Discurso No. 005

Palabras del Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, en reunión con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC)

México, D.F., 13 de marzo de 2013.

Estimados amigos, en primer término estimado ingeniero don Luis Zárate Rocha, señores ingenieros vicepresidentes, amigos ingenieros representantes de las Cámaras en los estados.

En primer lugar permítanme extenderles una muy efusiva felicitación por estos extraordinarios 60 años de logros, desde 1953, y esperamos que así lo siga siendo, la Cámara de la Industria de la Construcción es un baluarte de la industria en México. Felicidades por estos 60 años en los que han dado sobradas pruebas de la solidez del sector.

En estos 60 años habrá que comprobar como la subsistencia, el ingenio, la capacidad de organización, sacaron adelante al sector en medio de las más duras crisis económicas por las que ha pasado el país.

Hoy los ingenieros enfrentan las crisis económicas, las crisis de seguridad, las crisis sociales inclusive, y siempre han respondido igual, con un extraordinario ingenio, con una extraordinaria capacidad de adaptación, pero sobre todo, con un extraordinario patriotismo que de verdad, por mi conducto, el Gobierno de la República les reconoce y les agradece. Muchas felicidades, ingenieros de México de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción. (Aplausos)

Y yo creo que todos tenemos en nuestra vida distintas circunstancias, en la mía pues la circunstancia me llevó a tener de cerca muchos, muchos y muy buenos amigos ingenieros, por lo menos siempre pensé que eran amigos hasta que no les encargara una obra en la casa (Risas) pero siempre se justificaron diciendo que ellos estaban para retos más importantes que ampliar una recámara.

La vida de México no se entendería sin los ingenieros mexicanos. Han hecho cosas extraordinarias realmente, están a la vista, ciertamente hay una gran capacidad artística en las otras profesiones que complementan ésta, pero es la industria mexicana, la ingeniería mexicana la que le ha encontrado respuestas al problema sísmico, al problema ciclónico, al problema de las inundaciones, incluso al problema estético de las ciudades.

Esa es parte de nuestras preocupaciones.

Hoy para entrar de lleno al tema por el que ustedes nos invitan, y estoy seguro les interesa, hoy la gente se pregunta en México ¿por qué tiene que vivir como vive? y el Presidente de la República decidió, en un paso muy importante, presentar estos lineamientos generales de la Política de Vivienda del Gobierno y presentarlos en los primeros días del Gobierno, del ejercicio del Gobierno Federal.

¿Por qué la presentamos el 11 de febrero?, ¿por qué el Presidente da este anuncio el 11 de febrero? En primer lugar, porque era evidente que una industria atravesando ciertas situaciones, necesitaba saber qué iba a pasar. En el año anterior, solamente, habían ocurrido 22 diferentes cambios sobre las reglas y el modelo que se aplicaba a la vivienda. El eje de la vivienda, reconocíamos a través de ustedes en el periodo de transición, pasa sobre todo por tres cuestiones muy importantes: la tramitología, la cuestión de permisos, lugares, etc., incluyo en esta parte la tramitología de la tierra. La segunda, las reglas, los distintos procesos en todos los lugares, diversos en cada uno de los estados del país. Y tercero, el financiamiento.

Esta política engloba las tres cosas con cuatro programas fundamentales, con cuatro propuestas fundamentales. La primera: una alineación para lograr una mayor y mejor coordinación del sector. Voy a explicárselos con el ejemplo de la agenda de hoy del Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Por la mañana tuvimos una reunión con Sociedad Hipotecaria Federal, revisando primero la respuesta que ha tenido el programa de garantías, extraordinaria herramienta creada por Hipotecaria, segundo revisando nuestras expectativas estado por estado y la posibilidad de combinación de productos estatales y federales para que se puedan construir más viviendas, de vivienda popular. Tuvimos una reunión con algunos de los desarrolladores que están en la Bolsa Mexicana, de allá me esperaba un grupo que se llama la CNPA Movimiento Nacional, que es un grupo que toma decisiones de carácter agropecuario, tiene algo así como 960 reclamaciones de tierra en distintas partes del territorio nacional, distintos estados. Los estados con mayor número de conflictos agrarios son Oaxaca, Chiapas, Veracruz, pero los estados con mayor índice de problemas de regularización de tierra son, increíblemente, el centro de la República: el Distrito Federal, el Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala. Obviamente es donde está el mayor número de asentamientos y donde los asentamientos han sido absolutamente irregulares.

