Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Doctora Beatriz Gutiérrez Müller, Presidenta del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México.

Doctora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, Secretaria de Gobernación, Doctor Alfonso Durazo Montaño, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Licenciado Lázaro Cárdenas Batel, Coordinador de Asesores de Presidencia de la República.

General Audomaro Martínez Zapata, Director del Centro Nacional de Inteligencia, Almirante José Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina, Licenciado Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación.

Integrantes del Gabinete de Seguridad del Gobierno de México, Ingeniero Miguel Ángel Riquelme Solís, Gobernador del Estado de Coahuila, Diputado Marcelo de Jesús Torres Coutiño, Presidente de la Junta de Gobierno del Honorable Congreso del Estado.

Magistrado Iván Garza García, Representante del Tribunal Superior de Justicia de esta entidad, Ingeniero Manolo Jiménez Salinas, Presidente Municipal de Saltillo.

Funcionarios de los Gobiernos Estatal y Municipal, Subsecretarios, Oficiales Mayores e Inspectores de la Secretarías de Marina, así como de la Defensa Nacional, Comandantes de las Regiones Navales y Militares del País, compañeros de armas en la honrosa situación de retiro y en activo.

Apreciables familias que nos acompañan, representantes de los medios de comunicación, damas y caballeros, muy buenas tardes y gracias por su presencia.
Coahuila, tierra que vio nacer a nuestro Ejército Mexicano, tierra de ilustres coahuilenses como Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, entre muchos otros.

Tierra de gente franca y trabajadora que inspira a los soldados de México y que siempre los ha cobijado con calidez.

Por ello, el gusto de estar aquí, en la cuna de nuestra institución y el agradecimiento a nuestro Comandante Supremo y a todos ustedes por su presencia en esta celebración del 106 Aniversario del nacimiento del Ejército Mexicano.

El ejército ha estado presente en cada transformación que ha tenido nuestro país, aunque con diferentes denominaciones, siempre abrazando las mejores causas de libertad, justicia e igualdad.

El ejército fue el componente fundamental para consolidar la Independencia, la reforma y la Revolución.

Producto de esta última etapa y ante la situación inestable que se vivía en el país, el 19 de febrero de 1913, conforme a las facultades extraordinarias concedidas por el congreso del estado de Coahuila, al entonces Gobernador de la entidad Don Venustiano Carranza, inició la organización de fuerzas para sostener el orden constitucional amenazado.

Acción que se vio consolidada el 26 de marzo de 1913 con la firma del Plan de Guadalupe, en la hacienda del mismo nombre, a unos cuantos kilómetros de esta ciudad de Saltillo.

Dicho plan le dio a Carranza el carácter de Primer Jefe y a las fuerzas revolucionarias surgidas del pueblo, el nombre de Ejército Constitucionalista, que tiempo después recibiría el nombre de Ejército Nacional, para adoptar por último la denominación de Ejército Mexicano, como hoy se conoce.

Apreciable concurrencia, las instituciones nacionales se edificaron con la visión, esfuerzo y sacrificio de varias generaciones de mujeres y hombres.


En ese marco, el Ejército Mexicano se ha forjado con la voluntad, el valor y el trabajo de muchos ciudadanos, que portando con orgullo el uniforme que nos ha concedido nuestro México, han dado solidez, cohesión y prestigio a nuestra institución.

Hoy, al celebrar su 106 Aniversario, afirmamos que el instituto armado tiene su origen en el pueblo al que sirve, en la historia de la nación y en los ideales de la revolución.

Todo lo antes expuesto, hace constar que desde su gestación, hasta nuestros días, el Ejército Mexicano ha sido garante de la vida institucional de nuestro país.

El ejército nació para defender la democracia, para preservar las instituciones legalmente establecidas y para respaldar las aspiraciones y objetivos nacionales.

Así se ha mantenido por 106 años y así seguirá, enfatizo que actualmente nuestro ejército cuenta con capacidades para responder a los retos y desafíos que enfrenta nuestro país.

Un ejército en el que se expresa nuestra diversidad étnica, regional y cultural, porque sus integrantes provienen de todos los estados, municipios y comunidades del territorio nacional.

Un ejército, cuyos ejes rectores en el servicio a la patria son: disciplina, honor, valor, lealtad, patriotismo, honradez, abnegación y espíritu de cuerpo, principios axiológicos que de manera integral, racional y patriótica, cimientan la formación militar y la actuación del soldado mexicano.

