Uno de los datos fuertes es que el 89% de los contenidos para la niñez, que se transmiten por la televisión privada, son de origen extranjero, de acuerdo al estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Si el dato anterior se encuadra en otra cifra relevante, que del 100% de la programación de la TV abierta sólo el 4.5% fue creada para niñas, niños y adolescentes (#NNA), la proporción de la programación mexicana para niñez es ínfima. Estos hechos ocurren a pesar de que NNA son alrededor del 33% de la población total del país.

Entonces, no es extraño que los contenidos de radio y TV sean efecto y causa de la invisibilización de la niñez. Como los medios están insertados en nuestra sociedad, son señal importante de que no visibilizamos correctamente a nuestra niñez. Tampoco extraña que, en la mayoría de los casos, vean a la niñez como consumidores o víctimas; o bien, se usen como “bancos” para hacer parecer que están presentes.

Para corregir estas situaciones, es necesario relacionar contenidos de radio y TV con los derechos de niñas, niños y adolescentes (NNA). Por lo que se invitará a los medios de comunicación a los Sistemas de Protección Integral Nacional y estatales (#SIPINNA).