Discurso No. 091

Palabras del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín, en la inauguración de la Reunión Anual de Municipios 2014, evento al cual asistió con la representación del Presidente Enrique Peña Nieto.

Guadalajara, Jalisco, 21 de noviembre de 2014.

Muchas Gracias estimadas alcaldesas, señores alcaldes, presidentes municipales, síndicos, regidores. Es un honor estar con ustedes, y particularmente hacerlo en representación del Presidente de la República, que por mi conducto les envía un afectuoso saludo, y la seguridad de que este gran diálogo al que ustedes han convocado será fructífero y traerá muy importantes resultados para sus ciudadanos.

Por eso saludo con especial afecto a quienes nos han hecho el honor de invitarnos a tan importante encuentro, mi reconocimiento a los integrantes de la Junta Directiva de la CONAMM. Saludo a quien preside la Junta Directiva, la licenciada Bárbara Botello; a quien preside el Comité Ejecutivo de esta junta, Renán Barrera y a mi muy estimada amiga, Leticia Quezada, muchas gracias, los tres han hecho un estupendo trabajo y la muestra está aquí en esta muy poderosa convocatoria que les ha traído a todos ustedes. Felicidades por el trabajo que vienen desarrollando, que se siente y se ve, como han dicho todos ellos, en la representación de la CONAMM.

Muchas gracias, saludo a los señores representantes del Gobierno de la República que se encuentran con nosotros, a los señores legisladores, a los representantes de los poderes del estado de Jalisco y por supuesto a nuestro anfitrión, el presidente municipal, don Ramiro Hernández.

Amigos, hemos escuchado muy interesantes intervenciones alrededor de la vida municipal. Desde el planteamiento de estos cinco ejes propuestos por Bárbara Botello, pasando por esta decidida expresión de salvaguardar al municipio de cualquier injerencia exterior que no sea la de buscar la representación auténtica de los ciudadanos, llamado que hizo Leticia Quezada; la muy importante revisión, el recuento puntual que ha hecho de las fortalezas y debilidades de los ayuntamientos el señor presidente municipal de Mérida –y paisano- don Renán Barrera; y este muy importante llamado a utilizar las herramientas para la construcción de infraestructura, de aprovechar el momento del país, para hacer de la infraestructura uno de los principales soportes en el servicio a los ciudadanos que escuchamos del director de BANOBRAS; y por supuesto este vibrante llamado del gobernador de Jalisco, a quien saludo muy respetuosamente y le agradezco como siempre, a don Aristóteles Sandoval su hospitalidad, muchas gracias señor gobernador.

Todos estos datos nos dicen algo que es absolutamente cierto simultáneamente. México es un país extraordinariamente complejo, sus dimensiones geográficas, su densidad, su distribución demográfica, las características geográficas, económicas, culturales de cada región.

Pero sobre todo quizá esta complejidad y esta diversidad, se puedan reflejar en esta pregunta ¿cómo crear un sistema eficiente y funcional a partir de 2 mil 445 unidades administrativas que además, son soberanas? ¿Cómo crear un sistema funcional a partir de 2 mil 445 municipios en el país?

La respuesta es una respuesta mexicana, porque este país, estimados amigos y no debemos olvidarlo, se ha construido a la par de su democracia y ha formado un sistema descentralizado en el que, respecto del poder estatal y del poder nacional, hay un poder fundacional y es precisamente el municipio.

Que quede claro, el Pacto Federal, su vigencia, su actualidad, su eficiencia dependen, pasan, descansan en el municipio libre y en su autonomía y el Gobierno de la República no descansara hasta que esa soberanía y esta autonomía se cumplan puntualmente.

Desde el Gobierno estamos implementando reformas estructurales que determinaran el nuevo crecimiento de México. El Mundo lo reconoce este año, cuando en el ranking de Doing Bussiness, México pasa a tener la mejor posición que ha ocupado en esta medición en toda una década.

Pero para que estos beneficios se reflejen en la vida diaria de millones de mexicanos es una tarea que necesitamos compartir todos los niveles de gobierno. Las reformas estructurales solo serán efectivas hasta que sus beneficios sean observados en el nivel municipal, en todos los municipios de México. Solo así estaremos realmente dando cabida a la diversidad nacional, no solo en el diseño institucional y en el marco jurídico sino particularmente en la vida diaria reflejada en los bolsillos de todos los habitantes del país.

Ya tenemos un México en movimiento, ahora nos toca aprovechar esa dinámica para la construcción de mejores realidades a lo largo de todo el país, así damos respuestas a las exigencias que la pobreza, la violencia que de ella resulta y sus interrelaciones nos están marcando.

