En el diálogo, Bucio Mújica expuso el reto que el adultocentrismo representa para lograr una garantía efectiva de los #DDHH de #NNA. Esto se debe a que “la sociedad está pensada por y para las personas adultas”. Este diseño de la sociedad coloca sistemáticamente a niñas, niños y adolescentes en una posición de desventaja en el ejercicio de sus derechos.

Otro de los rasgos que define el adultocentrismo de esta sociedad es que parte de la población cree que #NNA sólo tienen los derechos que les otorgan, conceden o reconocen padres y madres; no se les reconocen todos los #DDHH que les otorga la Convención de los Derechos del Niño (ONU) y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Se consideran dádivas adultas y no porque #NNA sean sujetos, titulares de derechos.

Por lo tanto hay, cuando menos, una visión social parcial de los derechos de #NNA acomodada para ventaja de las personas adultas. Esta visión está cimentada en la ignorancia porque desconoce los que #NNA requieren y solicitan: no se les pide opinión ni participan en las actividades que les afectan directamente.

En ese sentido, la aplicación de Leyes por parte de los Tres Poderes de la Nación debe ir más allá y tener siempre en cuenta el “Interés Superior de la Niñez” en los actos de gobierno, lo que implica que #NNA participen y su opinión sea escuchada realmente.