Y de allá vengo afortunadamente a esta reunión con ustedes, previamente el Consejo del FIFONAFE, un instrumento agrario para ver el tema de las expropiaciones y los terrenos. Y se los explico por esta razón, si no hubiera esta alineación el Secretario de la Reforma Agraria hubiera tenido la reunión con FIFONAFE. Hoy se acordó que el FIFONAFE puede disponer de 47 predios que suman casi mil hectáreas, que se van a sumar a una reserva, todos ellos, intraurbanos; si el Secretario, si la Subsecretaria de Desarrollo Urbano se hubiera quedado en la SEDESOL, nunca hubiera entendido el Secretario de la Reforma Agraria que estas mil hectáreas de FIFONAFE, de un organismo que tiene que ver con el fomento ejidal, se pueden sumar a las casi 76 mil hectáreas dentro de las ciudades detectadas por la propia SEDESOL.

Pero no había forma que antes se dieran la mano los dos mundos, no había forma de que Sociedad Hipotecaria Federal, una entidad de la Secretaría de Hacienda, se pudiera reunir con el Secretario que se encarga de ver las cuestiones agrarias y de vivienda, y pusieran en alineación un producto, como lo fue el caso de la Garantía Hipotecaria SHF para la Construcción, o como está sucediendo con los distintos esquemas que se presentan para los estados de la República.

Si no hubiera esta coordinación, no entiendo en qué parte hubiera cabido la preocupación del Presidente y a quién le hubiera encargado “oigan, no podemos seguir teniendo a los policías como los tenemos”. En las fuerzas armadas mexicanas tienen un instituto de vivienda, los empleados estatales tienen un instituto de vivienda, los municipales tienen distintas formas de allegarse vivienda, pero los policías en el país no, los policías de la Ciudad de Mérida, los policías de la Ciudad de Pachuca, no tienen un instituto por el cual puedan acceder a la vivienda y es una de las principales razones que todos los organismos internacionales en materia de seguridad nos dicen que estamos en falta. Ahora este tema lo va a resolver esta Secretaría con la CONAVI, el FOVISSSTE, la Sociedad Hipotecaria y el propio Fondo Nacional de Habitaciones Populares, el FONHAPO.

Sí tiene una lógica haberle hecho caso a la recomendación que ustedes nos hicieron y haberla llevado más allá; no solamente se trata de alinear al sector de vivienda bajo una sola coordinación, sino que era imprescindible que pusiéramos en la misma alineación al origen del problema: la tierra. Encontrar esta disponibilidad, hacer estas reservas, propiciar esta regularización de predios, que puede no parecer demasiado importante en un momento determinado, pero la gente al regularizar su predio, automáticamente ya tiene un instrumento para poder solicitar un crédito a cualquiera de los organismos nacionales de vivienda, en este caso a los que alcanza generalmente que son la propia Hipotecaria Federal o el Fondo Nacional de Habitaciones Populares.

Ahora está todo en una sola caja, este era el objeto de logar esta coordinación. Lo más interesante está en cómo nos estamos coordinando sin que estemos sectorizados, solamente están sectorizados a la SEDATU la CORETT, el FONHAPO y la Comisión Nacional de Vivienda, pero el INFONAVIT y el FOVISSSTE traen sus propios mandatos y sin embargo, por instrucciones del Presidente de la República, están coordinados a la Secretaría que ahora es la que preside la Comisión Intersecretarial del ramo. Ese es un avance importantísimo, porque se refleja en tiempo; uno de los mayores logros que va a aportar esta coordinación es la reducción de la burocracia. Creo, estimados amigos, que esta contribución de ustedes al programa de Gobierno, del Gobierno de la República es fundamental.

Después está, con la misma importancia y como principal objetivo, el tema del desarrollo urbano. Vuelven a unirse los dos mundos: el rural y el urbano. Mil 348 ejidos son partir de los cuales se han extendido las 59 ciudades que se convirtieron en zonas metropolitanas. Hace 30 años sólo había 11 zonas metropolitanas, este impresionante avance a zonas metropolitanas también es el avance del concreto, del asfalto, sin el debido orden, sin la debida seguridad para los que simplemente van estableciendo nuevos centros de vivienda y posteriormente van llegando los servicios.