Sí hay buena coordinación entre los tres niveles de gobierno logremos un orden territorial que produzca desarrollo, crecimiento, pero sobre todo justicia; un México con tantas alternativas para ganarse la vida de forma lícita como diversidades existen en su territorio.

Nuestro sistema político es dinámico, porque la sociedad misma es dinámica y porque como país también estamos inscritos en el acontecer del mundo, mucho más ahora en la era de las tecnologías de la información y de la economía globalizada.

Sin embargo estimados amigos, hay una premisa que en México nos parece irrenunciable, la base democrática de nuestro sistema político tiene que seguir siendo el municipio. El país se cimienta desde el espacio territorial en donde los ciudadanos deciden como vivir su vida para sí y para los otros. Sigue siendo el municipio la piedra fundacional de nuestra democracia y nuestro sistema político.

Luego entonces, en estas circunstancias particularmente, el cristal a través del cual tenemos que ver esta realidad por la que atravesamos, es que es hora de fortalecer al municipio, mucho más allá de cualquier retórica o de orden del territorio, es una exigencia impostergable.

Las vulnerabilidades del municipio expuestas aquí magistralmente por los tres presidentes municipales que dirigen esta asociación, esas vulnerabilidades no son solo de los municipios, esas vulnerabilidades son vulnerabilidades de todo nuestro sistema democrático y por lo tanto una responsabilidad de todos los niveles de gobierno resolverlas.

No podemos permitir que la pobreza se aproveche de la fragilidad municipal, no podemos permitir que las debilidades administrativas resquebrajen las estructuras municipales para que otras estructuras paraestatales, paramunicipales y que pretenden convertirse incluso en metanacionales usurpen los papeles que el estado tienen desde la vida municipal que enseñar y afrontar con los ciudadanos.

Garantizar la seguridad de los ciudadanos no es un debate sobre la soberanía municipal, que no quede duda alguna, el Gobierno de la República respalda absolutamente, no solo la soberanía municipal sino el papel que están llamados a jugar ahora en estos tiempos los municipios del país.

El tema de la seguridad no es un debate sobre la soberanía municipal o la eficiencia del municipio, es un debate sobre nuestra capacidad de coordinación, sobre nuestras fortalezas en la gobernabilidad, es un tema -la soberanía municipal, insisto- fundacional del Pacto Federal y como tal irrenunciable. Otra cosa es la obligación que tenemos de coordinarnos mejor, de fortalecer más a los municipios y de hacer que efectivamente desde ese nivel puedan resolverse las necesidades de los ciudadanos.

La autonomía municipal, no puede ser aislamiento, ni vulnerabilidad, ni abandono ante los senderos que la inseguridad que produce violencia pueda crearle a las autoridades o a los ciudadanos; mucho menos puede ser un argumento para prescindir del proyecto nacional, o convertirse irresponsablemente en un cheque en blanco de autoridades. Al contrario, a partir de la autonomía hay que acelerar la planificación regional, no solo en temas de seguridad, sino particularmente de desarrollo económico y fortaleza administrativa, estas tres materias están intrínsecamente ligadas, se complementan; ante la debilidad de la administración, no somos capaces de producir desarrollo económico y sin desarrollo económico cualquier fuerza exterior puede hacer vulnerable al municipio.

Es imprescindible entonces, que nuestra coordinación Federal, estatal, y municipal trate sobre los tres temas. No es un asunto, insisto, de debatir la funcionalidad del modelo municipal, hoy es el tema a debate la capacidad de coordinarnos y hacer que los tres niveles de gobierno incidamos directamente en los tema que afectan a los ciudadanos.

Al respecto, el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto ha tomado determinaciones que están a la vista. Las participaciones a entidades federativas y municipios, han aumentado de manera sostenida, casi un 10 por ciento, sumando los dos últimos presupuestos de egresos.

Además en marzo, se anunció la creación de la Plataforma de Transparencia de Proyectos de Inversión en Entidades Federativas y Municipios, con la cual se rinden cuentas sobre los proyectos específicos, aprobados con cargo al ramo 23, así generamos condiciones para que de hecho, todos los municipios, tengan igualdad en el acceso a estos fondos.

