Discurso No. 097

Palabras del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, en la Clausura de la 9° Sesión Ordinaria del Consejo para el Desarrollo Metropolitana del Valle de México.

Pachuca, Hidalgo, 10 de diciembre de 2013.

Muchas gracias, buenas tardes a todos. Siempre es un honor venir a Pachuca, siempre es un honor visitar el Estado de Hidalgo y aprovechar esta generosa anfitrionía del gobernador don Francisco Olvera Ruiz. Muchas gracias, señor gobernador, como siempre.

Anfitrionía que no se extiende solamente a la generosidad de entrar, sino que efectivamente -como debe ser en los gobiernos- trasciende a la coordinación, a la oportunidad de dialogar, construir e implementar planes conjuntos de acción entre quienes estamos, quienes mucho más allá de vecindad constituyen una conurbación y una metropolización muy cerca ya de ser efectivamente una megalópolis.

Por eso agradezco, como he dicho, la anfitrionía del gobernador del estado de Hidalgo, pero también la presencia en esta –considero- histórica reunión, después de seis años de no reunirse físicamente los titulares de los gobiernos de estas entidades claves para el desarrollo del país, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Doctor Miguel Ángel Mancera, y el gobernador del Estado de México, Doctor Eruviel Ávila Villegas. Muchas gracias por hacer posible esta reunión, pero sobre todo por hacer posible los acuerdos que nos acaban de dar cuenta sus equipos de trabajo.

Agradezco por supuesto la presencia de los representantes de los poderes del estado de Hidalgo, y particularmente del señor presidente municipal, don Eleazar García Sánchez, quien como siempre nos brinda su generosa atención en esta magnífica ciudad.
A los señores representantes del Gobierno Federal, mi compañero y muy estimado amigo don Juan José Guerra Abud.

Señores legisladores, locales, presidentes municipales, académicos y representantes de la sociedad organizada, ustedes como nosotros concurren a dar fe de un acto más de la historia de la metrópoli más poblada de México, que -como decía hace poco una investigadora- puede ser contada como la sucesión de acciones casi inverosímiles, casi increíbles, guiadas por el espíritu de superación y el ingenio de los habitantes de esta región.

El Valle de México ha sido, desde el inicio de su historia, el lugar donde se realizan los hechos improbables; si ustedes quieren desde la improbable aparición de un águila devorando una serpiente, hasta el todavía más improbable invento de obras de ingeniería que pudieran abastecer suficientemente de agua a esta región.

Y conforme avanza el tiempo los problemas se vuelven más complejos, y debemos preguntar y atender concienzudamente si el ingenio de la gente será siempre suficiente para resolver esos problemas; y la respuesta inmediata es que sería muy poco probable que así fuera sin la acción eficaz, pero sobretodo coordinada de los gobiernos que conforman esta región.

Dotar de servicios de calidad a más de 20 millones de personas -26 para ser exactos- es un desafío que solo se presenta en 10 megalópolis en todo el mundo, con una variante que hace todavía más complejo el caso de México, ésta es una megalópolis donde concurren más de 96 diferentes unidades político-administrativas. De eso hablamos cuando estamos hablando de coordinación para el desarrollo metropolitano; y de eso hablamos cuando felicitamos la realización de esta reunión que concluye con acuerdos concretos, y que merece la felicitación por supuesto del Gobierno Federal pero de todos los ciudadanos al esfuerzo de estos tres gobernadores que lo han hecho posible.

Traía yo la referencia de tres datos que pudieran ubicarnos en el concepto del tamaño del desafío. Uno, lo ha dicho ya el gobernador del Estado de México, la población: 26 millones de habitantes, la tercera metrópoli más poblada del mundo, solo superada por Tokio y Nueva York que tienen 37 y 30 millones, con este detalle del número de unidades administrativas no tiene ni Tokio, ni Nueva York, ni la India, ni ninguna de esas otras diez ciudades.

Otro dato importante sobre esta megalópolis podría ser el abastecimiento del agua. El sistema Cutzamala para proveer de agua la ciudad de México cuenta con 334 kilómetros de canalizaciones primarias, es posiblemente el más ingenioso sistema de abastecimiento de agua en el mundo; permítanme agregar otro dato que me acaba de decir el Doctor Mancera, nada más y nada menos que la red de agua potable que abarca más de 12 mil kilómetros en la parte que corresponde al Distrito Federal, lo que equivaldría posiblemente darle seis veces de ida vuelta un viaje de Mérida a Tijuana.

El ingenio efectivamente es lo que permite la disposición de más de doce mil toneladas de desechos sólidos que se producen esta región; y para no hacer a un lado las graves consideraciones que nos ha hecho el Secretario de Medio Ambiente, esta coordinación debe incluir el vigilar -con un mediano sistema- a 5 millones de vehículos en las calles y avenidas de esta zona metropolitana, ese es el tamaño de los desafíos; y estos no solamente son más complicados, sino que atañen a tres distintos tipos gobiernos, y requieren por lo tanto un trabajo conjunto en todas y cada una de estas áreas.

Esta es la motivación que subyace en la creación del Fondo Metropolitano, y también en la reunión de este Consejo Metropolitano, al que honrosamente hemos sido invitados. Continuar con la racha de éxitos en la zona metropolitana del Valle de México ante lo improbable, y en la medida de lo posible mejorar nuestros números por el futuro, lo que significaría hacer mucho más habitable esta región.

