Ciudadano ENRIQUE PEÑA NIETO, Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
 
Diputado JULIO CÉSAR MORENO RIVERA, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
 
Senador LUIS MIGUEL GERÓNIMO BARBOSA HUERTA, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.
 
Ministro LUIS MARÍA AGUILAR MORALES, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la nación.
 
Almirante Vidal FRANCISCO SOBERÓN SANZ, Secretario de Marina.
 
Respetables integrantes del Gabinete de la Presidencia de la República.
 
Doctor MIGUEL ANGEL MANCERA ESPINOSA, jefe de gobierno del Distrito Federal.
 
Ciudadanos Almirantes, Generales, Capitanes y Jefes, Oficiales, Cadetes, Marinería y personal de tropa.
 
Distinguidos invitados especiales.
 
Jóvenes soldados y mujeres voluntarias del Servicio Militar Nacional.
 
Integrantes de los medios de comunicación.
 
Señoras y señores.
 
La identidad nacional, es la mayor virtud y recurso que une a los pueblos; máximo atributo de confianza y sentido de pertenencia.
 
Se alimenta y fortalece con la remembranza de hechos heroicos, generando en el presente unión y espíritu de solidaridad, para consolidar de cara al futuro conciencia y voluntad social.
 
Refrescar nuestro vibrante pasado, nos permite conocer nuestro presente; significa valorar todo lo que nos ha identificado como nación con carácter y determinación.
 
Esa es justamente la importancia y trascendencia de la Batalla del 5 de Mayo de 1862.
 
Hace ciento cincuenta y tres años, la victoria mexicana en la heroica ciudad de Puebla, consolidó sin duda, los sentimientos de nuestra nacionalidad… de nuestra identidad mexicana.
 
Aquel día, se fortaleció el espíritu y sentir de la nación ante la invasión extranjera, ante el ejército más poderoso del mundo; se motivó a todo nuestro pueblo para mantenerse firme en la lucha y lograr el triunfo de la república y de la constitución.
 
Los mexicanos se percataron de sus capacidades y comprendieron que únicamente tomando como base el esfuerzo conjunto (de todos), se pueden concretar grandes objetivos a pesar de cualquier adversidad coyuntural.
 
Con este marco histórico, cada año los jóvenes mexicanos que cumplen con su Servicio Militar Nacional, hacen eco con sus voces, para expresar su juramento de custodiar nuestra bandera, como lo hicieran los defensores de Puebla.
 
Hoy, 49 mil 212 conscriptos de la clase 1996, anticipados y remisos en toda la república y mil 441 mujeres voluntarias, juran proteger al lábaro patrio.
 
Al término de su capacitación, en el mes de diciembre de este año, se les habrán inculcado habilidades y valores que les permitirán:
 
Ser mejores ciudadanos… mexicanos íntegros, responsables, respetuosos de los derechos humanos y de la igualdad de género.
 
Fortalecer su respeto por los Símbolos Patrios e incrementar su identidad y conciencia nacionales.
 
Participar en el proceso productivo de nuestro País.
 
Responder al llamado de la patria, en caso de requerirse, para coadyuvar en la seguridad y defensa nacionales; y contribuir en el auxilio a la población civil en necesidades públicas o desastres.
 
Respetable auditorio:
 
También, es oportuno recordar que hace 70 años, el 2 de mayo de 1945 la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, integrada por el legendario Escuadrón 201, arribaba a las Filipinas, para participar en la Segunda Guerra Mundial.
 
290 mexicanos, que al igual que las tropas de puebla, defendieron la soberanía… la dignidad de todo un pueblo… y el porvenir de la nación.
 
Su ejemplo nos marca la ruta a seguir; nos enseña a aplicar todo nuestro esfuerzo para no claudicar.
 
Es oportuno también, ofrecer merecido reconocimiento a todos los connacionales que en diversos sucesos relevantes de nuestro devenir histórico independiente y anteponiendo siempre los intereses de la Patria a los personales o de grupo, han puesto en alto el nombre de México.
 
Hoy, nuestro país vive nuevamente, se ve acosado por circunstancias que no merece.
 
Apátridas lucran con el temor y el envenenamiento físico y moral de nuestro más grande tesoro, los jóvenes y niños; se trata de personas desadaptadas, sin escrúpulos ni conciencia ética, que con sus viles acciones, lastiman a los mexicanos, a sus familias, a su patrimonio y su forma de vida.
 
Desde esta tribuna, quiero recordarnos que México es una gran nación en el concierto mundial… con excelente capital humano… con enormes recursos de todo tipo… con invaluables superficies territoriales y marítimas… con posición geográfica estratégica… con acendrada historia y tradición… y sobre todo, con un porvenir prometedor que nos hará trascender en el futuro próximo.
 
Solo nosotros, solamente los mexicanos unidos y decididos, podremos influir en el destino del país; nuestra historia es ejemplo de ello.
 
¡El futuro de México es decisión nuestra!… que sea la mexicanidad el férreo eslabón que nos cohesione y fortalezca para extirpar al cáncer que atenta contra el bienestar de la Patria.
 
Hoy, al igual que en todas las épocas, somos más los buenos mexicanos que los malos; a los cobardes criminales hay que combatirlos con unidad ciudadana y todo el peso de la ley.
 
No permitamos que se mezclen entre nosotros… ¡denunciémoslos!… a ellos y a los que los apoyan.
 
