Para obtener los beneficios de la socialización y ganar amistades, las niñas, niños y adolescentes #NNA con frecuencia entregan información personal (nombre, escuela, dirección, intereses personales y familiares, más otros datos) que en la vida real les tomaría más tiempo dar antes de confiar en alguien. Pero en las redes sociales está publicada y nunca regresa a la privacidad: no se sabe quién la ve y que puede hacer con ella.

Como desean ser populares, llamar la atención y aprobación de sus semejantes en edad, tienen a actualizar su Perfil con fotos riesgosas, presumir de sus aventuras el fin de semana, hablar de más de sus conocidos y, en ocasiones, llegan a usar el espacio digital para humillar a otras y otros con contenidos no apropiados. Por eso es vital que enseñe a sus hijas e hijos a usar las herramientas de privacidad, a que seleccionen a quién permiten ver sus datos y fotos, a conocer cuáles son los riesgos en el mundo digital. Ninguna información en línea es privada; un “amigo” puede difundirla y dispersarla en cualquier momento.

Regla de oro. Los controles automáticos digitales jamás deben reemplazar la supervisión parental en vivo.

Algunos riesgos. Pueden recibir mensajes de un extraño malintencionado, pueden encontrarse físicamente con un desconocido, pueden ser acosados por sus semejantes, no hay manera de verificar la edad de la persona con la que se comunican, pueden ver videos o fotos provocativos que les causen daño, les dan acceso a grupos no aptos para su edad y desarrollo, etc.

Algunas reglas. Dialogue y mantenga abierta la comunicación con sus hijas e hijos; tenga interés por sus actividades y amistades digitales; ponga atención en la información que comparte en redes, como fotos y videos; enseñe como pueden proteger la información propia y a respetar la de los demás; averigüe y enseñe como protegerse de los ciberacosadores; cheque que usen los controles de privacidad de las redes; insista en que eviten encontrarse con alguien que sólo conoce por Internet.

Algunas herramientas. Ponga los filtros de edades; use programas para monitorear, en especial si sospecha que sus hijas e hijos peligran en la red; revise el historial en internet; sea cuidadoso con los chats que usan, en especial en vivo; use buscadores seguros; use controles de padres en teléfonos y otros gadgets.