Discurso No. 006

Palabras del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, durante la firma de convenio con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

México, D.F. 28 de enero de 2014.

Muchas gracias, estimados amigos. Saludo, por supuesto en primer término a nuestro anfitrión, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, don Luis Zárate Rocha; a mi muy estimado amigo y paisano Tuffy Gáber Flores, y a mis compañeros integrantes de las organizaciones nacionales de vivienda y de la SEDATU que nos acompañan el día de hoy, así como a los integrantes del Consejo Directivo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Estimados amigos, el hecho de que nos acompañen el día de hoy el director de FIFONAFE, don Ricardo López Pescador; el señor director del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares, Ángel Islava; que esté con nosotros el director del FOVISSSTE, don José Reyes Baeza, y el director del INFONAVIT, don Alejandro Murat; que estén dos miembros importantísimos del sector, aunque no son específicamente -en el caso del licenciado Cano Vélez- sectorizado, pero son parte fundamental de nuestra coordinación a través de Sociedad Hipotecaria Federal, que está sectorizada a la Secretaría de Hacienda; y por supuesto de la Comisión Nacional de Vivienda, la maestra Paloma Silva de Anzorena.

El hecho de que estemos aquí es que queremos remarcar, subrayar, y que ustedes compartan con nosotros la importancia que le damos a este Convenio. Para nosotros el reconocer el peso específico que la Cámara tiene en el desarrollo del país, eso es lo que significa la firma de este Convenio, por eso venimos todos nosotros, y por eso le damos las gracias a la CMIC por esta oportunidad valiosísima de juntar nuestros esfuerzos y seguir sacando adelante al país y seguir Moviendo a México. Muchas gracias a don Luis Zárate, muchas gracias a todos los integrantes de la Cámara Mexicana de la industria de la Construcción, que desde sus estados se tomaron la molestia de venir para acompañarnos. Nuevamente reitero la gratitud del sector público a todos ustedes. Muchas gracias.

La historia de la Cámara se remonta ciertamente a 1953, pero hace unos momentos hacíamos un recorrido por una línea de tiempo que demuestra cómo ha sido justamente la construcción, siempre, el indicador del bienestar económico del país. Bien dicen que sí a ustedes les va bien, al país le va bien. Y creo amigos que estamos estando a un escenario en el que los esfuerzos y lo sembrado a lo largo de 2013 van a empezar a mostrar sus frutos, a mostrar sus resultados inequívocos.

Y ya tenemos algunas señales altamente positivas para eso. En primer lugar recojo un dato de la firma de estudios de opinión pública Bimsa Reports que dice que estamos en una “zona de optimismo económico con tendencia favorable, particularmente para el sector de la construcción”.

Pero si preferimos no indicarnos por percepciones, sino ir un poco más a los datos duros, estos dos pueden servir: en el último trimestre la renta de maquinaria pesada creció un 3 %, la obra contratada aumentó un 3.8 %, la mano de obra en la industria de la construcción aumentó un 3.8 %, los créditos que se dispersan a través de INFONAVIT tuvieron un incremento superior al 100% con respecto a dos meses en los que ya venían mostrando crecimiento que eran octubre, noviembre, tuvieron un diciembre espectacular dispersándose más de 19 mil créditos para vivienda nueva, y tan sólo en el lapso de un mes, entre noviembre y diciembre, la Comisión Nacional de Vivienda dispersó más de mil 500 millones de subsidios, una cifra histórica, en toda la historia de la Comisión Nacional de Vivienda nunca en un periodo tan corto se habían logrado y debo reconocer, tanto para INFONAVIT como para CONAVI, con tanta eficiencia la dispersión de una cantidad de recursos de ese tamaño.

Eso nos muestra la salud del sector y el empuje con el que el sector empieza a trabajar este año; en lo que va del mes de enero se llevan distribuidos casi 300 millones de pesos en subsidios, lo que nos dice que va a ser un muy buen mes de enero y muestra ya, por las constantes reuniones con desarrolladores de vivienda, que febrero va a ser un mes todavía mejor y esperamos que esa tendencia continúe a lo largo de todo el año y se logre incrementar.

No es un reto menor, a través de la CONAVI se trata de dispersar 12 mil 600 millones de pesos de subsidios para el desarrollo de vivienda, una cifra que nunca había invertido el sector público, ni siquiera en años pico, como suelen ser los años en que se realizan elecciones en nuestro país; nunca en la historia de nuestro país se había dispersado tal cantidad de recursos destinados específicamente para la construcción de vivienda.

