Discurso No. 020

Palabras del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jesús Murillo Karam, en la reunión de trabajo con los integrantes de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Senadores.

México, D. F. 17 de abril de 2015.

Gracias por darme la oportunidad de volver a platicar con ustedes. Ojalá y lo hagamos también otras muchas veces, porque a fin de cuentas, prácticamente aquí ya señalaban cuál es el camino que tenemos que recorrer.

Tenemos que dejar estampado en la ley el propósito con el que se generó esta Secretaría, que bien decía alguno de los senadores, no se ha entendido en su total dimensión.

El propósito de la Secretaría era conjugar los factores que tienen que ver con la forma en que se vive, y yo no encuentro un motivo más importante en la cuestión de alguien que ese, el que determina la forma en que se vive.

Efectivamente, no es solo vivienda, y que bueno porque ese fue un enfoque que nos llevó por un camino; mientras que el de tenencia nos llevaba por el otro; mientras que el de movilidad nos llevaba por otro, y por primera vez se reúnen todos estos factores en la posibilidad de un solo ente que los pueda regular y ordenar, lo que nos daría capacidad de planeación.

Tenemos todavía algunos problemas que resolver; es decir, tenemos recovecos en la ley y algunos otros en reglamentos y decretos para poder generar, en algunos casos, una reestructuración de las áreas que tiene que ver esto, pero en otros una auténtica reingeniería.

¿Qué significa?

Las facultades hoy, aunque se conjugaron la mayoría en una Secretaría, en el ámbito de nuestra forma federal tan peculiar, tan nuestra, se reparten, como bien señalaba la senadora, entre diferentes niveles de gobierno: el ejecutivo federal, los ejecutivos estatales y los ejecutivos municipales, sin una definición precisa de cuál es la función de cada uno.

Como tenemos que precisar en algún momento también, y esa va a ser la gran reforma de la historia, tenemos que precisar los términos del federalismo. Es un tema viejo y es un tema que hay que debatir con mucha más profundidad, con mucha más serenidad para determinar cuál es el ámbito real de competencia de cada uno de los niveles de gobierno.

Una forma sencilla de plantear el federalismo, a mi gusto es la que quisiéramos aplicar en todo criterio es muy simple: todo lo que tenga que ver hacia dentro de un municipio, es su materia municipal, exceptuando los casos en que no haya capacidad o potencialidad, cuando lo que tiene que ver un municipio choca, se conjuga o toca los intereses de otro, es materia estatal y si tiene que ubicar en ese terreno, con la opinión desde luego de las partes o por lo menos en lo que hemos llamado hoy las zonas metropolitanas a las que tenemos que legislar también con más cuidado para determinar hasta dónde son sus funciones, como se toman las decisiones y qué es lo que rige en última instancia.

Cuando el ámbito de confrontación, y sigo en el municipio, es entre el municipio de un estado y el municipio de otro, pues evidentemente es materia federal, tiene que regular estas funciones.

Sumado a esto, lo que decía en un principio: las capacidades. Cuando se rebasa la capacidad de uno de los niveles, debe intervenir de manera subsidiaria el otro, como empieza a darse en seguridad, como empieza a darse el caso de seguridad.

En el caso de vivienda, hablar solo de vivienda es olvidarse de la convivencia citadina e incluso de la convivencia rural; hablar solo de tenencia de la tierra es hablar de la preparación del terreno y solo de eso; hablar conjuntamente de lo que significa la planeación urbana, el desarrollo del crecimiento, las condiciones de vida, la cohesión social, la posibilidad de la dignidad en la vivienda y la posibilidad de empezar con un programa de esta naturaleza, resolver problemas sociales de fondo; nos da ya una característica distinta de la perspectiva que tiene el problema y una responsabilidad enorme para los legisladores y para los que ejecutamos, enorme porque hoy tenemos la visión perfectamente señalada, pero no tenemos los sustentos legales.

Hoy por ejemplo, podemos decir que la Secretaría tiene que vigilar que no se construya donde no se debe, por irme a lo más fácil, pero no tiene la facultad reglamentaria para hacerlo, no tiene el sustento legal para frenarlo.

¿Qué hacemos?

