Almirante de Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, JOAQUÍN ZETINA ANGULO, Subsecretario de Marina.

General de División Diplomado de Estado Mayor, NOÉ SANDOVAL ALCÁZAR, Subsecretario de la Defensa Nacional.

Funcionarios de la plana mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, y respetables esposas que los acompañan.

Doctora XIMENA PUENTE DE LA MORA, comisionada Presidente del Instituto Nacional de Transparencia, acceso a la información y protección de datos personales.

Muy distinguidos invitados especiales.

Respetables familias.

Apreciables profesores y jóvenes alumnos. 

Compañeros de armas, de mar, tierra y aire.

Representantes de los medios de comunicación, a todos.

Muy buenos días.

Las naciones que se esfuerzan por alcanzar el bienestar de sus pueblos en unidad, requieren de la participación de todos para lograr una sólida identidad.

En México, esta condición fundamental, la cultivamos fortaleciendo el amor a la patria, en el que nuestros símbolos nacionales tienen papel determinante, al unificarnos socialmente y distinguirnos de otros. 

Por ello, es un honor hacer uso de la palabra aquí en el Campo Militar Marte, en este primer lunes de mes (en el que como ya es tradición) le rendimos honores a nuestro lábaro patrio.

Emblema nacional, al que juramos lealtad desde el primer día en el que abrazamos la carrera de las armas.

Que está presente en el día a día de cada marino y de cada soldado, y que con celo y devoción custodiamos (de manera permanente) con un firme centinela en todo organismo militar.

Los integrantes de las Fuerzas Armadas, al encontrarnos en los diferentes lugares del territorio nacional, con agrado constatamos que estos sentimientos son compartidos por la mayoría de los mexicanos.

Lo apreciamos en cada escuela; lo percibimos en las plazas cívicas y edificios públicos; pero sobre todo, lo observamos en los rostros de respeto, admiración y alegría al ver ondear nuestro pendón tricolor.

Nuestro lábaro patrio, símbolo de unión y orgullo, ha estado presente en los momentos más trascendentales de la historia nacional, impulsando a los mexicanos, a enfrentar con entereza las adversidades en aras de la independencia, de la integridad, de la libertad, de la igualdad social, y del progreso del país.

Esta bandera, nuestra bandera, sigue siendo la insignia de nuestra mexicanidad… de nuestra cohesión como nación libre y soberana… del México en marcha, que juntos (sociedad, gobiernos y fuerzas armadas) estamos construyendo. 

Por ello, desde esta ciudad de México, hago un llamado a todos los mexicanos:

Para que acerquemos este lienzo tricolor a nuestra vida cotidiana, colocándola en permanencia en nuestras casas, centros educativos, oficinas, fabricas, edificios y vehículos.

Venerándola en todo evento cultural, académico, social, deportivo, político… en suma, en cualquier acto cívico que nos reúna a los mexicanos.

¡Portémosla con respeto y orgullo!

Que nos motive donde sea que nos encontremos, a sumar voluntades para lograr un México más seguro, más próspero y más justo.

¡Que continúe siendo el símbolo de unión entre todos nosotros!

Los invito a que reflexionemos sobre el futuro de nuestro país; a que enarbolemos con honor nuestra bandera… en aras de la educación, de la justicia, de la preservación del estado de derecho, de la honestidad y de la cohesión nacional.

Las nuevas generaciones a las que heredaremos el país lo merecen… sumemos esfuerzos para concretar estas nobles tareas… hagámoslo por el bien de México, hagámoslo por su sociedad.

Muchas gracias.