Pero además, quizá lo más importante, es que los indicadores a largo plazo ofrecen también una visión favorable. Por ejemplo, los temas de inversión, el tema de inversión en maquinaria pesada, que registraba un decremento durante los últimos años, ya aumentó un 5.9 por ciento, fundamentado en que la actividad general de la industria aumenta un 11% respecto al trimestre anterior.

Durante este primer año, hemos escuchado todo el tiempo a los constructores, a los desarrolladores de vivienda; sabemos los problemas que enfrenta la industria, que van desde la falta de liquidez hasta la escasez de crédito; reconocemos -y hemos tratado de eliminar- todas las dificultades que en materia de trámites podrían enfrentar trabajando con el sector público; por poner un solo ejemplo, en el FOVISSSTE el periodo que se tardaba en cobrar por parte de los desarrolladores, una vez escriturada la vivienda, duraba entre tres y cuatro meses; hoy, a partir del mes de noviembre, ese periodo se disminuyó hasta 48 horas, lo cual sin lugar a dudas representa un considerable avance y un beneficio indudable para los desarrolladores y los constructores.

El Presidente de la República ha sido enfático: mejorar la coordinación institucional -esta mesa posiblemente sea una demostración de ello-, favorecer la simplificación administrativa, optimizar el ejercicio del gasto, eso es mover a México, eso será lo que nos saque adelante: tener una sola política, compartir una sola visión, perseguir un solo objetivo.

Las distintas instituciones que estamos involucradas en el sector, desde la que se encarga de la tierra, como en esta mesa lo es por ejemplo, el FIFONAFE, que administra el Fondo de Fomento Ejidal, hasta la que se encarga de la colocación de créditos, como podrían serlo el INFONAVIT o el FOVISSSTE; o la que entra al rescate cuando languidece el apoyo y el crédito de la banca, y a través de Sociedad Hipotecaria Federal se han dispersado, ya hay disponibles, 18 mil millones de pesos en créditos puente para los constructores, principalmente de vivienda.

La SEDATU tiene encomiendas trascendentales para cumplir el objetivo de Mover a México, la planeación urbana y el ordenamiento territorial son los elementos base en los que realizaremos la programación del desarrollo a través de la SEDATU.

Además, al coordinar las acciones de vivienda regulamos la actividad más importante del sector de la construcción y estamos conscientes de esto. De acuerdo al INEGI, si en México sólo existieran 100 empresas de la industria de la construcción, 46 se dedicarían a la industria de la vivienda; es por tanto la tarea de la Secretaría a mi cargo estudiar y fundamentar la dirección del crecimiento de las ciudades, las prioridades de la generación de infraestructura y la mejor utilización del territorio. En resumen, determinar qué, cómo, cuándo, dónde, construir las ciudades.

Por eso, para la SEDATU la comunicación permanente con este sector es una prioridad, sabemos que las directrices con las que se ejerce el gasto de nuestros programas, para ustedes se convierten en las reglas del juego, con las que toman decisiones financieras, decisiones administrativas trascendentales para su negocio. Por eso hemos incluido en la integración de cada una de las decisiones de este sector la opinión, tanto de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, como de su cámara hermana especializada, la Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda, el diseño de las Reglas de Operación de los programas.

Más allá, hemos creado organismos para la supervisión del trabajo del sector público, del que forman parte tanto la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, como la CANADEVI; hemos reactivado espacios de monitoreo permanente y de colaboración conjunta, como por ejemplo el Consejo Nacional de Vivienda, y el Convenio que firmamos hoy es otro fruto del diálogo y de las coincidencias que hemos encontrado en este proceso. ¿Se trata de excluir a quienes no son socios de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción? No, se trata de que el Gobierno asuma responsablemente la obligación de ejercer el gasto público con calidad, prontitud y transparencia.

Y en esos tres aspectos va a colaborar la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción a través de este Convenio. Por poner solamente un ejemplo, a lo largo de las auditorías realizadas por el Fondo Nacional de Habitaciones Populares, encontramos distintos desfases que van, desde no poder ubicar dónde se encuentran las obras, hasta encontrar que las obras que se realizaron no justifican el gasto y la inversión realizadas en ellas.

Este año el FONHAPO realiza en total 148 mil acciones entre acciones de mejoramiento y acciones de construcción de vivienda nueva, cifra que el próximo año se incrementará a favor de las metas nacionales de vivienda hasta en un 10%; pero lo que es más importante, pasamos de casas de 29 metros a casas de 45 metros como mínimo; pasamos, como bien señalaba -y se lo aprecio- el presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, de viviendas de una sola recamara, todas las construidas por el sector público de por lo menos dos recamaras, techo y baño, solamente cuando el beneficiario lo pide, el baño se coloca fuera de la vivienda. Eso, amigos, es trabajar en favor de que efectivamente haya una vivienda digna, y ese es un compromiso en el que necesitamos el apoyo invaluable de los constructores organizados de nuestro país.