Este año la SEDATU, por ejemplo, publicó los lineamientos para la aplicación de los recursos del Fondo para el Desarrollo Regional Sustentable de Estados y Municipios Mineros. El 63 por ciento de los recursos de este fondo, llegarán sin intermediarios, directamente a los municipios en los que tenga lugar la exploración y obtención de sustancias minerales. Tan solo para el 2015, este fondo estimamos contará con más de tres mil millones de pesos, de los cuales más de 2 mil será ejercidos directamente por las autoridades municipales. Esto permitirá realizar planes regionales para atender demandas históricas que hay en los municipios mineros. Los recursos de este Fondo serán empleados en inversión física, con impacto social, ambiental y de desarrollo urbano positivo, en proyectos como construcción y mejora de centros escolares, calles, caminos locales, rellenos sanitarios, plantas de tratamiento de agua y otras obras que sirvan para preservar áreas naturales o mejore la movilidad urbana.

Amigos, aprovechemos los vientos de cambio, aprovechemos la luz que nos aportan nuestras contradicciones para fortalecer lo que sirve y corregir nuestras deficiencias; recorramos los caminos de la organización social, la producción, la productividad, los de la sustentabilidad e imprescindiblemente los de la seguridad, pero hagámoslo conjuntamente.

Los tres niveles de gobierno compartimos el mismo, compartamos entonces exigencias y compartamos responsabilidades y compartamos triunfos y reconocimientos de lo que se hace bien. Escuchemos a los ciudadanos, hay que mejorar nuestra efectividad y hay que hacerlo pronto.

Cuando hablamos de municipios generalizar nos aleja de la realidad, basten algunos ejemplos: Ecatepec tiene 3 millones de habitantes y es el municipio más grande de América Latina; Santa Magdalena Jicotlán, en Oaxaca, acaba de llegar a su habitante número 100. Ambos son municipios, ambos comparten las mismas responsabilidades administrativas. Juzgar al municipio como institución, por uno de ellos, por unos de ellos, sería negar la transformación que ha impulsado por ejemplo, Aguascalientes, con una línea verde, un parque lineal que ha liberado de la violencia a miles de habitantes de este estado y de esta ciudad; o negar los avances que en materia de gobierno electrónico ha realizado Zapopan, o la nueva visión de ciudad que nos está planteado Comitán en su programa de Desarrollo Urbano.

Por el momento, la vulnerabilidad de los municipios, no nos equivoquemos, no radica en quién lo dirige, radica en sus desigualdades. Esas diferencias sin embargo, se pueden transformar en oportunidades fortaleciendo nuestra coordinación con la Federación, nuestra cooperación regional entre estados y municipios de distintos estados y los mecanismos de subsidiariedad a través de los cuales las acciones de uno complementan las acciones de otro.

Desde la SEDATU por ejemplo, hemos formado tres programas de desarrollo regional que articulan alternativas de desarrollo y oportunidades de negocio en todo el territorio nacional, no partiendo de la división política de entidades federativas sino partiendo de la realidad urbano-rural de municipios del país.

Además, lo hacemos de forma participativa, adicionalmente a los programas de dotación de infraestructura a los que acceden los municipios.

Hemos firmado ya más de 125 convenios prácticamente en todas las entidades federativas, con ciudades del país, con autoridades municipales de todo el territorio nacional.

En ese sentido el orden y la justicia son dos elementos inseparables, dos elementos que desde su arribo a la administración, comprometieron no solamente el pensamiento y el dictado de las leyes, sino fundamentalmente el trabajo de quien es el motor y la fuerza de estas transformaciones.

De ese fondo minero, de esta nueva relación entre la CONAMM y el Poder Ejecutivo Federal, de este nuevo llamado a los ejecutivos estatales a trabajar en conjunto, todas esas transformaciones tienen nombre y apellido, Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Ese orden, esa justicia, elementos inseparables lo son del municipio, es ahí la tierra fértil desde donde debemos sembrar para consolidar un verdadero proyecto nacional. Un proyecto que hoy nos pide y agradezco, así lo transmitiré las expresiones de cada uno de quienes han intervenido aquí, sumándose a este llamado por la unidad y este llamado por construir la paz que ha hecho el Presidente de la República a todo el país.

Ambicionemos municipios solidarios y con instituciones fuertes, con ellos hagamos la paz que se construye a partir de igualdad, a partir de oportunidades, a partir de crear nuevas condiciones para el desarrollo; construyamos la justicia que se construye con transparencia, con un combate indeclinable a la impunidad, con la ejecución desde la más pequeña de las responsabilidades como autoridades hasta la más importante de ellas.

Sigamos haciendo de nuestros municipios, el ejemplo de autoridad al que los ciudadanos aprenden a obedecer y con ella aprenden a construir su patria. Tanta libertad como sea posible, tanta autoridad como sea necesaria construyamos una nueva ciudadanía desde nuevos municipios.

Muchas gracias