Destaco que en estos 106 años de existencia, el ejército mexicano ha vivido su propio proceso evolutivo, en el que entre otros aspectos, se ha puesto especial atención en la profesionalización, una profesionalización continua de sus integrantes, en un mayor acercamiento del soldado al pueblo, en el respeto a los derechos humanos, en la transparencia y rendición de cuentas y en una mayor apertura hacia las mujeres que tienen vocación de servicio, siendo más de 25 mil las que actualmente forman parte de nuestra institución.
Esta evolución ha tenido como resultado la confianza creciente que la ciudadanía le brinda al soldado, confianza que forma un vínculo indisoluble entre las fuerzas armadas y el pueblo.

Señores generales, jefes, oficiales, personal de tropa: el servicio a la patria desde las fuerzas armadas es voluntario y su práctica demanda entrega y compromiso, virtudes que reconozco en ustedes y en quienes se encuentran desplegados en todo el país o cumpliendo alguna tarea fuera de él.

Reconozco también que ningún hombre o mujer del ejército mexicano, se intimida ante el trabajo y cada uno aporta lo mejor de sí para cumplirle a México y a los mexicanos.

Ningún soldado espera reconocimiento alguno, porque su mística se sustenta en el servicio desinteresado a la sociedad, en el patriotismo, en la lealtad y en los demás valores que se le inculcan desde el momento en que se entrega a la carrera de las armas como una forma de vida.

Son las propias familias mexicanas las que reconocen el esfuerzo del soldado y demandan su presencia, para sentir su protección ante todo tipo de amenazas que ponen en riesgo su integridad física o su patrimonio.

Esa, es nuestra mayor motivación para seguir sirviéndoles con lealtad y patriotismo, lo hacemos solidariamente para contribuir a su tranquilidad y con la premisa ineludible de actuar siempre con apego a las leyes, respetando los derechos humanos.

Conocido es por todos, que las misiones que cumplimos los soldados implican nuestra presencia en toda la geografía del país, aún en los lugares más apartados de nuestra nación.

Que el soldado vive alejado de su familia por meses cumpliendo misiones y que debido a la exigencia de su profesión, vive en la distancia fechas importantes, trascendentales en el ámbito familiar.

En resumen, sabemos que el trabajo es mucho, pero somos conscientes de que ese camino elegimos y que lo seguimos por convicción, sabemos que trabajamos por nuestro México, con la satisfacción y el honor del deber cumplido en el servicio a los demás.

También, una motivación importante, es el orgullo que sienten nuestras familias, por lo que somos y hacemos, siempre están ahí, para apoyarnos.

En cumplimiento a las instrucciones del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, de fomentar el equilibrio entre las obligaciones militares y las responsabilidades familiares, se han implementado medidas diversas para fortalecer la moral y la disciplina en el Ejército y Fuerza Aérea, con el único fin de alcanzar el bienestar de los miembros del instituto armado y sus familias.

Ejemplo de ello, es la derogación del Artículo 16 del Reglamento de la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas, con lo cual, restituye el derecho de portar las insignias del grado que es conferido para efectos de retiro.

Gracias Señor Presidente por este acto de reconocimiento y justicia con los miembros de las fuerzas armadas.

Los soldados de México, agradecemos su apoyo, comprensión y sentido humano, pero sobre todo, su confianza y expresión pública sobre la lealtad del ejército y el reconocimiento a nuestros orígenes, eso nos motiva y nos compromete a no fallarle al país, a no fallarle a usted y a no fallarle al pueblo de México.

Nuestro ejército seguirá siendo leal a sus principios y valores que le dan solidez y que lo colocan como una institución fundamental al servicio de la democracia y de la república.

Asimismo, seguirá contribuyendo en la construcción de la paz por la seguridad de la sociedad conforme a la estrategia trazada por su gobierno.

Compañeros de armas, fechas significativas como las de hoy, nos permiten entender el papel que el ejército ha tenido en la historia nacional, sabemos que el país hoy más que nunca requiere de sus soldados y eso nos compromete a seguir desempeñándonos con alto sentido del deber en cada encomienda que se nos asigne.

Si bien es cierto que tenemos misiones orgánicas definidas, también es cierto que dentro de las mismas están implícitas otras tareas que tienen como finalidad el bienestar y el desarrollo de nuestro pueblo.

Por ello, debemos trabajar unidos con el espíritu de cuerpo que caracteriza al soldado mexicano, debemos resguardar y promover la unidad nacional y una cultura de servicio basada en la honestidad, en el cumplimiento de la ley, en el respeto y en la promoción de los derechos humanos.

Somos un ejército cuya única aspiración es servir con profesionalismo, honor y lealtad a México.

Un ejército que hace equipo con la Armada y la Fuerza Aérea en el servicio a la nación, un ejército que da todo por la patria y es aliado de la transformación que ha emprendido el Gobierno de México para lograr el desarrollo, la paz y el bienestar social de los mexicanos y las mexicanas.

Felicidades al pueblo de México y a su ejército, el ejército de todos los mexicanos.


Muchas Gracias.