Ciudadano ENRIQUE PEÑA NIETO, Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas;
 
Diputado JOSÉ GONZÁLEZ MORFÍN, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados;
 
Senador RAÚL CERVANTES ANDRADE, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores;
 
Doctor ERUVIEL ÁVILA VILLEGAS, Gobernador del Estado de México;
 
Licenciado JESÚS MURILLO KARAM, Procurador General de la República;
 
Almirante VIDAL FRANCISCO SOBERÓN SANZ, Secretario de Marina;
 
Licenciado JUAN SALVADOR MONTOYA MOYA, Presidente Municipal de Teoloyucan;
 
Distinguidos Funcionarios Federales, Estatales y Municipales;
 
Invitados especiales;
 
Representantes de los medios de comunicación;
 
Damas y caballeros;
 
Compañeros de armas;
 
Muy buenas tardes.
 
Como soldado de la República, es motivo de enorme satisfacción encontrarme en este lugar de gran importancia histórica; escenario de uno de los principales acontecimientos que dieron rumbo al Estado Mexicano.
 
Sitio en el que se fraguó una de las etapas más trascendentes por las que lucharon mujeres y hombres durante el movimiento social revolucionario, y que definió el perfil eminentemente popular de la actual Institución Militar.
 
Fue aquí en Teoloyucan, donde hace cien años el General ÁLVARO OBREGÓN, del Ejército Constitucionalista, y los representantes de las fuerzas federales que resguardaban la ciudad de México, pactaron ─como se pudo apreciar en la escenificación previa─ la disolución del Ejército Federal y la forma de como abandonarían la capital del país.
 
Hecho relevante, que se materializó durante la mañana de aquel 13 de agosto de 1914, con la firma de los hoy conocidos “TRATADOS DE TEOLOYUCAN”.
 
Este acuerdo permitió la consecuente salida de las fuerzas disueltas y que las Fuerzas Constitucionalistas entraran en orden a la ciudad de México dos días después, evitando con ello pérdidas humanas y daños innecesarios en la ciudad y sus pobladores.
 
La trascendencia de estos documentos, es de gran magnitud para las instituciones armadas de hoy, porque su suscripción tiene varios enfoques:
 
Desde el punto de vista histórico-político, determinó la derrota de la usurpación y el triunfo del Constitucionalismo… de la Legalidad… de la Democracia.
 
En el ámbito histórico-militar, representó la consolidación de un nuevo ente castrense, heredero de los valores de aquellos ejércitos que lograron nuestra independencia… la reforma… y la revolución constitucionalista.
 
Instituciones Armadas todas, formadas siempre por mexicanos valerosos que nos legaron ejemplo de elevado honor y patriotismo.
Dan cuenta de ello:
 
El espíritu de libertad e igualdad que amalgamaron las fuerzas insurgentes para otorgar a la historia momentos de gloria, en la emancipación del yugo colonial y en la defensa de nuestra soberanía ante agresiones de ejércitos invasores, batiéndose con valor y gallardía en las campañas contra la Reconquista Española de 1829, la de Texas de 1836, la Primera Intervención Francesa de 1838 y la Primera Invasión Norteamericana de 1846 a 1848.
 
El sentimiento Republicano del Ejército emergido de la revolución de Ayutla y de la Guerra de Reforma, que exaltó nuestra nacionalidad durante la épica batalla del 5 de mayo de 1862, cubriendo a las armas nacionales de gloria; y que también participó en la Heroica Defensa del Puerto de Veracruz en 1914, luchando con fervor patrio al lado de sus hermanos marinos y la población local.
 
Y finalmente los ideales de legalidad, igualdad y justicia social, enarbolados por el Ejército Constitucionalista; integrado por el pueblo mismo, y que tuvo su génesis con el decreto número mil 421, que emitió hace 101 años el Congreso de Coahuila, el día 19 de febrero de 1913.
 
Es por ello que, para los mexicanos, y en especial para quienes vestimos el uniforme de la República, los Tratados de Teoloyucan:
Son legado histórico de los próceres que combatieron por las mejores causas nacionales; ilustres ciudadanos que nos han motivado a enfrentar los retos de cada época con lealtad y honor.
 
Representan la herencia de las organizaciones militares que nos antecedieron y la consolidación del actual Ejército Mexicano… la consolidación de las Fuerzas Armadas de la Patria.
 
Significan el compromiso perenne para continuar siendo garantes de la soberanía y salvaguardas de las instituciones.
Amable auditorio:
 
Esta ocasión de júbilo, nos permite reconocer a Mexicanos, Civiles y Militares, que con dignidad y valentía postularon los más elevados ideales del movimiento social que inició en 1910.
 
Teniendo como marco este singular sitio, reflexionemos sobre la importancia de la suscripción de los Tratados de Teoloyucan y sigamos el ejemplo de quienes lograron su consumación.
 
Celebrar cien años de este hecho, es hacer valer el esfuerzo conjunto de quienes lucharon por construir un mejor país… de quienes dejaron de lado sus propios intereses para privilegiar los de la colectividad… de quienes buscaron impulsar un proyecto común… que es México.
 
La participación decidida, dispuesta y comprometida de los diversos actores nacionales, en cada una de las encrucijadas por las que ha atravesado la nación, le han permitido salir avante, siempre en la búsqueda de su bienestar.
 
De ahí, la importancia de actuar con responsabilidad y conciencia histórica, como lo hicieron los próceres de ese momento, en aquella época.
 
Hoy, estamos inmersos con pasión en el esfuerzo de llevar a México a liberar su verdadero potencial; la unidad, pluralidad y cohesión social, han sido y seguirán siendo valores invaluables y herramientas para encarar y vencer nuevos desafíos.
 
Hoy como ayer, los soldados de tierra, mar y aire, saludamos el espíritu propositivo, el esfuerzo colectivo y la voluntad Republicana de las Fuerzas Políticas y los Poderes de la Unión para generar consensos.
 
Con el legado histórico que conlleva este lugar, Sociedad, Gobiernos y Fuerzas Armadas, seguiremos luchando por materializar las aspiraciones y anhelos nacionales.
 
¡Esa es la razón que nos motiva a continuar forjando un mejor destino para nuestra Patria!
 
¡Ese es el principal motor que nos impulsa a darlo todo por México!
 
Muchas gracias por su atención.