la Comisión Nacional de Seguridad, amigas y amigos todos;

Hoy es un día para reconocer el trabajo bien hecho, pero sobre todo es un día para refrendar la confianza en nuestras instituciones.

La acreditación que el día de hoy se renueva para la Dirección General de Control de Confianza de la Policía Federal, asegura que la calidad en los procesos de evaluación de todos nuestros integrantes prosigue… continúa.

Nuestro reconocimiento sincero a la Secretaría General que dirige la Comisaria Frida Martínez, al Sistema de Desarrollo Policial encabezado por la Doctora Laura Carrera y en especial al equipo de la Dirección General de Control de Confianza bajo el mando de la Maestra Ruiz Piña, a quien felicitamos además, no solo por esta renovación de la acreditación sino porque es su cumpleaños. Felicidades. Qué mejor día.

El trabajo de la Maestra Ruiz Piña es muestra de la solidez institucional de buscamos, y permítame señalarlo, que hemos venido logrando para la Policía Federal bajo la conducción del Comisionado Manelich Castilla.

Ustedes bien lo saben, esta Dirección General de Control de Confianza que ya se comentaba aquí, ya lo comentaba el Maestro Álvaro Vizcaíno, es uno de los centros de evaluación de mayor antigüedad en el país, el más grande en su capacidad de atención y pionero, junto con el CISEN y el Centro Nacional de Certificación y Acreditación, en el diseño e implementación del modelo de evaluación que prevalece actualmente en nuestro país.

Legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto por los Derechos Humanos, son los principios clave que recoge nuestra Constitución  para el desempeño de los servidores públicos.

Bajo el liderazgo del Secretario de Gobernación, Lic. Miguel Ángel Osorio Chong, durante la Administración del Presidente Peña Nieto trabajamos intensamente para que los ciudadanos vean en los policías en nuestros policías a servidores públicos honrados, confiables, eficaces, profesionales, capacitados con perspectiva de futuro, con perspectiva de desarrollo profesional para que puedan ofrecer a los ciudadanos el servicio que los ciudadanos se merecen.

Porque como servidores públicos  nuestra primera responsabilidad, nuestro primer deber es honrar la confianza ciudadana, hacerla crecer, porque la confianza es la piedra angular de las instituciones de seguridad y es necesario que logremos que las instituciones se conduzcan, desde el ingreso a las mismas y durante su desempeño con probidad, con ética, con eficiencia y con vocación de servicio.

En esa lógica una reforma constitucional que data ya de hace varios años, la de 1982, modifica el capítulo de responsabilidad de los funcionarios públicos y lo convierte en el capítulo de responsabilidad de los servidores públicos, transitar del concepto de funcionarios al concepto de servidores, entraña un profundo sentido.

En la exposición de motivos de esa reforma constitucional se decía, se trata de hacer conciencia en la propia comunidad sobre lo que es la función de servicio y la pertinencia en exigir el estricto cumplimiento de las obligaciones, así como el correspondiente respeto a los derechos e intereses de los ciudadanos en beneficio del estado de derecho.

Nuestras instituciones son, pues, depositarias de confianza, de confianza justamente porque somos capaces de servir y en la medida en que sean más profesionales, tengan personal mayor capacitado y se desempeñen con orgullo, vamos a servir mejor.

Así, esta certificación que expide el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de  Seguridad Pública, tiene un paradigma de doble vía. Las instituciones confiables requieren de personal confiable y por ello el deber de los mandos radica justamente ser corresponsables en el crecimiento, control y fortalecimiento de la actuación de los elementos y en la transformación de la percepción que tiene la sociedad de sus policías, porque solamente así tiene sentido el control de confianza.

Tenemos que transformar la idea general de lo que debe ser para nuestras instituciones el verdadero control de la confianza impulsando cambios en varios aspectos que ya apuntaba el Secretario Ejecutivo del Sistema, el Maestro Álvaro Vizcaíno.

En una mayor reflexión en la reconsideración de los exámenes de Control de Confianza para dignificar a nuestros policías y entonces es importante analizar con detenimiento, con seriedad qué queremos de la evaluación del control de confianza, qué tendríamos que repensar, qué tendríamos que revisar.

Yo apuntaría algunos temas, primero: en la actualización de procedimientos y normatividad en la materia que tiene que ver con observar las mejores prácticas y experiencias exitosas a nivel internacional, contar con instrumentos de medición actualizados y buscar una mayor integralidad en la evaluación otorgando un peso mayor a las pruebas de entorno y uno más ponderado y sólo indiciario a la prueba poligráfica.

Segundo: Una mayor vinculación del proceso de evaluación con los procesos institucionales que pasa justamente, y ya se comentaba aquí, por la elaboración de perfiles, de perfiles funcionales de acuerdo con la responsabilidad.

Tercero: La homologación del proceso de baja por control de confianza mediante la creación de órganos colegiados que revisen puntualmente los expedientes.

Todo ello implica probablemente revisar también la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública en lo que hace al mismo concepto de la evaluación del control como único factor de baja.

Así, creo debemos seguir trabajando para brindar a nuestros policías de todos los órdenes de gobierno las herramientas necesarias para que se sientan orgullosos de ser policías.

Debemos trabajar, pues, en dignificar a los policías y si queremos cambiar de raíz lo que se siente, lo que se ve de nuestros policías, tenemos que empezar y lo he dicho en muchos foros, tenemos que empezar por respetarlos plenamente en lo que vale su trabajo y si exigimos respeto tenemos que empezar por respetar.

Y por ello y es mi particular opinión tendremos algún día pasar revista y modificar el artículo 123 Apartado B Fracción 13 de la Constitución, para posibilitar en principio el reingreso a sus labores de aquellos policías que demuestren que fueron injustamente cesados.

Porque un policía, es cierto, lleva la estrella tatuada en el pecho y una vez que es policía siempre querrá seguir siendo policía y si es injustamente expulsado y lo demuestra, lo que más querrá en la vida es volver a portar ese uniforme que lo llena de orgullo y ese uniforme que nuestra Constitución no le permite volver a usar.

Tenemos necesariamente que revisar y tomar conciencia de que eso es profundamente injusto, tenemos que cambiarlo.

La transformación de nuestras instituciones es una tarea permanente y así lo asumimos todos en la Comisión Nacional de Seguridad, prueba de ello es precisamente esta certificación que hoy se da a la Policía Federal que nos llena de orgullo y que nos permite, de veras, felicitarlos con muchísimo aprecio, con muchísimo cariño.

Estamos convencidos de que la única manera de cambiar es precisamente ganando la confianza, cada vez más, la confianza de los ciudadanos porque a ellos servimos y a ellos nos debemos y lo dice muy bien el lema de la Policía Federal, que debiera ser el lema de todo servidor público en nuestro país: Nuestra misión es, nuestra misión debe ser, Proteger y Servir a la Comunidad.  

Muchas Gracias.     

Discurso de la Oficina del Comisionado Nacional de Seguridad