Discurso No. 081

Palabras del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín durante la firma de convenio entre SEDATU y COPARMEX.

México, D.F. Octubre 29 de 2014.

Gracias. Estoy seguro que la amplia y vasta ponencia de Alejandro Nieto les ha ilustrado sobre cuáles son nuestras intenciones, nuestros planes y cuánto hemos avanzado en ellos. Yo quisiera completar un poco esa visión. Hacía prácticamente 11 años que el esquema de planeación regional había sido hecho a un lado y hoy que lo retomamos tenemos alguna justificación.

La primera es reconocer el profundo contraste que vivimos en el país, y yo quisiera empezar hablando un poco de ese contraste. Es como ver el vaso medio lleno y el vaso medio vacío, los que ven el vaso medio lleno ven a la economía número 11 del mundo, ven a un país libre en exportaciones en muchísimos rubros. Y los que ven el vaso medio vacío, ven los 50 millones de mexicanos que viven en pobreza de acuerdo al CONEVAL, y que el 19 por ciento de los mexicanos a pesar de tener empleo no reúne los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades más elementales. Eso es un contraste sin lugar a dudas.,

Posiblemente todas estas observaciones son ciertas, pero en ningún lugar pueden apreciarse mejor que en la óptica regional. La óptica regional es la que efectivamente nos muestra la profundidad de esos contrastes y su gravedad también; por ejemplo, acabamos de ver una muy amplia explicación de las fortalezas del Estado de México, y a unos cuantos kilómetros de ahí, compartiendo el espacio, la tierra caliente de Michoacán, el Estado de México y Guerrero las diferencias se profundizan de una manera abismal. Son unos cuantos kilómetros de diferencia y sin embargo las posibilidades de desarrollo entre el Estado de México y el estado de Guerrero representan casi un 30 por ciento de diferencia, o sea, un habitante de Guerrero tiene un tercio menos de posibilidades de llegar a desarrollar la educación adecuada, los ingresos adecuados.

No solamente es un tema de diferencia. Ingeniosísimamente un par de periodistas escribió hace poco un artículo que me encantó, ayer lo citaba yo en un foro de INFONAVIT y hoy quiero retomarlo. Este artículo se llama “Si los estados fueran países” y con gran ingenio va describiendo estos contrastes; por ejemplo, si los estados fueran países, vivir en Chiapas -en términos de desarrollo- equivaldría a vivir en Siria; y en cambio vivir en el Distrito Federal sería comparado a vivir en Hungría, una diferencia de 700 kilómetros que se traduce en un desarrollo superior al 38 por ciento.

En términos de producto per cápita -gracias indudablemente a la renta petrolera- vivir en Campeche tendría una equivalencia similar a vivir en Luxemburgo, mientras que nacer en Oaxaca o en Guerrero equivale, en renta, a nacer y vivir en El Salvador; una distancia de menos de mil kilómetros a través de carreteras de muy mala calidad casi todas, significa casi 5 veces más la renta promedio en diferencia.

Claro, desde este punto de vista podemos apreciar las diferencias, y más allá de la discusión si el vaso está medio lleno o vacío hay una cosa que queda perfectamente clara: insistir en plantear las políticas de desarrollo como si fueran una única fórmula nacional significa profundizar aún más estas diferencias. El vaso medio lleno y el vaso medio vacío, de eso se trata el desarrollo regional, la planeación de desarrollo tiene que obedecer a una visión por regiones.

Partiendo del supuesto de la existencia de grandes diferencias regionales, la política de desarrollo de ninguna manera debe uniformarse. De no hacerlo así quienes ya tienen más avances serán los que tengan siempre más beneficios de la política de desarrollo.

Siempre será emocionante escuchar todos los retos que han vencido en la llamada Zona Dorada o Triángulo Dorado de nuestro país en materia de desarrollo, de manufacturas, tecnologías, etcétera. Pero resignémonos entonces -si insistimos en este mismo esquema- a contar con estados como Guerrero, Chiapas, Oaxaca donde entonces pareciera que estamos retrocediendo varias decenas de años en la Historia.

El esfuerzo encabezado por el Presidente Enrique Peña Nieto de atender estas particularidades comienza en la planeación, y se ve reflejado -como ustedes ya lo escucharon- en la articulación del Plan Nacional de Desarrollo con otros 41 programas puntuales dentro de los que se encuentran los tres programas de desarrollo regional. Entender las particularidades de cada región inicia con el conocimiento preciso de su situación territorial, por eso la SEDATU ha recibido la encomienda de hacerse cargo del desarrollo regional.

La SEDATU es la secretaría del suelo y de lo que pasa encima del suelo. Las empresas necesitan permisos para desarrollar su trabajo. Vamos simplemente al tema de la Reforma Energética por ejemplo, en unos días más comenzarán las rondas que asignarán contratos y oportunidades de desarrollo a estados; muchos de ellos estarán ubicados en el mar, pero otra buena parte estará ubicado en el territorio nacional donde el 52 por ciento es propiedad social, es decir son tierras que no pertenecen a una sola persona, sino que pertenecen a una comunidad.

Hay muchas expresiones con respecto a la propiedad social, nosotros preferimos no entrar a la discusión ideológica y tomar el toro por los cuernos, desarrollando a partir del RAN, el Registro Agrario Nacional, el mejor registro de la propiedad -que además es registro y catastro de nuestro país- herramientas como esta que queremos exhibirles y que vamos a dejar aquí en la muestra que ustedes han organizado. Hoy el RAN no solamente puede saber dónde están los ejidos y tenerlos en papel, sino que se encuentran ya totalmente digitalizados y el RAN puede llegar al detalle en solamente segundos, incluso de quiénes son los dueños de cada parcela.

