Almirante VIDAL FRANCISCO SOBERÓN SANZ, Secretario de Marina.

Almirante Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor JOAQUÍN ZETINA ANGULO, Jefe del Estado Mayor General de la Armada y Comandante de la Columna del desfile del 16 de septiembre.

Señores Generales integrantes de la Plana Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Distinguidos Generales Comandantes de Región Militar y Región Aérea, del Cuerpo de Ejército y del Cuerpo de Policía Militar.

Señores Directores Generales de las Armas y Servicios.

Sargentos de las Armas, de Fuerza Aérea Fusileros Paracaidistas y de Policía Militar recién ascendidos.

Apreciables representantes de los medios de comunicación.

Distinguidas familias.

Compañeros de armas todos.

Muy buenos días.

Agradezco la presencia de mi buen amigo el Almirante SOBERÓN SANZ, con quien nos propusimos fortalecer la relación entre las fuerzas armadas del país, desde el inicio de esta administración.

Aspecto que hoy podemos confirmar a través de la estrecha coordinación y colaboración de todos los niveles de mando, en diversas tareas que nuestras instituciones realizan de manera conjunta, para beneficio de la sociedad.
Me da mucho gusto estar con ustedes ─distinguidos Sargentos recién ascendidos─ en esta explanada que lleva el nombre del valiente soldado, que en abril de 1867, en el sitio de Querétaro ─durante la intervención francesa─ se mantuvo firme en la defensa de su puesto, a pesar de haber sido desarmado por el impacto de metralla, me refiero a DAMIÁN CARMONA.

Sin duda alguna, este hecho estoico es uno de los momentos más significativos de nuestra historia, ya que reflejó valentía, carácter, temple y la más clara expresión del sentido del deber que todo militar mexicano profesa.

Y precisamente hoy, teniendo como marco este emblemático lugar, reconocemos estas elevadas virtudes en las clases que se encuentran aquí frente a nosotros.

Son 239 compañeros ─entre ellos una destacada mujer─ a quienes la Secretaría de la Defensa Nacional, les otorga el ascenso a la jerarquía de sargento segundo, por su conducta y actitud ejemplares demostradas en sus tareas cotidianas y en la consecución de las misiones asignadas, particularmente las que están permitiendo reducir la violencia en el país.

Son ustedes dignos militares que han mostrado comportamiento íntegro y amplios valores institucionales, constituyéndose en modelo a seguir.

Por ello, como alto mando, me resulta sumamente satisfactorio poder estimular y premiar su elevada labor castrense; justa retribución que se concede de conformidad con la ley respectiva, porque decidieron anteponer el interés de la patria a cualquier otro.

Este emotivo evento que realizamos, nos obliga a recordar: la abnegación, determinación y entrega de todos aquellos compañeros de armas que en cumplimiento a su deber realizaron el máximo sacrificio, así como también a los que en estas mismas circunstancias, han resultado lesionados en su integridad física.

¡A todos ellos mi total reconocimiento!... ¡a sus apreciables familias, les reitero el compromiso institucional de siempre apoyarlas y respaldarlas!

Señores Sargentos recién ascendidos:

Quienes integramos las fuerzas armadas, nos sentimos satisfechos y orgullosos por su labor… por su entusiasmo… ¡por su fibra!

Con el liderazgo que han demostrado, los exhorto:

A que continúen echándole muchas ganas en todas las áreas que se les asignen.

A que contagien su ejemplo y buen desempeño en las tropas puestas bajo sus órdenes.

A que tengan hacia ellas trato digno, para hacerse respetar y obedecer.

A que sean precisos y cabales en sus deberes, exigiendo lo mismo de sus subalternos.

A que se conduzcan con apego total a la ley y con respeto irrestricto a los derechos humanos; cercanos a la sociedad para protegerla, colocándola siempre en el centro de su accionar.

A que robustezcan los lazos de unión entre compañeros de la Armada, del Ejército y de la Fuerza Aérea.

A que sigan manteniendo una conducta intachable, tanto en el medio civil como en el militar; en lo personal, en lo familiar y en lo profesional.

En suma, a que sigan siendo ejemplo para todos los compañeros que los rodeen.

En nuestras instituciones, la dedicación y entrega con honor, lealtad y compromiso, tienen recompensa.

Para ustedes, este precepto se ve reflejado en un ascenso y la gran oportunidad que les ofrece nuestro sistema educativo para seguir fortaleciendo su desarrollo.

Ahora, con el curso de regularización que han iniciado en la escuela militar de sargentos, sus vidas tendrán un giro total, ya que los capacitará para ser líderes de pelotón y será el comienzo de la ruta profesional que los lleve a cosechar muchos éxitos más.

Este nivel de mando les implicará, sin duda, mayor responsabilidad, mejor preparación táctica y técnica, así como nuevos bríos en sus carreras… ¡trasladen hacia esta tarea, el ímpetu y responsabilidad con los que se han conducido hasta ahora!

Continúen siendo dignos merecedores del reconocimiento de todos, de sus superiores y compañeros… continúen siendo orgullo de sus esposas e hijos, padres y hermanos… ¡de su familia!

Toda vez que, la patria misma inicia en la familia… familia que nos estimula para seguir adelante y nos motiva con su comprensión y apoyo para lograr nuestras metas.

Sigan dando más éxitos a sus unidades… a la institución; tengan siempre en mente que cada acto relevante que realizan, será valiosa aportación al impulso de transformación que ha impregnado al país nuestro comandante supremo.

El Presidente de la República, los mexicanos, y las mujeres y hombres que portamos el uniforme de la patria, les damos las gracias por su dedicación y entrega… ¡gracias por su esfuerzo!

La amplia labor de todos, contribuye a fortalecer al Ejército, a la Armada y a la Fuerza Aérea; ¡ejemplo que nos impulsa a servir con pasión a MÉXICO!


MÉXICO, nuestra gran nación, requiere más mexicanos como ustedes… responsables… íntegros… honorables…

¡Siempre leales!

¡Enhorabuena!

Y muchas felicidades.