Lo hacemos mediante el manejo del subsidio; y decimos: subsidiamos solo aquellos que estén sujetos a las disposiciones convenientes de la planeación, de la ley o de lo que ustedes quieran. Pero no es suficiente, necesitaríamos tener realmente la posibilidad de por lo menos fiscalizar los criterios de aceptación.

¿Qué nos sucede hoy alrededor de las grandes ciudades?

Este es un ejemplo muy claro.

Los municipios, en su ánimo de desarrollo apoyan o aceptan, autorizan construcciones de fraccionamientos sin mirar lo que pasa en el límite del municipio, sin mirar lo que pasa incluso, dentro del propio municipio. Y empezamos a generar extensiones enormes de habitaciones en las que no hay manera de moverse -está cortada la movilidad-, en las que no hay espacios públicos con lo que se afecta necesariamente la cohesión social, la lucha por el espacio se convierte en una lucha de grupos, y la lucha de grupos se convierte en lucha de pandillas y esto afecta necesariamente la vida, la tranquilidad, la paz y el mismo orden y la misma cohesión social, por la necesidad de espacios donde puedan moverse.

Y como esto agregamos agua, agregamos drenaje, agregamos todas las condiciones de una urbanidad sana; todas las condiciones de una urbanización sana que tenemos que tener muy claro en la planeación.

No estoy en contra de que sean los municipios los que autoricen, pero debe haber una supervisión y la supervisión debe estar basada en aquello que va a ser competencia del estado y aquello que va a ser competencia de la federación. Es decir, tenemos que revisar que las reglas ecológicas federales se cumplan, que las disposiciones de agua, no pueden ser solamente municipales, se cumplan; que la densidad del lugar nos dé lo suficiente para que la vida pueda darse de manera digna y adecuada.

Tenemos que recuperar la capacidad para ver hacia dónde tenemos que crecer. Hoy la Secretaría tiene algunas regiones en donde dice: si tu construyes dentro de estos puntos de todos los municipios del país, el subsidio se te da; pero a la hora de revisar los puntos, lo digo con toda la honestidad del mundo, yo creo que todavía les faltan elementos a esos puntos, no es solo la cercanía a la zona urbana, sino fundamentalmente los factores que permiten una vida digna, el agua, el espacio, la capacidad de movilidad, en fin.

Todo esto tenemos que volverlo a revisar, tenemos que volverlo a meter al planteamiento. De manera tal que podemos tardarnos, debemos tardarnos, pero asegurar que en el futuro no repitamos monstros urbanos o no repitamos problemas brutales en las zonas rurales, que implican desaparición de especies, de zonas, de áreas, incluso de cultivos necesarios.

Todo esto habla de una enorme necesidad de planeación de fondo, no solo de una Secretaría, porque aunque ahora esta Secretaría tiene facultades, hay otras secretarías, Semarnat por ejemplo, que está ligada a nuestro trabajo; Agricultura sin duda alguna, y una cantidad de organismos que están muy ligados a esto, los gobiernos de los estados y los gobiernos municipales.

Entonces, mi convocatoria sería que hagamos un esfuerzo de trazar un esquema en el que tengamos muy claros los puntos a legislar; las facultades que tenemos que darle a cada nivel; las posibilidades de cada uno de poderlo resolver y sí tenemos trabajo en esta área; sí tenemos mucho trabajo, porque lo que hagamos y si lo hacemos bien, estaremos diseñando un futuro de espacios urbanos en los que la gente pueda moverse con tranquilidad, en paz, puede aportar a la seguridad, puede aportar a la certeza y puede aportar al desarrollo y evidentemente, con todo esto, estaremos construyendo un país mejor.

Yo sí los invito a que continuemos con estas reuniones, hago míos todos los planteamientos que me hicieron; los retomo, los comparto todos prácticamente sin excepción. Tenemos muchas cosas que resolver en la práctica diaria, pero fundamentalmente en el planteamiento de un camino muy claro hacia un país que tenga muy definido su sistema urbano y su sistema rural, la conexión entre ellos y la posibilidad de vida dentro de las ciudades.

El mismo urbanismo, que provoca lo que se llama urbanidad, genera las posibilidades de mejora.

Reglas urbanas son: dejar el paso, ayudar al desvalido. Reglas urbanas que se pierden cuando la urbe no cumple con sus propios requisitos.

Hagamos buenas urbes para tener un urbanismo adecuado y poder ser muy urbanos en nuestras relaciones.

Muchas gracias.