Discurso No. 065

Palabras del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín, durante la inauguración del puente y la calle Tabachines, en la colonia El Amate, Chilpancingo, Guerrero.

Chilpancingo, Guerrero; 15 de agosto de 2014.

Siempre es un gusto venir a Guerrero, y uno -cuando lo hace seguido- va entendiendo mejor qué es lo que está pasando; también entiende qué es lo que pasó.

Empiezo con esa parte. Lo que pasó, son muchos años de rezago; aquí, por ejemplo, en este puente, prácticamente no había puente sino unos tubos que debían conducir, y se recargaban muy rápidamente, y automáticamente hacían que el agua saliera de su cauce y empezara a ir por la calle en lugar de ir por el río. Eso es lo que pasó.

Y como aquí, pasó en muchas partes, todavía pasa en muchas partes de México, en muchas comunidades donde la infraestructura que tenemos está realmente atrasada; o ya es inoperante, porque antes la cantidad de agua que pasaba por aquí era menor a la que va a seguir pasando, a la que seguramente se va a incrementar.

Porque los riesgos naturales -en Guerrero y en todo el territorio mexicano, particularmente los que tienen que ver con el agua- no van a desaparecer sino al contrario, muy posiblemente se incrementen.

Eso nos explica qué pasó. Ahora quiero explicarles qué está pasando. En primer lugar, el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto tomó una determinación que nunca se había tomado en la historia de los desastres naturales de México, y esa es una cosa muy importante porque Guerrero va a ser la separación entre qué se hacía y qué se hace ahora.

El Presidente tomó la determinación, por ser el primer estado en que se iba a aplicar, que aquí los recursos fueran 100 por ciento federales, que no tuviera que invertir un peso el gobierno del estado, que no fuera dinero lo que le pidiéramos al ayuntamiento, sino que la parte que aportaran ellos fuera apoyo para la organización, agilización de trámites, ubicación de lugares, muchas veces la organización de los colonos y los afectados y, particularmente, la posibilidad de tener mano de obra cercana para que los trabajos se puedan realizar.

Estamos aportando el 100% de los recursos porque de esa manera podemos ir más rápido y no tenemos que esperar a que el gobierno del estado junte su parte, o que el municipio tenga que juntar una parte.

Esta era la manera de poder responder a una tragedia, a un desastre como nunca se había visto; y Guerrero sí que sabe bien de este tipo de circunstancias, pero nunca había ocurrido algo del tamaño como vimos en “Manuel” e “Ingrid”. Por eso la respuesta tenía que ser diferente y la primera parte fue esa, el 100 por ciento de los recursos los aporta el Gobierno Federal.

La segunda razón es muy importante también. El Presidente tomó la determinación de que no reparáramos, sino que en todo lo posible reconstruyéramos, que nada se volviera a dejar como estaba.

Por eso, estimados amigos, aquí en los Amates sí tenemos un puente, por eso ahora no tenemos vialidades de asfalto, sino que estamos haciendo vialidades de concreto hidráulico con una garantía de duración superior a los 20 años, porque la idea es que quede mejor.

Por eso, en el tema de las viviendas no estamos haciendo como se hacía, entregando materiales a las puertas de la casa o entregándoles materiales a los presidentes municipales; por eso estamos haciendo una por una, casa por casa, las reconstrucciones; e igualmente haremos con las reubicaciones. Nunca se había hecho, las reubicaciones no eran parte de los programas y las reconstrucciones se resolvían así, se entregaba material; tenemos denuncias de empresas que no cumplieron con los pies de casa, les llamaban entonces que debían entregar.

No estamos entregando pies de casa, estamos entregando casas de 45 metros, de dos recámaras, de techo fijo, de techo de fibrocemento, no de lámina, con baño; por eso lo estamos haciendo, porque la gente tenía que vivir mejor, no quedar como estaba antes, y no dejar el material para que pudieran venir y comprarlo, no dejar el material para que alguien se lo pudiera llevar; y en lugares tan grandes, donde nuestra afectación va a ser en reparaciones totales, en pasar a la gente del albergue a una nueva vivienda de alrededor de 250, pero con las reubicaciones estimamos llegar a más de mil 200 casas, construimos un fraccionamiento nuevo completo, eso es lo que estamos haciendo en El Mirador.

“Oiga, son casas prefabricadas”; sí, claro que son casas prefabricadas, pero 100 por ciento concreto, casas que pueden resistir varios camiones encima de ellas, casas con techos de más de 3 metros de alto y casas en donde la gente va a vivir, en un lugar que va a tener espacios deportivos, espacios comerciales, escuelas, clínicas; eso es lo que estamos haciendo, nada debe quedar igual y, mucho menos, nadie debe vivir igual; la idea del Gobierno; de Chilpancingo, es que la calidad de vida aumente.

¿Y por qué hay que hacer todo eso en Guerrero? Empezaba diciéndoles eso, cuando vienes tan seguido te das cuenta de por qué es imprescindible que lo hagamos. Me gustaría decirles que porque ustedes son muy buenas gentes -y ese es uno de los factores, sin lugar a dudas- o porque las señoras son muy bonitas y los caballeros muy apuestos. A lo mejor tiene que tomarse en cuenta, pero la verdadera razón es que cerca están ustedes del centro de la República, que rápido es llegar a Guerrero. Las vías de comunicación a Guerrero, las modernas, trasladan gente, servicios, alimentos, consumibles, en menos de 3 horas a Acapulco, en menos de 2 horas a Chilpancingo y hay otros municipios grandes todavía más cerca del centro de la República.