El año pasado el Presidente dio la instrucción en Guerrero de construir la Pintada, reubicar el Capricho y penosamente volver sobre nuestros pasos, y realizar las obras que desde 1999 algunas, no revisaba el FONDEN en el estado de Guerrero. Más de 900 obras, involucrando a 21 distintos constructores, más de 900 obras que no tienen terminación en el estado de Guerrero, y ante el reclamo de los presuntos beneficiarios el Presidente de la República dio esta instrucción.

Que mejor supervisión, que mejor testigo social que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción. Lo que estamos buscando no es hacer obras por inercia, sino obras que cambien efectivamente la vida de los ciudadanos, y lo primero que se requiere es que sean obras efectivamente terminadas, concluidas con un ejercicio donde haya un testimonio de la calidad con la que fueron realizadas.

El año que concluyó la SEDATU realizó, a través de los programas Hábitat y Rescate de Espacios Públicos, más de 5 mil distintas acciones en todo el territorio nacional, que incluyen la realización de 400 parques. Este Convenio nos permitirá, como bien lo decía el ingeniero Gáber, no solamente aterrizar los programas de gobierno a los auténticos beneficiarios, sino dispersar recursos en la sociedad organizada, es decir, la sociedad que formalmente cumple con sus obligaciones fiscales, que formalmente repercute en la economía local.

Y este Convenio va a significar el recurso, más de 5 mil millones de pesos, que en las tareas de Espacios Públicos y en construcción de Vivienda Popular ejecutará la SEDATU, más de 5 mil millones de pesos lleguen a las regiones y a los constructores locales de las regiones. Esto sin duda, impactará en la economía de los estados a través de la formalidad, esto sin duda impactará en los programas de gobierno a través de la transparencia, y esto sin duda impactará la vida de las personas a través de la calidad de estas obras. Uno de los compromisos que suscribe la Cámara Mexicana de la Construcción, único en su género, es que se hace solidaria de la obra que realiza cualquiera de sus agremiados, donde un agremiado de la CMIC no cumpla, la CMIC hará cumplir ese compromiso.

Nuestro objetivo no es hacer obras que simplemente cambien el paisaje urbano, sino construir ciudades que mejoren el horizonte de vida de las personas; ya lo decíamos, viviendas dignas, espacios y servicios públicos de calidad que sean la base para que los mexicanos realmente desarrollen su potencial.

Por eso, necesitamos esos tres ingredientes que la Cámara Mexicana de la industria de la Construcción le aporta al desarrollo del país, compromiso, experiencia, espíritu innovador y este ingrediente de solidaridad que compone nuestro Convenio.

La firma de este Convenio garantiza que los proyectos a ejecutar por la SEDATU tengan un estándar de calidad alto, tan alto como el sello en el que la CMIC le aporta a las obras que realizan sus agremiados; este Convenio no sólo incluye a la SEDATU, sino también a las subsecretarías y a los organismos públicos que se coordinan a través de la SEDATU, queremos que la calidad de lo mejor de la ingeniería y de la arquitectura mexicana estén presentes en cada una de nuestras obras de nuestro programas.

Compromiso mutuo, de eso se trata este Convenio; seguiremos generando dialogo para generar también más y mejores soluciones relativas al sector de la construcción. Solamente en lo que va de este año, a través de la participación organizada de los constructores, el costo de las viviendas que realiza la FONHAPO tuvo una disminución superior al 20%; lo que digo, en resumen, es que se hacían casas de 29 metros y de 129 mil pesos, y hoy se hacen casas de 45 metros y con un costo máximo de 105 mil pesos. Esta es la diferencia cuando se participa en equipo, con inteligencia -como lo ha demostrado la Cámara Mexicana de Industria de la Construcción- y sobre todo un altísimo compromiso con nuestro país.

Por eso, yo estoy seguro que a través de esta participación y con esta Cámara en la que me unen además tantos afectos, ver a Tuffy para mi es recordar a mi entrañable amigo, su papá, el ingeniero Tuffy Gáber, Tuffy hijo también lo es, pero sin duda recuerdo a tantos y tantos hombres que en la historia de los estados y de las regiones han pasado por esta Cámara, la han fortalecido, pero sobre todo han construido piedra sobre piedra con calidad, con un gran criterio de compromiso y solidaridad con el país el futuro, ese futuro que ha pasado a través de esta Cámara y que nosotros deseamos con este Convenio que se garantice y que así siga siendo.

Muchas gracias