¿Qué tenemos en la realidad? Pues en la realidad tendríamos, deberíamos tener campesinos ricos, mil 348 ejidos no son muchos y se han vendido la tierra de todas las grandes metrópolis debería haber hombres muy ricos, pero no es así. Los ejidatarios ricos son los que han comprado posteriormente su derecho a ser ejidatarios sobre tierras muy ricas, generalmente en las playas, los otros terminaron vendiendo sus tierras e ingresando a las zonas marginadas de las propias ciudades erigidas sobre sus tierras, a ellos esta situación, el avance de las ciudades, no les representó ningún beneficio. ¿Es un motivo de lamentación? No. El problema es confrontarlo, poner el espejo hacia el otro lado y ver qué beneficios le ha representado a los habitantes de las ciudades este avance sobre tierras simplemente baratas. Pregúntele ustedes a algún mesero, pregúntele ustedes al señor de algún puesto de periódicos cuánto tarda en llegar de su casa a su centro de trabajo.

Y el problema no solamente es la falta de productividad que propicia esa enorme cantidad de horas consumidas en transporte, el problema es el poco desarrollo social que se logra a partir de una casi nula convivencia familiar. Una y otra vez los estudios del Tecnológico de Monterrey, de la Universidad Iberoamericana, del CIDE, de la Universidad Autónoma de México, todos nos demuestran como el factor horas familia tienen una relación directa con el tema de seguridad.

Lejos de propiciar un beneficio a los habitantes de las ciudades, esta falta de orden dio como lugar un fenómeno social que todos estamos viendo y que está presente prácticamente en todas estas metrópolis del país.

Creo amigos que era indispensable que pusiéramos un punto, de partida solamente, al tema del desarrollo urbano y ese punto de partida es que el Gobierno va a diferenciar los subsidios, va a diferenciar el financiamiento, el Gobierno va a dirigir el financiamiento hacia el desarrollo urbano o dicho de otra manera más correcta, el financiamiento del Gobierno a través de los ONAVI’s, o de los subsidios, el financiamiento del Gobierno dirigirá el rumbo del desarrollo urbano.

Esto tiene tres cosas como consecuencia, o mejor dicho, tres condiciones inmediatas: no podemos seguir utilizando el mismo espacio, luego entonces, habrá que impulsar la verticalidad; no podemos seguir ampliando esta mancha urbana, luego entonces, habrá que impulsar la intraurbanidad, la redensificación y por supuesto, tendremos que rescatar espacios públicos. En algún momento de nuestra historia, el funcionalismo o la necesidad económica nos hizo optar por lo barato ciertamente. La tierra barata empezó a determinar el rumbo del desarrollo humano, hacia dónde crecemos, hacia donde es más barato comprar tierra, sobre dónde está tú vivienda, sobre donde sea más barato comparar tierra y qué vivienda hacemos, la que sea más barata para alcanzar los subsidios y créditos que nos pueda otorgar el Gobierno.

La consecuencia, pues solamente hay que darnos una vuelta por alguna de las salidas de estas ciudades y encontrar el uniforme, pero muy poco estético, paisaje de vivienda, una tras otra, otra, otra; y como si fuera una especie de cuadro, en la medida que se va alejando se ve más nueva, en la medida que está más cerca de la salida es más vieja, más cansada y hay que decir la palabra es más fea. Y el hombre, el ser humano siempre tiene de hacia lo bueno y siempre desea tener algo mejor, vivir en un entorno feo, vivir en un entorno desagradable, aumenta su angustia, aumenta su desesperación, lo hace poco productivo, disminuye sus ambiciones.

En otras palabras, en ese ambiente no vamos a incubar los ciudadanos que necesitamos, si de verdad queremos apoderarnos de las próximas décadas del siglo XXI como le correspondería a un país con recursos naturales, con la suma de inteligencias que tiene, no lo haremos. En buena medida resolver el tema de desarrollo urbano pasa por resolver los problemas sociales del país o es la base para resolver esos problemas.

