Discurso No. 028

Palabras del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, en la inauguración de 616 acciones de vivienda y entrega de 407 certificados a familias antorchistas.

Peto, Yucatán, 06 de abril de 2014.

Gracias por darme la oportunidad de venir aquí a Peto, el corazón de la selva maya, y estar con gente a la que aprecio tanto, gente de Tekax, de Tzucacab, de Yaxcabá; que levanten la mano los que sean de Yaxcabá; los que sean de Tekax; los que sean de Peto; muy bien, muchas gracias. Algunos vinieron de Mérida, pero esos se van a regresar, ustedes tienen la suerte de quedarse.

Muchas gracias. Quiero en primer lugar que le demos una calurosa bienvenida de yucatecos a dos muy buenos amigos y muy buenos dirigentes, el ingeniero Homero Aguirre de Antorcha Campesina y el profesor Eleusis Córdova, ellos empezaron esta Organización, particularmente -no por lo canoso sino porque él estuvo en el grupo fundador- el profesor Eleusis Córdova, van a llevar este aplauso que le van a dar ustedes ahorita al hombre que fundó esta Organización, al hombre que hizo posible que hoy, por todo el territorio nacional, haya gente levantando la antorcha en defensa de los más pobres y de los más necesitados, el profesor Aquiles Córdova Morán. Denle un aplauso, para que le cuenten nuestros amigos como reconocemos en Yucatán un buen trabajo.

Miren amigos, por todo el país hay organizaciones de distintos tipos y como es natural, hay organizaciones que tienen la posibilidad de cumplir más o menos. Pero hay organizaciones que se han significado por ir más allá de pedir, sino por educar a la sociedad; no se trata solamente de hacer una vivienda o una recámara, sino se trata de que un ciudadano, un jefe de familia, una jefa de familia, entienda cuál es la lucha que se tiene que hacer en México.

Y eso es lo que ha hecho diferente a Antorcha Campesina, voy a ponerles un ejemplo, y por eso pedí que me prestaran el micrófono.
Miren, nosotros venimos a este evento y lo primero que escuchamos fue una poesía; ¿y quien la dijo? -está por aquí nuestra amiga, nuestra declamadora, vente; y suban de una vez los muchachos del ballet, vengan-, ella es nuestra declamadora, pero ustedes lo vieron, también es la bailadora y también es la que hace los gritos del ballet, gracias amigos,
¿Ellos de dónde son? Son de Tijolop; ¿De dónde es Tijolob? De Yaxcabá ¿De dónde es Yaxcabá? De Yucatán; ellos son como ustedes, ellos podrían ser los hijos de ustedes, o sus primos; alguien no dejó que ellos simplemente estuvieran en la calle, o que ellos estuvieran de parque en parque perdiendo el tiempo, alguien creo la oportunidad de que estudiaran la preparatoria.

En una comunidad como Tijolop que no es muy grande, que es una comunidad de un pueblo, pero hasta allá fue a establecerse una preparatoria; y no solo una preparatoria, aquí vimos la declamación, un extraordinario ballet de los mejores que yo he visto, se los digo con toda franqueza, en esta edad de los mejores que yo he visto; y hasta allá llegaron los esfuerzos de esta Organización.

Porque esa escuela amigos, es una escuela de Antorcha Campesina, y esa escuela hace la diferencia entre el trabajo que se está haciendo entre todas partes. Aleida Ramírez, la dirigente en Yucatán de Antorcha Campesina -y conste que no es mi prima- ha hecho un extraordinario trabajo, y por eso los estamos apoyando; no tienen nada que agradecer esta Organización al Gobierno Federal, al contrario, gracias a organizaciones como Antorcha Campesina, gracias a Antorcha Campesina, el dinero del Gobierno Federal puede llegar a ver cómo se cumplen los objetivos del Gobierno. Por eso les pido un muy fuerte aplauso a estos muchachos y a su maestra, véngase maestra, otro aplauso para ella porque es la que los entrenó. Un muy buen ballet, una estupenda escuela y todo eso está aquí en nuestra casa, muchas gracias otra vez.

Ese es el chiste, todos estamos aquí pero no todos hacemos lo mismo y -lo que es peor- no todos hacemos lo que debemos; la gente debe exigir, las organizaciones que la representan deben exigir, y el Gobierno Federal tiene que responder.

