Conmemoración del Día Internacional de la Mujer

Fecha de publicación:
08 de marzo de 2019

Sinopsis


Nos enfrentamos a una realidad en la que las mujeres somos en muchas ocasiones, presionadas para renunciar a nuestros derechos básicos, y al ver obstaculizada nuestra inserción en la vida económica, política, social y cultural del país.

Muy buenos días a todas, a todos ustedes. Señor licenciado Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Queridas amigas, mujeres, niñas, compañeras todas. Querida Jefa de Gobierno.

Queridas representantes del Poder Legislativo, aquí están diputadas y senadoras. Tuvimos la oportunidad de escuchar a nuestra representante de la Comisión de Género en el Senado y en las Cámara de Diputados, Malú y Wendy.

A nuestra Ministra de la Suprema Corte de Justicia, muchas gracias Norma Lucía Piña por estar aquí con nosotros. A mis compañeras de Gabinete. A mis compañeros de Gabinete aquí presentes.

Muchas gracias General Secretario, muchas gracias Almirante, muchas gracias Secretario de Seguridad. Gracias a nuestro Secretario de Comunicaciones y Transportes, al Consejero Jurídico y a todos los que nos acompañan.

Gracias también a las consejeras sociales y consultivas del Instituto Nacional de las Mujeres, que con su apoyo decidido obtuvimos la designación de nuestra presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, y seguiremos trabajando con ustedes en todos los temas tan importantes del Instituto.

Me emociona estar aquí, como dice y acaba de mencionar nuestra querida Malú Mícher, tampoco soñé en estar en este patio central de Palacio Nacional ante el señor Presidente de la República.

Me emociona también, y ver el reflejo en sus rostros de todas, de todos ustedes, en el largo camino que hemos recorrido para lograr el reconocimiento a nuestros derechos básicos.

El derecho al sufragio, no lo soñó mi abuela, y mi madre apenas fue una realidad para ella. El derecho a la educación, el derecho al trabajo, el derecho a tener salarios iguales a los hombres, el derecho a la maternidad libre.

Es innegable que las mujeres gozamos hoy de condiciones de igualdad que no contaron nuestras abuelas o que eran impensables hace apenas unos años.

Pero sí quiero compartirles que aunque nuestras abuelas no gozaron de estos derechos, a mí en lo personal, mi abuela selló mi vida en los derechos de las mujeres.

Es necesario permanentemente reconocer que todas ustedes han hecho contribuciones extraordinarias todos los días, sin embargo, pese a esto, los retos siguen siendo enormes.

En México, lo decía yo el otro día, el 66 por ciento de las mujeres sufre de violencia en el ámbito familiar, laboral y en su ámbito cercano, y los datos de feminicidio son preocupantes.

Nos enfrentamos a una realidad en la que las mujeres somos en muchas ocasiones, presionadas para renunciar a nuestros derechos básicos, y al ver obstaculizada nuestra inserción en la vida económica, política, social y cultural del país.

Aunque en nuestra sociedad persisten amplios sectores que se niegan a comprender nuestra lucha para defender nuestros derechos, no debemos claudicar en incorporar la perspectiva femenina y dirigir los esfuerzos para alcanzar una sociedad con una paridad 50-50.

Me siento muy honrada en acompañar a nuestro Presidente en la cuarta transformación de la República, porque ha cumplido su palabra, y por primera vez en la historia de nuestro país, tenemos un Gabinete en donde el 50 por ciento de las Secretarías son ocupadas por mujeres.

En lo personal, señor Presidente, le agradezco la confianza y la distinción de haber sido designada al frente de la Secretaría de Gobernación, y ser la primera mujer encargada de la política interior de nuestro país.

Es de reconocer que diversas áreas de la vida pública de México han transitado hacia mejores condiciones de igualdad, de paridad y de equidad para las mujeres y niñas.

Estas condiciones obedecen en casi su totalidad a la decisión y perseverancia de todas ustedes, de todas nosotras, y de los hombres comprometidos como usted señor Presidente, con nosotras.

Estos logros en esta la vida pública de México, también conllevan una enorme responsabilidad para todas nosotras, que aprovechando las conquistas de mujeres que nos precedieron, tenemos la obligación de seguir trabajando para abrir nuevos espacios y reducir las brechas.

No queremos ser las primeras y las únicas, sino las primeras de muchas mujeres que lleguen a las Secretarías y a ocupar los puestos de decisión en este país.

Vamos a continuar trabajando con pasión, con solidaridad y justicia, para que en el futuro la defensa para ampliar nuestras libertades sea una realidad, en los derechos reproductivos, en el derecho a participar en la política, y en otros campos de la vida profesional.

Pero además, los derechos, tenemos que seguir luchando por los derechos de tercera y cuarta generación, como el derecho de gozar de un medio ambiente sano o el derecho al libre flujo de información en el ciberespacio, como nos acaba de decir la niña que nos antecedió en el uso de la palabra.

Para que exista paz y progreso, debe permitirse la plena participación de nosotras.

Nosotras solidarias. Nosotras trabajadoras. Expresemos libremente nuestras esperanzas y nuestras ideas. Compartamos nuestra propia voz.

 

Muchas gracias.


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