Cuando el Presidente anunció, en el tema de la vivienda popular, la decisión de no financiar por el Gobierno ninguna casa de menos de dos recámaras, la objeción vino inmediatamente desde el punto de vista económico: “oiga pero eso cuesta muchísimo”; y yo siempre refiero esta anécdota. ¿Nos pondríamos un traje con una sola manga? o ¿pondríamos sobre la mesa un juego de cubiertos donde no hubiera cuchara, porque no nos alcanza para cucharas?, compramos cubiertos pero solo tenedores y cuchillos. No nos alcanza para casas de dos recámaras, hagamos casas de una recámara.

El problema no es para qué te alcance, el problema es cuál es tu objetivo, principalmente para el Gobierno cuyos objetivos son estrictamente sociales, entonces no puedes sacrificar por la estadística el cumplimiento de sus metas. Y si nuestra meta es dar vivienda digna para cumplir con el Artículo Constitucional que le da ese derecho a los mexicanos, no puede seguir haciendo viviendas de 30 metros y de una sola recámara.
Porque una y otra vez estos estudios, y la simple visita a un Ministerio Público, nos demuestra que ese tipo de viviendas fomenta el hacinamiento, la violencia intraurbana, la violencia sexual, la desesperación; y esa no es la sociedad a la que el gobierno debe acercarse. El Gobierno tiene que buscar el cumplimiento de sus objetivos, y eso pasa porque haya una habitación para los padres, una habitación para los hijos, y un espacio por lo menos, relativamente propio para desarrollar las actividades de la familia.

Este es un tema que en buena medida marcará la diferencia entre el negocio y la ingeniería, porque nos estamos encontrando con una cantidad extraordinaria de propuestas para resolver el tema de costo con ingeniería, con una nueva visión de cómo desarrollar el modelo de vivienda hasta ahora. Y tenemos ejemplos de Chihuahua de viviendas de casi 60 mil pesos, tenemos viviendas en Hidalgo y tenemos viviendas en Tabasco y tenemos viviendas que ya están incorporando propuestas, que ya están incorporando la recolección de agua, la energía solar o algunas otras energías alternativas; esta es la apuesta del siglo XXI, si seremos capaces de incorporar todo eso al objetivo principal que es hacer que los mexicanos tengan una vivienda digna, donde efectivamente puedan desarrollarse como personas productivas.

Y esto implica también un extraordinario reto. ¿Cómo hacemos este desarrollo urbano sin parar, sin sacrificar a una industria que representa una de las más importantes fuentes generadoras de empleo para el país? No se puede detener la industria de la construcción, menos en el tema de vivienda. Lo que demanda el país, al contrario, ustedes lo dijeron varias veces en la transición al Presidente, es activación de la industria de la construcción tanto en vivienda como en infraestructura, pero no voy a detener en este tema porque las autoridades de este tema siguen después de mí.

Pero en la parte de vivienda, no solo no vamos a detener la industria, sino que estamos incrementando las posibilidades para la industria. En alguna ocasión se decía: ya casi no queda mercado para el INFONAVIT y el FOVISSSTE. Y nosotros vemos que no solamente queda mercado para INFONAVIT y FOVISSSTE, sino que hay un sector importantísimo esperando que alguien se ocupe de resolver su situación. He hablado de los policías, pero ahí están los empleados estatales, ahí están los empleados municipales, ahí están los empleadores formales, pero que no tienen ellos derecho al INFONAVIT como por ejemplo los taxistas y sus asociaciones, como por ejemplo los pequeños comerciantes -y no hablo de los informales-, porque este es un dato importante, el Gobierno se propuso hacerlo todo a través de la vía de la formalidad. Este es un rasgo que yo creo que marca en buena medida las señas, las huellas digitales de este gobierno. No quiere propiciar la informalidad.

Vean por ejemplo el programa de Sociedad Hipotecaria, la primera orientación. Es un programa en el que deben intervenir los bancos, la banca, la banca ha estado un poco dudosa de cómo entrarle al sector, entonces es una responsabilidad del gobierno, van 15 mil millones, la mitad de lo que invirtió el Gobierno el año pasado en financiamiento a vivienda, 15 mil millones como garantía para que la banca sí se pueda meter.