¡Desterrémoslos y con ellos a la ilegalidad, la irresponsabilidad, la corrupción y la impunidad que los cobija donde sea que se encuentren!
 
¡Cerremos filas para el logro de este gran objetivo!
 
¡Ahora es el momento de cubrir nuevamente a la nación de gloria!
 
Cubramos a la nación nuevamente de gloria, venciendo a la ignorancia con educación; abatiendo la corrupción con la denuncia, transparencia y rendición de cuentas; derrotando la impunidad con un sistema jurídico más robusto.
 
Estos retos, que repercuten en el progreso de la nación, son de todos… y su solución requiere de la participación de todo mexicano… de cada uno de nosotros… sumando esfuerzos, cada quien haciendo lo que le corresponda en su respectivo ámbito de responsabilidad.
 
Ante el embate de las organizaciones criminales en contra de la sociedad y sus instituciones, las Fuerzas Armadas seguiremos cumpliendo de forma inquebrantable, las órdenes de nuestro Comandante Supremo:
 
Reitero:
 
Continuaremos apoyando a los tres niveles de Gobierno para llevar ante la justicia a los delincuentes… a los cobardes criminales, que generan temor en la población, para satisfacer bajos y nefastos intereses.
 
Permaneceremos desplegados de día y de noche en toda la geografía nacional, empeñados sin descanso con todos los medios que nos provee la nación, para generar condiciones que permitan el progreso. 
 
Persistiremos, sin desmayo, en resguardar la democracia y la voluntad popular, pues significa la más preciada labor que cualquier militar puede hacer por la Patria… ¡pueblo, democracia e instituciones, somos una y la misma expresión!
 
¡No bajaremos la guardia!... por el contrario, redoblaremos bríos en la imperiosa misión que se nos ha asignado para salvaguardar a los mexicanos; lo hacemos, porque sabemos y tenemos claro que debemos proteger el elemento más importante de la Patria… su gente. 
 
Recalco:
 
Todo criminal que ha pretendido dañar a la sociedad con actos ruines, desafiando la fortaleza del estado mexicano, ha sido aprehendido o nulificado por las fuerzas del orden… ha sido puesto a disposición de las autoridades correspondientes.
 
¡Ese seguirá siendo su destino y también el de sus cómplices!
 
Que quede claro:
 
Las Fuerzas Armadas siempre estaremos con los ciudadanos de bien… a ellos nos debemos… de ellos se nutren nuestras filas… por ellos estamos dispuestos al máximo sacrificio.
 
Hoy, extendemos nuestro reconocimiento a todos los que han caído en el cumplimiento del deber (soldados de tierra, mar y aire, e integrantes de los cuerpos de seguridad) servidores todos públicos comprometidos, dispuestos y preparados, que han sido ejemplo de entrega total a la sociedad nacional.
 
Sus familias cuentan con el respaldo del Gobierno de la República, con el apoyo de las instituciones y merecen el agradecimiento y reconocimiento de todos los mexicanos.
 
Señor presidente:
 
Hoy en este Campo Militar Marte, y ante miles de hombres y mujeres que cumplen con su obligación militar, me permito reiterarle que cumpliendo con sus directivas:
 
Continuaremos defendiendo a los ciudadanos, procurando su seguridad, salvaguardando su patrimonio y protegiendo sus derechos; ellos han sido, son y serán el eje de nuestro accionar.
 
Con férrea vocación de servicio y acendrado profesionalismo (siempre dentro del marco de la ley y con respeto irrestricto a los derechos fundamentales) seguiremos desempeñando las imperativas tareas que nos asigne.
 
Los marinos, pilotos y soldados; los conscriptos y mujeres voluntarias del Servicio Militar Nacional, refrendamos el compromiso con México… con sus instituciones.
 
Trabajaremos reitero, sin descanso permanentemente para generar las condiciones de paz y tranquilidad que permitan a todo ciudadano desarrollar sus actividades productivas en aras del progreso de México.
 
Esa seguirá siendo nuestra prioridad mientras la sociedad lo requiera… en tanto los intereses de la nación lo demanden.
 
Soldados del Servicio Militar Nacional; mujeres voluntarias:
 
El origen del Servicio Militar Nacional es la defensa de nuestra soberanía.
 
Al protestar defender nuestra bandera, ustedes adquieren elevado compromiso con la patria; están llamados a contribuir en el desarrollo y seguridad de México.
 
De las enseñanzas de sus instructores hagan suyos los valores y virtudes; busquen la perfección en las nuevas habilidades y empléenlas responsablemente en las vidas cotidianas.
 
El México que todos queremos necesita de ustedes; jóvenes emprendedores, propositivos, comprometidos, con principios y con sólidos valores… dispuestos a contribuir en su construcción.
 
Estoy convencido que de entre estas filas surgirán los mexicanos que asumirán con responsabilidad las riendas del País, para seguir conduciéndolo al sitio que se merece entre las naciones.
 
El 5 de Mayo de 1862 en Puebla, se dio un paso sólido y definitivo para consolidar nuestro sentido de identidad; hoy seguimos, ante los desafíos que cada generación enfrenta, ese mismo camino.
 
Reafirmemos que México es una nación que no se vence; sea cual fuere la dificultad o circunstancia, vamos a ganar para un mejor futuro.
 
¡Ese es nuestro destino!
 
¡Que su generación continúe con el pujante impulso que hoy lleva nuestro México!
 
¡Enhorabuena por la clase del Servicio Militar Nacional 1996!
 
Gracias a todos por su atención.