Este año -que acaba de terminar hace algunos meses, pero que en realidad hemos estado ejerciendo todavía parte de ese presupuesto- en 2013 el Gobierno del Presidente Peña Nieto hizo 24 mil casas, hacía mucho tiempo que FONHAPO no hacía en el país viviendas completas.

El Presidente tomó una determinación: el Gobierno no construiría ninguna casa que fuera una casa “chafa”, una casa para engañar, una casa “para que pongamos palomita en el cuaderno”, para que aparezca en los números pero en la que la gente no pueda vivir, esos que alguna vez llamaron “pies de casa” pero que eran en realidad una sola recámara y muchas veces ni siquiera se completaba.

En el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto se hicieron 24 mil nuevas casas, todas de dos recámaras, porque eso es lo que la gente necesita, una recámara para papás, otra para los hijos; una recámara para los varones, otra recámara para los mujeres; una recámara, como me decía una señora de aquí cerca: “Licenciado, parece nada pero con otra recámara ya tengo un lugar donde ponerme y donde poner una tranca para que no se metan”. ¿Pasa o no pasa? Pasa sobre todo los viernes en la noche y los sábados en la tarde, y ustedes saben por qué, y es allá cuando cuenta que la casa sea más grande, es allá cuando cuenta que la señora sepa que es suya.

Cuando empezamos a hacer eso, a medio camino, ahí por el mes de mayo, el Presidente nos dijo: “Saben qué, vamos a ir más allá, no solamente vamos a dar dos recámaras para que la señora tenga un lugar de ella y las niñas tengan un lugar de ellas; cuando entreguen las casas hagan que una de esas recámaras se pinte de una vez y se haga de color rosa, para que la señora y la niña sepan que ese es el espacio de la mujer en la casa”.

Así se empezó a hacer, y de repente vino otra instrucción: “No estoy satisfecho, dos recámaras, el cuarto rosado; pero viene lo más importante, cuando ustedes entreguen las casas, encárguense que la titular, la dueña de la casa sea la mujer, porque ella si la va a cuidar, y ella si va a saber qué dimensión darle a lo que el Gobierno le está entregando” y esa es la tarea que hemos estado cumpliendo.

Hay organizaciones como Antorcha Campesina que nos ayudan a que ese trabajo llegue; aquí les estamos entregando más de mil acciones de vivienda. ¿Pero qué son acciones, para que se entienda bien? Más de 900 recámaras adicionales, o sea estamos llegando a por lo menos esas dos recámaras que nos ha pedido el Presidente, y el resto son paquetes de materiales, que en su mayoría van a servir para hacer baños, de modo que la gente tenga una vivienda en donde de verdad pueda desarrollar a su familia.

Ese, amigos, es el objetivo del Gobierno, ir cambiando las condiciones de vida; pero el Gobierno no lo puede hacer solo, lo primero que necesita es alguien que crea que se puede hacer. Cuando el Presidente dijo lo de las dos recámaras, no faltó quien le dijera: “No se puede, van a ser más caras, nunca se ha hecho”; hoy se está haciendo, lo primero que se necesita es esa determinación en el Gobierno, y ustedes tienen un Presidente que tiene toda esa determinación, ese es el Presidente Enrique Peña Nieto, su Presidente y el que entrega esas acciones para todos ustedes.

Necesitamos efectivamente que el Gobierno, el equipo del Gobierno se ponga las pilas y no ponga obstáculos para que la tarea se realice sino al contrario, que la facilite; y yo quiero públicamente aceptar y sentirme muy orgulloso del agradecimiento que hoy esta importante Organización le da a la delegación de la SEDATU en Yucatán. Felicito a este equipo porque de eso se trata, que la gente esté satisfecha; de eso se trata, nosotros estamos para servir, ese es el propósito, y qué bueno que la delegación de Yucatán lo esté haciendo.

Y luego necesitamos alguien que, en nombre de los demás, organice esos esfuerzos, organice la demanda, la acerque al Gobierno, allá es donde empiezan a “torcerse” algunas cosas. De repente hay gente que nos viene a pedir ese apoyo y cobra; hay gente que nos viene a pedir ese apoyo y no lo entrega; hay gente que nos viene a pedir este apoyo y al final, cuando van las revisiones, no se ha hecho.