Esta herramienta, el Sistema Nacional de Información Agraria, le va a permitir a la Reforma Energética tener una cantidad de información con la que no se contaba hace algunos años. Los que ustedes ven en amarillo son los núcleos agrarios, lo que no es amarillo o a cambiado a régimen privado o se trata de terrenos nacionales, es decir, que son propiedad de la Nación.

Estas herramientas deciden la configuración del futuro del país, es imprescindible saber dónde está, de qué tamaño es, de quién es. Ésta es una herramienta fundamental para el desarrollo industrial, el desarrollo minero, el desarrollo energético, las expropiaciones en materia de energía eléctrica, los trabajos de comercialización de tierra para vivienda. Todo esto se encuentra ya contenido en esta herramienta, ahí pueden ustedes ver ya cómo nos va mostrando, incluso las parcelas y quiénes son los propietarios de ellas.

Y comprueba una cosa que siempre hemos dicho: 198 millones de hectáreas tiene el territorio nacional, el 52 por ciento son propiedad social, pero de ese 52 por ciento una parte ha cambiado a régimen de propiedad privada. ¿Cuánto les gusta, un qué? 20 por ciento dice Juan Pablo. Ha cambiado de propiedad menos del 5 por ciento, menos del 5 por ciento, el 4.8 por ciento. El asunto es ver dónde ha cambiado de propiedad y es muy fácil: Quintana Roo, Baja California, Sonora, Jalisco, todo por supuesto en la franja costera. Aquello que es susceptible, diría yo fue susceptible a una explotación inmediata y barata.

Eso es justamente uno de los problemas que presenta el desarrollo del país, por ejemplo tienen ustedes el caso de la propiedad social de Quintana Roo, las playas más ricas del mundo, hoy valuadas en millones de dólares, y una de las zonas más pobres del mundo la zona maya de Quintana Roo al lado de otras de las regiones más depauperadas del país, la zona sur del estado de Yucatán y a un lado la reserva de la biósfera de Calakmul donde la gente vive también en extrema pobreza.

Debieran ser inmensamente ricos, no lo fueron, la falta de información, la falta de una política de desarrollo regional hizo que la tierra se malbaratara, se malvendiera y hoy simplemente los dueños originales no sean ni el gobierno, ni los ejidatarios. Aquí el gobierno está haciendo un esfuerzo muy importante: a partir de esta identificación sabemos qué no es privado y también ubicamos qué es privado sobre terrenos que no son privados, eso no lleva a identificar la emisión de títulos falsos y recuperar parte del patrimonio del país.

Básicamente es una herramienta desarrollada para el aprovechamiento de la información y que por supuesto estará disponible -con el convenio que estamos formando- para que estos centros de desarrollo, estos cuasi observatorios que estamos formando puedan contar además con este tipo de herramientas.

Por eso, estimados amigos, los programas públicos deben adaptarse para resolver los problemas locales, no al revés. Ordenar el territorio significa generar opciones para que cada región, desde lo local, pueda armonizar sus diversas realidades e integrarse colectivamente y efectivamente al desarrollo regional.

El convenio que vamos a firmar con la COPARMEX sirve para establecer una agenda común con los empresarios de México en términos de desarrollo regional. Muchas veces, como decía Juan Pablo, expresada en nuestras intenciones. Hoy nos proponemos a través del convenio tener una herramienta que canalice nuestras intenciones a una agenda de trabajo puntual que pueda desarrollarse en cada una de las regiones.

No aspiramos a que sea la misma estrategia, las mismas tareas, la misma estrategia en todo el país. Al contrario, queremos desde nuestro convenio demostrar que la diversidad es una fortaleza y que si hacemos tareas y agendas regionales vamos a tener más éxito que el que hemos tenido hasta ahora.

Por eso cumplir con los objetivos del desarrollo regional se garantiza conociendo a las empresas, a los empresarios que generan empleo gracias a los puertos logísticos, a los caminos que puedan construirse; en fin, a refrendar esta tendencia del desarrollo de las regiones. Además este convenio nos permite desarrollar, como se ha dicho, este modelo de triple hélice entre los gobiernos, la Academia, las empresas locales; y también servirá para desarrollar proyectos regionales que conjunten inversión pública y privada que incrementen la competitividad en regiones completas.

Este marco genera un diálogo que hemos mantenido, que nos enorgullece permanentemente entre el gobierno y el sector privado para eliminar las barreras de la ejecución de proyectos regionales prioritarios.

La visión empresarial ayudará, así lo establece el convenio, a encontrar estrategias efectivas para la autogeneración de recursos propios en estados y municipios. Los empresarios de COPARMEX coadyuvarán en el monitoreo del cumplimiento de la legislación aplicable y los programas de Desarrollo Urbano y Vivienda, tanto a nivel federal como estatal e incluso, también podrá vigilar y denunciar irregularidades en la aplicación de recursos federales.

Compartimos un objetivo, no hay ninguna duda de eso; ambas partes queremos Mover a México, tenemos que ponernos de acuerdo y coordinar nuestras tareas, trabajar en equipo y darnos ese empujón que requiere nuestra intención para convertirse en una realidad, para convertirse en un país completo desde Tijuana hasta Chetumal y hacer que desde Tijuana hasta Chetumal pueda efectivamente entrar plenamente al mundo desarrollado.

Construyendo un país de abajo hacia arriba, desde lo local hacia lo nacional y desde el bienestar de cada comunidad hasta el ordenamiento territorial, ese es sin lugar a dudas es el México en el que queremos vivir.

Así es que nos enorgullece mucho esta oportunidad que nos brinda la iniciativa de COPARMEX, suscribimos con mucho honor y orgullo este convenio y estamos seguros que le estamos dando a nuestro país una nueva oportunidad.

Muchas gracias.