Este programa qué implica. Este programa implica que los bancos reducen en un 30 por ciento el riesgo de prestarles dinero a ustedes, porque ese 30 por ciento en primera pérdida está cubierto por una garantía del Gobierno. Esto está implicando, nos reportaba el señor director de Sociedad Hipotecaria hoy, a quien mucho le agradezco su deferencia y su coordinación, nos decía el licenciado Cano Vélez que hay un muy importante apetito de la banca por el Fondo. Eso quiere decir que pronto habrá un gran apetito de los constructores por ir a buscar el apalancamiento de este Fondo. Este tipo de propuestas se hacen a través de los mecanismos formales, por eso le quitamos el rubro de ampliación a los no formales; no, nuestra propuesta es formalizarlos, precisamente a través del financiamiento a la vivienda, incorporarlos a la economía formal precisamente a partir del financiamiento a la vivienda.

INFONAVIT va a construir 545 mil viviendas nuevas, FOVISSSTE 89 mil 500, 187 mil estarán financiadas por Sociedad Hipotecaria, 77 mil esperamos que sean financiadas por la banca comercial, y entre FONHAPO y los organismos estatales de vivienda tendremos 127 mil acciones en conjunto. ¿Qué es lo que estamos viendo? Bueno, enero-febrero tanto en INFONAVIT, como en FOVISSSTE representaron metas más allá de lo que esperaban, en el mismo periodo INFONAVIT había otorgado algo así como 79 mil créditos, y ahora lleva poco más de 90 mil créditos. FOVISSSTE llevaba mil 800, y ahora lleva 7 mil y pico créditos. Nos estamos encontrando con un sector que responde vigorosamente y que está activo

Es natural que muchos centren la atención en las muy, muy grandes constructoras, pero este es un sector que desde hace varios años está presentando este fenómeno. Las empresas que construyen más de mil casas se han ido reduciendo, pero a diferencia o en contraposición las empresas que construyen entre 100 y 300 casas han aumentado significativamente, al grado que hoy ese sector grandote representa el 17 por ciento del consumo de los créditos de INFONAVIT, por ejemplo, mientras en todo el resto representa el gran peso de la industria. Por eso cuando nosotros pensamos en que hay que entrara a ayudar a la industria de la construcción, borramos de la mente nombres y tamaños, todas las medidas que adopte el Gobierno Federal son medidas de carácter general, a disposición para todos los constructores.

A algunos no les gusta que repitamos que no habrá plan de rescate, pero no tiene por qué haberlo. Es una industria sólida y, en todo caso, sumamente diversificada. Es una industria que está presente, no solamente en las mega-constructoras, sino sobre todo, en más de 873 pequeñas y medianas empresas, seguramente ahí muchas de las de ustedes, dispersas por todo el territorio nacional. ¿Qué era importante para estas empresas? Lo decía hace un rato el vicepresidente: oiga, díganos cuál va a ser la música; si decidieron que ya no va a ser vals y nos vamos a echar un rock, está bien, pero va a ser rock, no vaya a ser que a medio rock nos vuelvan a tocar vals o chachachá.

En este caso eso significa tiempo, y el tiempo en la construcción es dinero. Y dinero es el nombre de este juego cuando se trata de un valor indispensable para la gente que quiere rápido su vivienda, pero también para los constructores que cada viernes tienen que hacer la cuenta, porque el sábado hay que pagar rayas; que cada viernes tiene que asignar muy bien sus instrumentos financieros porque al día siguiente no hay manera de que alguien se presente y diga: “fíjese que el Gobierno nos cambió el sistema y entonces, ahorita nos estamos ajustando con los bancos” y demás.

Una y otra vez la industria nos pidió certeza, definiciones, y el Presidente otorgó estas certezas. Primero, señores, sí vamos a cambiar el modelo, vamos a la verticalidad, vamos a la redensificación, vamos a la sustentabilidad, vamos a la vivienda intraurbana, ustedes y nosotros tendremos que adaptarnos. El promedio en la industria nos decía que necesitarían por lo menos un año, pero nosotros sabemos que el problema no va a estar solamente en qué modelos de administración o qué modelo constructivo emplea la industria y cómo resuelve su flujo, el problema también está en cómo hacemos que las reglas sean parejas en Quintana Roo, en Morelos, en Chihuahua y no en cada lugar el constructor tenga que estar adaptando su sistema. Si queremos de verdad desarrollo urbano, tenemos que tener un Plan Nacional de Desarrollo, un Programa Nacional de Desarrollo Urbano, programas estatales de desarrollo urbano y programas municipales en por lo menos 60 de las principales ciudades del país, que son estas 59 zonas metropolitanas, más Campeche que es el único estado que no tiene una zona metropolitana, La Paz, por supuesto, pero está es la idea, 60 ciudades tendrán que tener un plan alineado, un programa alineado a su propio programa estatal y al propio programa federal.