Por eso le decía yo al señor presidente municipal: “Higinio, Antorcha Campesina es una Organización exigente, es exigente con el Gobierno, con los funcionarios, pero es exigente con los beneficiarios, quiere que las cosas se hagan; y es exigente con sus dirigentes, porque han basado su éxito en lo que pueden demostrar”. Entonces, un dirigente que no cumpla no le conviene a esta Organización, y por eso a lo largo del país vemos municipios, vemos comunidades y vemos dirigencias de Antorcha que entregan las obras, que cumplen con los tiempos, que la gente viene a estas reuniones; por eso, amigos, los estamos apoyando.

Esos son los tres factores que se necesitan, un Gobierno que cumpla, funcionarios -sobre todo locales- que hagan el trabajo, pero sobre todo una Organización que esté pendiente, que cumpla.

Yo creo que hoy venimos hasta aquí de distintas comunidades y nos vamos a ir satisfechos. Yo me voy muy contento, primero porque tuve chance de venir a estar con mis paisanos un buen rato, una oportunidad que pocas veces podemos tener ahí en la Ciudad de México; parece mentira, pero me toca más ir a Chihuahua, o a Guerrero de donde casi no salimos, a Michoacán donde estamos haciendo este mismo trabajo, que poder venir aquí a ver a mis paisanos, cara a cara y acordarnos de cómo hacemos las cosas nosotros.

Yo le decía a Aleida: “No te preocupes si no contestan cuando decimos ‘se ve, se siente, Antorcha está presente’, nosotros somos más lentos, más tranquilos, pero tenemos otras formas de apoyar mucho más sinceras también”. No conozco todavía un maya, un yucateco ingrato; no lo conozco, no he tenido esa mala suerte, y el día que la tenga me voy a sentir muy desesperado y muy triste.

Yo a todos los que conozco; y quiero decirles que además -a lo mejor muchos de ustedes lo saben- un día cometí el error de venir al sur y luego, a la que vi un sábado en la tarde en Oxkutzcab me la encontré el martes en la mañana en Mérida; y olvídense, a partir de eso tuve que venir mucho más seguido a Oxkutzcab hasta que finalmente nos casamos. Oxkutzcab es un pueblo que está aquí muy cerca, una ciudad hermosísima; es -vamos a decirlo así- el otro municipio de mi cariño y de mis amores, después de donde yo nací, mi mujer es de Oxkutzcab, me casé con una sureña e hice el compromiso para siempre con esta zona.

Y por eso sé que la gratitud nos distingue, por eso les pido que trabajen para que el Gobierno siga cumpliendo, que trabajen con Antorcha Campesina para que las cosas y los beneficios les sigan llegando a todos ustedes, y sepan que todos los días avanzamos un poquito con los dos enemigos que tenemos en común ustedes y el Gobierno, la pobreza y el hambre.

Por eso estamos aquí, y por eso me da mucho gusto que la SEDATU esté apoyando a Antorcha Campesina; y sí, vamos a apoyarlos más este año; sí, vamos a hacer más acciones de vivienda con Antorcha Campesina en Yucatán este año; vamos a hacer acciones de vivienda y vamos a buscar que ayuntamientos que quieran apoyar se sumen, para que hagamos la diferencia juntos.

Eso es lo que necesitamos, nosotros vamos a dar un muy importante apoyo este año para un programa en el que tenemos mucha fe, un programa dedicado a las mujeres jefas de familia, un programa especial para que estas señoras, a las que su marido se fue a Estados Unidos; estas señoras a la que su marido le dejó la hija, le dejó a los nietos, le dejó todo y ella sola está viendo como saca adelante la casa; esta viejita que un día vio que se fuera el esposo de su hija, y después vio que se fuera su hija también y se quedó a cargo de los nietos para sacarlos adelante, que estas señoras tengan casa propia.

Van ustedes a ver a lo largo de este año estos programas que el Presidente de la República quiere que se vayan haciendo. Yo sé que vamos a hacer la diferencia, paisanos, y aquí en Yucatán particularmente, con el apoyo de este gran Gobierno y este buen gobernador que tenemos, vamos a hacer que las cosas vayan todavía mejorando mucho más.

Gracias por haber venido, gracias a Antorcha Campesina por convocarnos, gracias a ustedes por dedicar este espacio del domingo, y les agradezco mucho -y lo voy a decir como me enseñó mi esposa- cada vez que te despidas no te olvides de decir “Dios Bo’otik” “ paisanos, que tengan un feliz viaje de regreso paisanos.