Este 21 de marzo se conmemora el 212 Aniversario del Natalicio de Benito Pablo Juárez García.

 

De origen indígena, nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806. Liberal y republicano, fue abogado, Diputado Federal, Gobernador de Oaxaca, Ministro de la Suprema Corte y Presidente de la República.

 

A él se debe el establecimiento de las Leyes de Reforma, que separaron a la Iglesia del Estado; y la derrota de las fuerzas imperialistas invasoras.

 

Fue llamado “Benemérito de las Américas”, por su implacable defensa de la libertad e independencia de México.

 

De su puño y letra, Juárez García escribió, en “Apuntes para mis hijos”, las siguientes ideas:

 

  • Tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres Marcelino Juárez y Brígida García, indios de la raza primitiva del país, porque apenas tenía yo tres años cuando murieron.
  • Como mis padres no me dejaron ningún patrimonio y mi tío vivía de su trabajo personal, luego que tuve uso de razón me dediqué, hasta donde mi tierna edad me lo permitía, a las labores del campo.
  • A los 12 años de edad me fugué de mi casa y marché a pie a la ciudad de Oaxaca.
  • En agosto de 1823 concluí mi estudio de gramática latina, habiendo sufrido los dos exámenes de estatuto con las calificaciones de Excelente.
  • En el año de 1827 concluí el curso de artes, habiendo sostenido en público dos actos que se me señalaron y sufrido los exámenes de reglamento con las calificaciones de excelente némine discrepante y con algunas notas honrosas que me hicieron mis sinodales.
  • En 1831 concluí mi curso de jurisprudencia. En el mismo año fui nombrado Regidor del Ayuntamiento de la Capital (del estado de Oaxaca), por elección popular.
  • En principios de 1833 fui electo Diputado al Congreso del Estado.
  • En enero de 1834 me presenté a examen de jurisprudencia práctica ante la Corte de Justicia del Estado y fui aprobado expidiéndoseme el título de Abogado. A los pocos días la Legislatura me nombró magistrado interino de la misma Corte de Justicia.
  • El 31 de julio de 1843 me casé con doña Margarita Maza, hija de don Antonio Maza y de doña Petra Parada.
  • En el año de 1845 se hicieron elecciones de diputados a la Asamblea Departamental. (…) Los electores se fijaron en mí y resulté electo por unanimidad en sus sufragios.
  • No vacilé en ayudar del modo que me fue posible a los que trabajaban por el cumplimiento de la ley, que ha sido siempre mi espada y mi escudo.
  • La Legislatura me nombró en noviembre de 1847 Gobernador interino del Estado. El día 29 del mismo mes me encargué del poder que ejercí interinamente hasta el día 12 de agosto de 1848 en que se renovaron los poderes del Estado.
  • Fui reelecto para el segundo período constitucional, que concluyó en agosto de 1852 en que entregué el mando al Gobernador interino don Ignacio Mejía.
  • En el año de 1850 murió mi hija Guadalupe a la edad de dos años, y aunque la ley que prohibía el enterramiento de los cadáveres en los templos exceptuaba a la familia del Gobernador del Estado, no quise hacer uso de esta gracia y yo mismo llevé el cadáver de mi hija al Cementerio de San Miguel.
  • El 25 de mayo de 1853, estando en una diligencia judicial, llegó un piquete de tropa armada a aprehenderme; se me entregó mi pasaporte con la orden en que se me confinaba a la Villa de Jalapa del Estado de Veracruz.
  • El día 9 de octubre de 1853, a las once de la mañana, el gobernador del Castillo de San Juan de Ulúa, Joaquín Rodal, me intimó la orden de destierro para Europa.
  • El día 9 llegué a La Habana, donde permanecí hasta el día 18 de diciembre, cuando viajé para Nueva Orleans. Viví en esta ciudad hasta el 20 de junio de 1855 en que salí a prestar mis servicios contra el poder tiránico de don Antonio López de Santa Anna. Hice el viaje por La Habana y el Istmo de Panamá y llegué al Puerto de Acapulco a fines de julio de ese año.
  • El clero hacía una guerra abierta a la autoridad civil, muy especialmente a mí por la ley general de administración de justicia que expedí en 23 de noviembre de 1855, y consideraba a los gobernadores como herejes y excomulgados.
  • Los gobiernos civiles no deben tener religión, porque siendo su deber proteger imparcialmente la libertad que los gobernados tienen de seguir y practicar la religión que gusten adoptar, no llenarían fielmente ese deber si fueran sectarios de alguna.
  • En 1857 se publicó la Constitución Política de la Nación y, desde luego, me apresuré a ponerla en práctica principalmente en lo relativo a la organización del Estado.

 

El #BeneméritoDeLasAméricas, mexicano universal, murió como Presidente de la República en Palacio Nacional de la Ciudad de México, el 18 de julio de 1872