¿Qué van a hacer con los ayuntamientos que son los que otorgan los permisos a diestra y siniestra? Hace un ratito el Licenciado Murrieta con su extraordinario buen humor nos decía: si algo entendemos en este Gobierno es el tema disciplina y tiene razón. Si algo entendemos es el tema disciplina, van a participar los gobiernos municipales, pues es muy sencillo, si no participan, nosotros no participaremos con ellos, si no participan no hay lana, en otras palabras.

Eso es lo que nos interesa, que a este proyecto, que ya no lo es, a esta realidad que es el Programa Nacional de Vivienda, tienen que alinearse todos los factores; es la misma preocupación del señor que compró una casa en un fraccionamiento de Colima y que al lado de su casa acaban de abrirle un taller, cuando él la compró en un fraccionamiento, tiene la misma importancia que el señor que necesita construir una universidad y no tiene terreno porque ya todo está acaparado por los especuladores o una industria que necesita reinstalarse por problemas de seguridad o una serie de viviendas que se construyeron en un lugar que hoy se ha convertido en una zona de riesgo por cuestiones climáticas o de protección civil, es exactamente lo mismo y todos los problemas tienen que estar inscritos y pensados en un Programa Nacional de Desarrollo Urbano.

Yo creo amigos que es un trabajo que por supuesto implica tiempo, dos años fue el ofrecimiento, la petición del Presidente de la República a la industria, y en esos dos años, punto número 3, en 2013 se están aplicando para la distribución de subsidios, y por INFONAVIT y FOVISSSTE, exactamente las mismas reglas que se aplicaron en 2012, exactamente las mismas reglas, lo cual no es una ventaja para los desarrolladores y los constructores, porque muchas de esas reglas son susceptibles de mejora. Tienen razón los constructores cuando dicen: bien, tu estas pidiendo verticalidad, pero una vivienda vertical me cuesta mucho más que una vivienda horizontal, porque la horizontal la empiezo y la termino en 60 días, las verticales en 120 y mientras no cobro, no construyó la última, no cobro la de abajo. El Gobierno tiene que atender este problema para el financiamiento de vivienda, estamos justamente ocupados en eso
Pero además hay que atender las demandas de los mexicanos en otros rubros que no hemos atendido, por ejemplo, la vivienda en renta. En otros países es un mercado vigoroso, se construyen casas específicamente para rentar, hoy se exploran nuevos mecanismos para que a través de las casas desocupadas, que suman cientos de miles, las casas desocupadas de los programas de recuperación de cartera y de convenios previos con los clientes de los institutos, la desocupación sea lo más rápida posible y esas viviendas puedan incluirse rápidamente al mercado de vivienda en renta. Además de buscar estímulos para los desarrolladores específicos del mercado de renta, hablamos de un parque habitacional de 35 millones de viviendas en México con presencia de desgaste de más de 30 años, así se ve buena parte de las construcciones en México.

¿Oiga hace rato que hay un programa de mejoramiento de vivienda en el INFONAVIT, como es que no ha mejorado? Pues porque el esquema nos hace entregar dinero en efectivo y en medio de una tremenda crisis, los mexicanos pues no utilizaron el dinero en efectivo para mejorar su casa, aquí se presenta una extraordinaria oportunidad para el sector, porque la posibilidad de ofertar paquetes completos de mejoramiento de vivienda pronto será una oferta concreta del Gobierno Federal a los constructores. En lugar de que yo dé 40 mil pesos, mejor ven y dime: oiga le ofrezco un paquete de baño, más fachada por 40 mil pesos. Tengo tantas viviendas que aceptan, tengo todos estos clientes del INFONAVIT para mejoramiento de vivienda. Entonces aplicaremos el mismo sistema que hoy se aplica para la construcción de vivienda, yo busco a mis clientes, yo los traigo y yo amarro con ellos la obra que quiero hacer, con determinadas condiciones, bajo determinados parámetros, pero estamos seguros que significará una diferencia en los próximos años. Se prevén 320 mil 800 acciones de mejora, ampliación y remodelación de vivienda durante 2013.