El Fondo Metropolitano, queridos amigos, del cual a la región del Valle de México le corresponde casi el 40% del monto total, a diferencia de otros programas que disponen recursos para la generación de infraestructura, pretende también promover el estudio integral de estos problemas. No sólo el planteamiento de soluciones estándar, sino el análisis de distintas alternativas e incluso más allá la generación -y eso esperamos- de nuevas respuestas a viejos problemas. Por eso no solamente abrazamos solidariamente, sino que estamos dispuestos a hacer los esfuerzos necesarios para consolidar la creación del Instituto de Estudios Metropolitanos que atienda fundamentalmente los problemas de esta región.

Este Fondo fue pensado originalmente para generar proyectos que demuestren su conveniencia a largo plazo: puede financiar estudios, financiar acciones preventivas, busca que las obras realizadas sean acciones, no aisladas que simplemente distribuyan una asignación presupuestal, sino acciones que formen parte de un plan mayor, la habitabilidad de la zona metropolitana del Valle de México.

Por eso, la oportunidad del ejercicio de los recursos del Fondo es transcendental, atender los problemas crónicos de la región lo antes posible es crucial para resolverlos definitivamente. De esa misma forma, las soluciones que debe promover este Consejo, al ser pensadas para el largo plazo, deben contemplar el medio ambiente, la movilidad sustentable a través del transporte no motorizado, que promete ser uno de los pilares de las ciudades del futuro.

No sólo eso, la naturaleza deliberativa para la determinación de las obras que debe financiar el Fondo Metropolitano, permiten que los proyectos a realizar sean también más democráticos, con una mayor participación de los ciudadanos, con una selección en conjunto de estos proyectos, ampliando la legitimidad de las obras que deben realizarse a través de ellos.

Por supuesto también cuenta la transparencia en estos procesos deliberativos, y el destino final de los fondos, así como la obligación de rendir cuentas sobre su uso, que es otra de las virtudes que se buscaba con la creación del Fondo Metropolitano. La importancia del Fondo radica sobre todo en que nos obliga a coordinar acciones, alcaldes, gabinetes de gobernadores, gobiernos estatales y por supuesto, obligatoriamente, el Gobierno Federal. Solo mediante el trabajo en conjunto lograremos que estas obras, las que ustedes acaban de escuchar el día de hoy impacten, como buscan las reglas de operación del Fondo, la competitividad económica, la sustentabilidad, y las capacidades productivas en la región.

También es necesario tener coordinación en cuanto a la organización de las vocaciones territoriales y de la política de vivienda. El programa trazado por el Presidente de la Republica al momento de crear la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, comprende fundamentalmente dotar a ésta de facultades para concurrir con estados, e inclusive municipios, a esta tarea indispensable del ordenamiento territorial y de hacer de la vivienda no solamente un marcador de números, sino efectivamente el eje a través del cual puedan establecerse nuevos y regenerados centros de población, y a través del cual podamos lograr efectivamente el desarrollo urbano. Ningún tema que corresponda a la integralidad en el ordenamiento del territorio y su desarrollo quedan fuera del Fondo.

Por eso aprovecho esta invitación para reiterar dos temas fundamentales. Primero, el interés de la SEDATU por colaborar con los gobiernos de todos los niveles en los temas de esta gran zona metropolitana que, al igual que las funciones de esta Secretaría, estamos altamente reconectados; y segundo, ratificar el compromiso de quien es sin duda el principal impulsor del desarrollo metropolitano de nuestro país, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para coordinar acciones de vivienda, de ordenamiento con la de crecimiento de las ciudades, prevenir desastres naturales y generar opciones, reales opciones para el desarrollo económico de la región. Ese es un compromiso inalterable del Gobierno Federal, tengan la seguridad de que puedan contar con nosotros.

Por eso, lo que planteamos es un mecanismo de coordinación metropolitano, una oferta que de cuerpo al que ahora llamamos derecho a la ciudad; es la vida y el trabajo de las personas, sus interrelaciones primarias y la creación de comunidad lo que verdaderamente importa; lo más importante es pensar en soluciones para estas personas, no vamos a medir nuestros objetivos en el número de casas que se construyen, el número de distribuidores viales o de plantas potabilizadoras o de rellenos sanitarios; lo que cuenta hoy son cuántas horas pasan la gente en trayectos de su vivienda a su trabajo, lo que cuenta hoy es cómo hacemos para que se gasten menos recursos en la educación gracias a la prevención de enfermedades, gracias al menor tiempo que tienen que pasar resolviendo problemas caseros que debieron preverse desde el diseño de las políticas públicas. Lo que debemos pensar es cómo hacer obras que aumenten las relaciones personales, la convivencia social; cómo hacer infraestructura para que los ciudadanos puedan efectivamente encontrar una nueva y mejor calidad de vida.

Compartimos con ustedes, con estos tres gobernantes de Hidalgo, el Estado de México y de nuestra emblemática ciudad capital, compartimos el proyecto de construir ciudades. De esto trata este Consejo, cuando planteamos en qué condiciones son las que generaremos a los siguientes artistas financieros, emprendedores exitosos o deportistas, a partir del lugar donde viven que es este que ahora les corresponde gobernar a ustedes.

En la búsqueda de esos talentos y la generación de sus obras es como escribiremos una nueva historia improbable de esta zona metropolitana del Valle de México. Esta historia del Valle de México resume lo bueno y lo mejor de nuestro país de la que hoy estoy seguro ustedes están escribiendo una nueva página de esto. Cuenten con el Gobierno Federal y el compromiso del Presidente de la República.

Muchas Gracias