Imaginen qué pasaría si la gente viviera mejor y tuviera mucho más tiempo para trabajar en lugar de estar consiguiendo láminas para tapar el techo de su casa; imaginen qué pasaría si la gente no tuviera que preocuparse porque el camino rural por donde saca a su familia para ir a trabajar, se tapara y no pudiera saber cuándo sí puede hacerlo y cuándo no, imaginen que estuviera bien y no dependiera de la lluvia para eso.

Por eso estamos haciendo más de mil caminos rurales en Guerrero, y es el único estado de la República donde se está haciendo; por eso se están reparando los puentes, las calles, los caminos, porque lo que estamos buscando es una nueva etapa de Guerrero; un Guerrero listo para competir, listo para producir y vender;, listo para ofrecer servicios, listo para recibir al turismo, no solo en Acapulco, sino también aquí en Chilpancingo, también en Iguala, también en Taxco y también en la Montaña.

Cuando vamos a la Montaña y vemos arroyos que hoy son amenazas para la gente, nos acordamos que en otras partes del mundo esos arroyos son atractivos turísticos de los que vive la gente, pero aquí no lo podemos hacer porque nuestra gente no tiene siquiera una casa donde vivir.

El día de hoy, así como estamos inaugurando este puente; estamos entregando en la zona centro, 21 casas; en Costa Grande, 47 casas; en Tierra Caliente, 61 casas; en la Montaña, 23 casas, y en Costa Chica 39 casas. Hoy la SEDATU inaugura este puente, calles y también entrega en estas zonas de Guerrero 191 casas más que nos hacen llegar a un poco más de mil 200 casas entregadas en este momento.

Una parte importante de la entrega, porque alguna gente dice: “oiga, a las casas les está entrando agua”; sí, pero no están entregadas, ni siquiera tienen ventanas o no se ha puesto el techo; que haya alguna gente que ya esté viviendo allá, no quiere decir que la hayamos entregado, las entregamos hasta que están totalmente listas.

Y listas para nosotros no es amontonar el material, ni es haber levantado las paredes y el techo. ¿Por qué entregarle a un ciudadano de Chilpancingo una casa sin terminar? Si ese ciudadano empieza a vivir en su casa, puede tener una seguridad, con él adentro o con él afuera la casa se va a terminar y no va a aparecer en la contabilidad del Gobierno como terminada hasta que no esté a la altura de un ciudadano de primera clase.

¿Por qué una señora en un fraccionamiento, cuando le entregan la casa que compró, no la recibe si no está pintada, si no está debidamente revocada?

Entonces, ¿por qué a los damnificados les tendríamos que dar, como se hacía, les tendríamos que dar cualquier cosa? No amigos, no es ese el estilo, ni la política del Gobierno de Enrique Peña Nieto, entregamos casas totalmente terminadas, revocadas, pintadas, con el techo colocado.

Nos ha costado trabajo -y mucho- en algunas partes. Déjenme darles este dato: en más de 600 comunidades de las mil 200 que ataca con sus obras la SEDATU, en más de 600 estamos haciendo menos de 5 casas, o sea que están regadas por todo el territorio de Guerrero y, a veces, bastante retiradas una de otra. Como he dicho siempre, hasta la más lejana, hasta la más apartada se va a entregar y se va a entregar así, terminada totalmente y pintada.

Si queremos un nuevo Guerrero -y eso es lo que quiere el Gobierno de la República- no basta con que demos el dinero y con que empecemos las obras, tenemos que darle paso a una nueva sociedad que quiera aprovechar esas obras; donde no haya una persona que llegue y los amenace, donde no haya una persona que llegue y les quite la casa que les acabamos de entregar, donde no hay una persona que llegue y les diga: “bájame ese tinaco, para qué lo quieres si tú ni agua has tomado toda tu vida; dame el tinaco te voy a pagar 200 pesos” y la gente lo tenga que vender porque no tiene otra forma de ingreso.

Así se combinan todas las obras que estamos haciendo para que ustedes produzcan más, para que ustedes vivan mejor, para que ustedes tengan más ingresos y para que ustedes sean los que den lugar al nuevo Guerrero que necesita el país.
La fuerza económica que este estado tan cercano al centro de la República, a la capital del país, a las centrales de distribución del Bajío, a la fuerza agrícola de Michoacán, a la fuerza fabril de Jalisco, si este estado despierta y se levanta, México despierta y se levanta. Nosotros estamos trabajando para que tengan las condiciones y ustedes puedan decir, efectivamente, estamos empezando un nuevo Guerrero.

Confíen, cuenten ustedes en el Gobierno de la República, no nos vamos a ir hasta que nuestra tarea no esté completamente terminada, y para mí en lo personal siempre será un orgullo, un gusto, un auténtico placer y un honor venir a Guerrero a cualquiera de sus municipios y a cualquiera de sus comunidades donde sé que está la gente esperando el futuro de este precioso estado.

Muchas gracias