Pese al auge económico del país durante el gobierno del General Porfirio Díaz, gran parte de la población se encontraba sumida en la miseria, lo cual, aunado a otras demandas sociales, como la democracia efectiva, motivó un levantamiento armado, iniciándose de esta forma la Revolución Mexicana, encabezada por don Francisco I. Madero.
Al generalizarse el movimiento revolucionario, el General Díaz se vio obligado a renunciar a la presidencia, convocándose a nuevas elecciones en las que Madero resultó triunfador. No obstante, en febrero de 1913 se inició una sublevación armada que obligó a renunciar a Madero quien posteriormente fue asesinado, tomando el cargo de presidente el General Victoriano Huerta. Al cundir el descontento por el asesinato de Madero, el 19 de febrero de 1913, el Congreso del estado de Coahuila, emitió el decreto 1421, en el que se desconocía al General Victoriano Huerta como Presidente de la República y le otorgaba facultades al gobernador de dicho estado para armar un ejército a fin de restablecer el orden constitucional, por lo que posteriormente fue denominado Ejército Constitucionalista, del cual surgiría nuestro actual Ejército Mexicano.
En el año de 1932 se señaló el 27 de abril como día para celebrar al soldado; se escogió esta fecha para recordar la gesta heroica de Damián Carmona, acontecida durante el sitio de Querétaro en 1867. Finalmente por Decreto Presidencial de 22 de marzo de 1950 se estableció el 19 de febrero como día del Ejército Mexicano, a fin de conmemorar la creación de nuestro actual Instituto Armado.