La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes #LGDNNA, hace un cambio fundamental en la manera como históricamente hemos visto a la niñez y la adolescencia, al pasar de una visión proteccionista y asistencialista a un nuevo marco de derechos donde todas y todos ellos tienen la capacidad para expresarse, tomar parte decidir y actuar conforme a su nivel de desarrollo en los temas y asuntos que les afectan y conciernen.

Este cambio histórico reconoce el derecho de que niñas, niños y adolescentes participen de manera activa en todos los procesos donde sus derechos se vean involucrados, por lo que es necesario de que las instituciones públicas, empresas, sociedad civil y población en general, generen más y mejores mecanismos de participación que promuevan la expresión de sus puntos de vista.

En el proceso de implementación de la Reforma Educativa, niñas, niños y adolescentes de educación básica y media superior, ejercieron su derecho a participar, al expresar sus opiniones acerca del nuevo modelo educativo 2016, durante el Foro de Consulta a Niñas, Niños y Adolescentes sobre el Modelo Educativo, lo cual resulta fundamental por cinco razones primordiales:

  1. Porque niñas, niños y adolescentes son plenos titulares de todos sus derechos, entre los cuales destaca su derecho a una educación de calidad y a participar en todos los procesos donde sus intereses estén involucrados, de acuerdo a su nivel cognitivo y de desarrollo.
  2. Porque la educación es el motor para formar personas libres, participativas, responsables e informadas, y en la medida que se propicie la participación de las niñas y los niños como elementos activos de este proceso, mejores resultados se obtendrán en el presente y futuro inmediato.
  3. Porque un nuevo modelo educativo sin la opinión de niñas, niños y adolescentes, principales protagonistas de la educación en México, sería un proceso incompleto.
  4. Porque a pesar de que persiste nuestra visión adultocéntrica, son ellas y ellos quienes opinan que requieren de mejores instalaciones escolares, con más y mejores herramientas de aprendizaje, con maestras y maestros mejor preparados para impartir conocimiento en un contexto de nuevas realidades sociales, económicas y políticas; y con la capacidad de incentivar la creatividad y el trabajo en equipo.
  5. Porque México decidió hacer un cambio legal e institucional que pone al centro de todas las acciones públicas y privadas a niñas, niños y adolescentes, y corresponde al Estado garantizar el interés superior de la niñez y el derecho de prioridad, exclusivo para este grupo de población.

Con niñas y niños al centro del modelo educativo, México amplía sus posibilidades de un presente y futuro más incluyente, desarrollo social y económico sostenido y de personas mejor preparadas para afrontar los retos del mundo competitivo en el que vivimos.