Buenos días a todas, a todos.

Saludo a nuestros anfitriones, al subsecretario de Estado.

Felicito nuevamente a la secretaria de Seguridad Interna, al fiscal general de los Estados Unidos, a nuestro Canciller, nuestro procurador general de la República.

A las delegaciones de ambos países y a los representantes de los medios de comunicación.

Como se ha comentado ya, el día de hoy nuevamente estamos llevando a cabo un encuentro para evaluar y analizar los esfuerzos en el combate a las organizaciones criminales transnacionales.

Ello es posible gracias al trabajo que en los últimos meses han continuado realizando nuestras secretarías y nuestras agencias, con el objetivo de fortalecer los mecanismos de cooperación ante los retos comunes que enfrentamos en seguridad.

Es así como se ha logrado, en primer lugar, consolidar un espacio de entendimiento y avanzar a partir de una coincidencia. Me refiero a la necesidad de edificar una colaboración más integral y equitativa.

Como en todo diálogo, existen diversas propuestas y puntos de vista.

Pero hay que decirlo, respecto a la agenda bilateral, es más lo que nos une que lo que nos divide, pues la seguridad de nuestras poblaciones es un bien superior para ambas administraciones.

Ha sido de este modo que por décadas, México y Estados Unidos hemos trabajado juntos para construir una región más segura y estable. 

En ese sentido, hay experiencia acumulada y, sobre todo, muchísimos aprendizajes. Hoy está claro que no es únicamente con el uso de la fuerza y medidas punitivas como podremos frenar los flagelos del crimen organizado y las  drogas.

Se trata de un problema sumamente complejo con implicaciones sociales, económicas, financieras y logísticas, que nos llaman a profundizar los esfuerzos de  ambas naciones y que sólo trabajando juntos podremos ser más eficaces y contundentes en nuestras acciones.

Como mencionaron quienes me han antecedido en la palabra, se trata de generar mayores respuestas desde una perspectiva de mercado, de restringir el financiamiento y las armas de las organizaciones criminales y de reducir su capacidad logística, así como disminuir considerablemente el consumo de drogas, desde una perspectiva de salud pública.

Por su parte, hoy México reitera su firme compromiso de continuar los esfuerzos para el fortalecimiento institucional, especialmente a nivel local, como camino para conseguir una seguridad duradera.

Esta lucha ha sido particularmente difícil y dolorosa para México, no podemos olvidar a las víctimas detrás de este flagelo. Ha habido un enorme sacrificio y esfuerzo, particularmente de nuestros soldados, marinos y policías.

En honor a ese sacrificio, no debemos de ninguna manera bajar la guardia ni mucho menos ceder paso a la impunidad, pues no puede haber paz donde no hay justicia, y no habrá justicia fuera de la legalidad.

En ese entendido, debemos de avanzar en construir soluciones a los problemas que nos aquejan como región.

Para ello, debemos de actuar, sí como países soberanos, pero también por el camino de la buena vecindad, trabajando desde la corresponsabilidad a partir del diálogo y la cooperación internacional y, sobre todo, pensando siempre en el bienestar de la sociedad, que es el interés superior que debe estar por encima de cualquier otro.

Hoy nos congratulamos de estar nuevamente en este diálogo, estamos convencidos que habrá buenos resultados a partir de este diálogo constructivo entre ambas naciones, muchas gracias.

 

MENSAJE

Washington, D.C