Particularmente nos interesa el tema de las unidades habitacionales en el Distrito Federal. ¿De qué se trata? Decirlo sin ambages, se trata de dejarlas bonitas, se trata de que la gente se sienta orgullosa de vivir en esa unidad, de que se sienta contenta de vivir en esa unidad, y sabemos que no se trata simplemente de limpiar los jardines, hay que incidir en el tema de seguridad, hay que incidir en el tema de servicios, y para esto tienen que haber una gran coordinación entre los gobiernos estatal, en este caso del Distrito Federal y del Gobierno de México.

Amigos, la vivienda popular en México es un extraordinario compromiso, se está abordando, sin descuidar el tema de la vivienda nueva, sin descuidar el tema de mejoramiento de vivienda y sin descuidar, por encima de todo el objetivo primordial en esta materia del Gobierno, es que los mexicanos tengan una mejor calidad de vida. Ese es el tema cuando hablamos de desarrollo urbano, cuando hablamos de coordinación, cuando hablamos de mayores inversiones.

Yo creo y esta es una experiencia que, con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, con los ingenieros en general, y yo aquí tengo varios testigos que pueden dar fe de eso, desde mucho tiempo atrás sé que esta es una apuesta que se puede correr, sé que se puede confiar en la ingeniería mexicana.

Tengo además la fortuna de haberlo experimentado en distintas etapas, como legislador local, como legislador federal, los esfuerzos del ingeniero Tuffy Gáber, cuya amistad me distingue y me honra, nos llevaron a la Cámara de Diputados, a la Presidencia -se acordaron los señores expresidentes aquí, el maestro Correa también- se acordaron de que firmamos un convenio por primera vez un Presidente de la Cámara de Diputados con esta Cámara, con objeto de centrar la atención en temas determinados. Yo sé que se puede apostar por la ingeniería mexicana, y el gobierno lo está haciendo, por eso esta preocupación de que el financiamiento no se detenga, por eso esta preocupación de que haya nuevas herramientas, nuevos instrumentos para que no se detenga la industria, sino que al contrario se impulse y, eso sí, se adapte.

El tema para el Gobierno es el cumplimiento de sus objetivos sociales, empleo es uno, pero calidad de vida es el más importante porque abarca a esos mismos que les estamos dando empleo, no podemos dejar que haya mexicanos que van a trabajar y regresan a sus casas, ni siquiera con el bolsillo lleno para vivir, o a enfrentar más bien, una realidad que los aleja cada vez más de sentir por este país lo que necesitamos que sientan si queremos efectivamente ascender en la escala de países de acuerdo a nuestro potencial. Ya lo ha dicho el Presidente de la República, así que si no hacíamos reuniones de comisión mixta con la CONAVI las haremos, puedo asegurárselo ingeniero. Y por supuesto que tendrán oportunamente las reglas de la nueva Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda que se alojará ahora en esta Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

Yo cada vez que estoy con ingenieros de verdad me entusiasmo, yo sé que están aquí muchas de las respuestas, Tuffy y yo lo hemos conversado en muchas ocasiones en plan solamente profesional, yo sé que este es el sector que puede traernos las más importantes respuestas para el país. Yo sé que este es el sector que va a mover primero que ningún otro a México, porque está acostumbrado, porque este es un sector que vence inercias por profesión, por definición, por tarea, este es el sector que empuja al resto de la economía. Sé que lo vamos a hacer con la vivienda, que vamos a lograr tener ciudades ordenadas y en lo que corresponde al Gobierno de la República, tengan por seguro, señores ingenieros que no quedará, aquí estaremos con nuestra presencia y con nuestra apoyo las veces que sea necesario.

Nuevamente les reitero mi felicitación, ingeniero Luis Zarate, además por su reelección, otra prueba de inteligencia los señores ingenieros (risas), no sé meten en problemas, no se complican demasiado. Muchas gracias de verdad, no solamente confiamos en ustedes, estamos seguros de ustedes. Muchas gracias.